Estudios online versus presencial

Autora: Ester Mocholi

 

En esta, mi primera entrada en el blog, os quiero transmitir mi pasión por la enseñanza online.

Quienes me conocen se sorprenden de que pueda ser clara defensora de los estudios online, y del e-learning. Me apasiona la enseñanza, y creo en la capacidad de un buen maestro para conseguir hacer nacer y crecer la pasión de un alumno por una materia, incluso por una profesión.

En un campo como el del Derecho, donde son indispensables, las destrezas interpersonales, la oratoria, el debate, la capacidad de realizar un discurso, una ponencia, una clase magistral ordenada, bien estructurada, con agudeza y reflexiva, podemos plantearnos cómo puede conseguirse en un programa a distancia alcanzar no solo los conocimientos, las competencias o los resultados de aprendizaje, sino desarrollar también estas destrezas, y ser capaz de impartir docencia sin olvidar estos recursos esenciales.

Pues bien amigos, ¡se puede hacer! No os negaré que es un reto pero, ¿qué sería de nuestro hacer como maestros si ante un reto como este no damos el paso de dejarnos la piel por intentarlo?

Por establecer un paralelismo, la cercanía con los que entendemos como nuestros contactos, no es necesariamente física, sentir que estas cerca de un amigo, lo puedes percibir simplemente estando conectado con los medios de chat, o redes sociales que hoy tenemos a nuestro alcance. Una palabra en el momento necesario, es muestra de la cercanía, pero ésta palabra ya no debe ir es necesariamente unida a una presencialidad. Puede venir de un email, de una videollamada, de un mensaje de Whatsapp, o Messenger, Instagram, Facebook, o cualquier otra red. Y en muchas ocasiones cuando viene de toda tu red de amigos, sientes muy cercanas a las personas que te rodean aunque no lo estén físicamente.

Pues este es el paralelismo, esto es lo que creo y confío sientan mis alumnos, que tienen mi voz, mi aliento, mi fuerza como profesora,  junto a ellos. Este objetivo forma parte de la esencia del docente online. Quizá por esto me desagrada tanto llamar “a distancia” a esta forma de enseñanza que las Agencias Evaluadoras se muestran firmes en llamar a distancia, es cierto que no hay un contacto físico profesor/estudiante, pero la distancia física no puede ser equivalente a distancia entre alumno/docente, más bien todo lo contrario, debemos asegurarnos la cercanía, la estrechez entre unos y otros, sentir el aliento es imprescindible, y esto sí puede conseguirse mediante la docencia online, que en su traducción como docencia a distancia creo que pierde parte de su esencia.

Los recursos que tenemos los docentes online a nuestro alcance son muchísimos, otro día trataré de los que suelo utilizar yo, aunque no me gusta ponerme como ejemplo, porque me considero todavía novata, pese a que llevo diez años totalmente volcada en la enseñanza online. Además debo reconocer que ni soy pedagoga ni informática, y esto a veces me ocasiona sentir algo de pavor ante una nueva herramienta, sin embargo si os sirvo como ejemplo, no temo probarla así que os invito a que probéis la docencia online, a que los que os planteéis un grado o un máster online, no lo descartéis simplemente por pensar que no alcanzareis los mismos conocimientos y habilidades que en uno presencial. Los profesores implicados en la docencia, en una simple videoconferencia, pueden enseñaros tanto como en una clase magistral presencial.

Y a los docentes clásicos que empezáis a acercaros a la docencia online, os recomiendo que no huyáis de ella, es gratificante tanto o más como la presencial,  simplemente hay que sacar partido a las herramientas o a la nueva tecnología, con el propósito de enseñar pero estar dispuesto a aprender…

 

Ester Mocholi

Dirección Departamento de Derecho y Seguridad