Nuestra NEBRIJA 26 - Julio 2018

41 neraciones– el hecho de que lo que se muestre en museos e instituciones y el tema de inves- tigación en universidades sea un arte inclusivo, variado, afir- mativo, reflejo de la sociedad multifacética de nuestros días, un arte que reconozca a la mu- jer y al hombre al mismo nivel. Los resultados de esta lucha empiezan tímidamente a verse: los museos emprenden cam- pañas para adquirir y exponer obra de mujeres, las ferias de arte se plantean como objetivo, como hemos visto, la visibilidad de la obra de las artistas o el trabajo curatorial de las comisa- rias. España es país de grandes mujeres artistas: actualmente, Dora García expone en el Mu- seo Reina Sofía, Alicia Framis en la Galería Juana de Aizpuru, Isabel Muñoz en Tabacalera... y son solo un ejemplo. Las ga- lerías de reciente creación son más susceptibles de seleccio- nar y exponer obra de muje- res, especialmente las galerías gestionadas por mujeres, como indicaba Artsy Magazine en di- ciembre de 2017, pero el des- equilibrio sigue siendo todavía un problema generalizado. A nivel laboral, la equiparación entre el trabajo de hombre y mujer es aún un escollo a salvar y lo es también en el arte a te- nor de los datos que el estudio La actividad económica de los/ las artistas en España –publi- cado en 2017 por la Fundación Antonio de Nebrija en coautoría mía con el profesor Isidro Ló- pez-Aparicio– da a conocer. La brecha salarial se traduce en el mercado del arte en precios in- feriores en la obra vendida por unos y otras y las mujeres ar- tistas muestran en general aún más precariedad en su trabajo, menor tiempo de cotización a la Seguridad Social, más in- seguridad ante futuras presta- ciones y más dependencia de los ingresos de otras personas, mientras que, a la vez, son más numerosas las que soportan el peso de hogares monoparen- tales. Hay menos mujeres que mantienen relaciones estables con galerías de arte, pero las artistas siguen activas creando y exponiendo aún en espacios alternativos, y es el momento de revertir esta tendencia a la des- igualdad. Las reivindicaciones de las artistas españolas están también reflejadas en el borra- dor del Estatuto del Artista que se redacta en el Congreso de los Diputados, porque su papel en este sector es fundamental. Hoy en día no podemos en- tender un mundo ajeno al arte producido por la mujer, en el que la voz de la artista no se escuche, porque la mujer es el 50% de nuestra sociedad, y en ella recae la mayor parte de la formación de las nuevas gene- raciones. Hoy más que nunca, también en el arte, la voz de la mujer exige ser escuchada y atendida. N o podemos entender un mundo ajeno al arte producido por la mujer , en el que la voz de la artista no se escuche

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