¿Cómo es realmente la experiencia internacional?

Cada año, la Universidad Nebrija ofrece a sus alumnos la posibilidad de participar en el Programa de Movilidad Internacional. A través de este programa, los estudiantes podrán cursar sus estudios durante seis meses o un año en el extranjero.

Este programa se gestiona a través del Departamento de Programas Internacionales, formado por coordinadores que ofrecen una atención personalizada a los alumnos interesados. Asimismo, este departamento fomenta y gestiona la movilidad tanto de alumnos como de profesorado mediante el programa Sócrates-Erasmus y los convenios bilaterales establecidos con universidades de Europa, América del Norte, Oriente Medio, Asia y Latinoamérica. El programa es popular entre los alumnos. Durante el curso 2012/13, 81 alumnos decidieron participar.

Ana KellerAna Keller, coordinadora de alumnos internacionales, opina que es importante que los alumnos se unan a el Programa de Movilidad Internacional. ‘‘Tener la oportunidad de poder disfrutar de una experiencia internacional durante los estudios es un valor añadido a la formación de los alumnos. Les ayuda a obtener una educación universitaria más completa y variada y a ampliar sus perspectivas profesionales, se valorará a la hora de buscar un empleo’’, mantiene Keller. ‘‘A la vez, los alumnos crecerán como persona al enfrentarse a una situación nueva y al vivir una gran variedad de experiencias culturales, que favorecerán su integración en un mundo cada día más internacional e intercultural’’, afirma la coordinadora.

A pesar de estas ventajas, muchos de los alumnos siguen dudando a la hora de unirse a el Programa de Movilidad Internacional debido a que temen esta nueva experiencia. Para superar el miedo es interesante conocer la opinión de otros alumnos.

Miguel DomínguezMiguel Domínguez García estudia Ingeniería Mecánica y Tecnologías Industriales y decidió cursar sus estudios el año pasado en Hochschule, Múnich, Alemania. El alumno, que volvió hace algunos meses, afirma que ha madurado mucho a través de la experiencia y que se siente muy feliz. Desde pequeño tenía claro que quería y debía estudiar en el extranjero. Miguel Domínguez declara que eligió este destino debido a que Alemania es el foco de la ingeniería y a día de hoy no se arrepiente: ‘‘Siempre podré decir que viví un año allí, conocí una cultura diferente, viajé como nunca, estudié en un país de idioma extranjero… Estoy convencido de que ha sido la mejor decisión de mi vida y que será difícil hacer algo mejor’’.

El estudiante también afirma que lo que más echa en falta de la experiencia es la sensación de libertad y a todas esas personas con las que entabló amistad. Por último, Miguel Domínguez recomienda a todos los alumnos que se unan al Programa de Movilidad Internacional: ‘‘Que lo hagan, que luchen y que sean valientes. Que no tengan miedo porque siempre encontrarán la ayuda para vivir algo que es único y que solo se puede hacer ahora.’’ ‘‘Es algo que mezcla la mejor edad de tu vida, la parte académica, la parte de ocio, la fiesta, los viajes, nuevos amigos, otras culturas…. Que no se lo piensen, es un tren que no vuelve y hay que cogerlo ahora que se puede’’, afirma el alumno.

Mario ToledoEl segundo alumno, Mario Toledo, estudia Periodismo y Relaciones Internacionales y se decantó por una ciudad llamada Lock Haven, que se encuentra en el Estado de Pensilvania, Estados Unidos. Escogió ese destino porque se ajustaba a sus necesidades: “un lugar pequeño, tranquilo, con ambiente universitario y que, además, se encuentra cerca de grandes ciudades como Nueva York o Filadelfia”.

En cuanto a la situación de verse viviendo en un país cuyo idioma no sabe a la perfección y con una cultura diferente, apunta: “Evidentemente, los primeros días no van a ser los mejores de tu vida o, al menos, no fue mi caso. Sin embargo, es algo por lo que hay que pasar. Es lo más normal del mundo tener ese tipo de sensación, todo va cambiando a mejor con el paso de tiempo”.

Un gran porcentaje de alumnos que viaja a estudiar al extranjero repetiría la experiencia y este estudiante de Periodismo se encuentra entre ellos. Según Mario, el hecho de viajar al extranjero supone una experiencia que ha de vivir todo estudiante ya sea por trabajo o simplemente por el gusto de viajar. “Es una manera muy enriquecedora de aprender otras costumbres, idiomas y, por supuesto, conocer a gente nueva y poder compartir gustos y aficiones”, comenta. “Conoces gente de todo el mundo, una nueva cultura, otra manera de pensar, de vivir, aprendes a ser más independiente, ves las cosas desde otro punto de vista, creces como persona…”, sentencia.

La gran mayoría de las personas que apuesta por la opción de estudiar un año en el extranjero vuelve a España con una experiencia enriquecedora y una manera de pensar totalmente diferente. Gracias a estos dos compañeros, los estudiantes sabrán que a pesar de sufrir un fuerte choque cultural al principio, todo mejora con el paso de los días. Como bien dice Mario Toledo: “Si tienes miedo, mejor arrepentirse de haber hecho algo que de no haberlo hecho”.

Texto: Diana García de la Rosa e Iria Barbosa, redactoras de Nebrija Medialab

 

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