Un elemento tan natural como el agua puede ser el remedio para aliviar dolores y tensiones. Desde la antigüedad ha sido utilizada con fines terapéuticos. De hecho, las diferentes culturas – civilización Maya, el antiguo Egipto, la antigua China, Roma y Grecia entre otras –, observaron cómo este elemento era un excelente recurso natural aplicable a la recuperación de la salud.
El efecto que produce el agua en el organismo puede ser aprovechado para el tratamiento y prevención de diferentes enfermedades. Tiene un efecto sedativo, alivia los dolores articulares, relaja los músculos y favorece la relajación y es excelente para la oxigenación de los tejidos y el descanso en general. A pesar de que el uso del agua puede parecer inocuo, es todo lo contrario, ya que un mal uso terapeutico de la misma puede ser perjudicial, sobre todo en pacientes con determinadas enfermedades. Por ello el tratamiento de enfermedades con agua se debe hacer por profesionales cualificados y en centros hidrotermales en los que se den las condiciones idóneas para la correcta utilización del agua según la dolencia a tratar.
En Técnicas de hidroterapia y balneoterapia se hace un recorrido por el uso terapéutico del agua a lo largo de la historia. En primer lugar, se centra en el uso terapéutico del agua, analizando, primero, el uso de aguas mineromedicinales, para después adentrarse en las diferentes técnicas hidrotermales. Después presenta el uso del agua, ya no como uso terapéutico, sino como una manera de mejorar la calidad de vida y el bienestar, aportando información sobre el SPA o balneario urbano, tratamientos alternativos como la vinoterapia, olivoterapia y chocolaterapia y tratamientos de hidroestética. Por último, se hace un acercamiento a la normativa y calidad aplicable a los centros termales.
Si está interesado en la materia, esta obra está disponible en la Biblioteca de San Rafael-Nebrija y en el Catálogo-OPAC ~ Web Portal de la Red de Bibliotecas.