La Semana de la Arquitectura y el Diseño dio comienzo este lunes 16 de abril con la conferencia del arquitecto y diseñador italiano Ezio Manzini. Docente, investigador y teórico del diseño, Manzini fundó hace más de una década la red internacional DESIS dedicada al diseño para la innovación social que se ha convertido en un referente en sostenibilidad.
Manzini explicó como para diseñar una ciudad es necesario tener en cuenta la ciudad por dentro: la relación entre las personas, la economía, las formas de moverse… “El diseño de una ciudad funciona cuando se diseña desde dentro”, señaló el profesor, quien también enfatizó que es fundamental preguntarse para qué y quiénes van a usar los elementos que diseñemos, para saber cómo podemos contribuir con nuestro diseño al uso de ese elemento dentro de la comunidad.
El diseñador habló también sobre la importancia de decidir hacia dónde queremos dirigir el diseño de la ciudad. “Tenemos que considerar si lo que diseñamos influye en la vida de las personas y qué herencia dejamos a largo plazo. Al final del día tenemos que juzgar si la ciudad se está moviendo en una dirección o en otra”, explicó Manzini. En este sentido, el teórico del diseño añadió que podemos organizar la ciudad “para incrementar o disminuir el poder de la gente”, es decir, que el diseño puede contribuir a aumentar o reducir la participación de las personas y el nivel de democracia de las metrópolis.
Manzini aboga por una visión que encaja con el respeto al ser humano y la concepción de un diseño orientado a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de una forma consciente. Durante la conferencia, el diseñador expuso varios ejemplos de ciudades donde se han implementado proyectos en esta línea. Así, habló sobre la iniciativa Superillas, en Barcelona, que persigue crear una ciudad en donde las personas recuperen su sitio en el espacio público, liberando calles de tráfico y creando lugares de encuentro, intercambio cultural, económico y social. Un proyecto que requiere de la “participación de los ciudadanos en el diseño de los espacios”.
También puso como ejemplo mundial de innovación la ciudad de Medellín, la que fuera una de las capitales del narcotráfico, con unos suburbios particularmente peligrosos, que ha conseguido en los últimos años implementar novedosos proyectos para conectar los vecindarios más deprimidos con el resto de la ciudad. Uno de estas iniciativas es la creación de los Parques Biblioteca en las distintas comunas, como se conoce a los suburbios de la urbe colombiana; una especie de centro social que está consiguiendo la regeneración del entorno. Al igual que el sistema de teleférico lanzado en 2004, que ha ayudado a conectar los barrios más pobres con el resto de zonas de la ciudad, o la tarjeta única de transporte, que permite moverse de un extremo a otro de la ciudad. Todas estas acciones “han mejorado la calidad de vida de la ciudad, haciendo Medellín más segura y más democrática”, aseguró el ponente.
