Nuestra NEBRIJA 26 - Julio 2018

43 Aragón, donde tendrán que de- mostrar que han fabricado un prototipo viable y competitivo en la carrera. El equipo de la Universidad Nebrija se presenta a la com- petición con el proyecto Nebrija Power Wheelie. Los estudiantes se han dividido en seis grupos de trabajo para afrontar este reto desde las distintas pers- pectivas que la creación de una motocicleta requiere. En el equipo de Diseño se encuentra Ana Rincón, creando el mate- rial gráfico necesario; en el de Dynamic Model están Andrea Rubio y Miguel Canosa, quie- nes programan un modelo ma- temático del comportamiento de la moto para simularla en pista; el área de Chassis está formada por Haritz Mendoza, José Serrat y José Sastre, quie- nes diseñan los elementos de la moto con el objetivo de que sea ligera y resistente; el grupo de Powertrain, con Álvaro Villar, Nacho Villar y Adalberto Argüe- llo, se encarga de obtener la máxima potencia del motor y la máxima autonomía del pack de baterías, y el de Aerodynamics, formado por Adrián López y Adrián Cruz, intenta reducir todo lo posible el coeficiente aerodinámico del prototipo. To- dos ellos guiados por tres tuto- res de la Escuela Politécnica: Roberto Álvarez, Sergio Cabre- ra y Laura Villa. El equipo de Nebrija Power Wheelie asegura que han sido ambiciosos porque no pensa- ban “en lo que pudiera ser más fácil de fabricar, sino que bus- caban el mejor trabajo desde el punto de vista de la ingenie- ría”. Es la primera vez que este equipo se presenta y aseguran que les gustaría haber introdu- cido “grandes innovaciones a nivel tecnológico, pero se trata de poner las bases para que estas lleguen en el futuro”. El mayor reto al que los inte- grantes de la Nebrija Power Wheelie han tenido que hacer frente es cambiar la dinámica de trabajo para afrontar este proyecto tan multidisciplinar y complejo. “La MotoStudent difiere un poco de los traba- jos que se plantean en clase”, señalan los alumnos. “Hemos alcanzado un desarrollo tec- nológico muy próximo al de la industria y, aunque todos fuéramos unos apasionados del motor, no teníamos aún los conocimientos técnicos que requiere el proyecto y hemos tenido que adquirirlos en tiem- po récord”. Otra de las dificultades que han tenido que abordar los es- tudiantes ha sido coordinar el trabajo de todo el equipo. “En muchas ocasiones avanzas en una dirección que a priori era la correcta, pero a medida que va cogiendo forma la moto te das cuenta de que es nece- sario dar un paso atrás, modi- ficar cosas y volver a avanzar en otra dirección”, explican los alumnos. Todos los departa- mentos han trabajado de forma independiente, pero siempre bajo las mismas directrices: “Hemos aprendimos a tener una dinámica de trabajo en la que primase la comunicación”. Las reuniones entre los depar- tamentos y con los tutores han sido, sin duda, una pieza clave en el éxito de esta iniciativa. MotoStudent pone a prueba los conocimientos técnicos de los alumnos adquiridos en las au- las, pero también su creatividad para el diseño y sus habilida- des de innovación, acercándo- les al trabajo de un profesional de la ingeniería: “Todas las decisiones que tomas son par- te de una moto real y eso nos exige responsabilidad y riguro- sidad”. Pero los alumnos ase- guran que han conseguido mu- cho más. “El compañerismo ha sido fundamental. Si uno falla, fallamos todos, todos tenemos que empujar en la misma direc- ción”, afirman los integrantes del equipo. Tras el proceso de diseño de la moto y sus componentes, el equipo pasará a fabricar el pro- totipo y hacer las pruebas perti- nentes para comprobar su fun- cionamiento y competitividad. En octubre les espera la com- petición en MotorLand donde tendrán que poner a prueba la moto y demostrar todo su tra- bajo en las diferentes pruebas de la competición. L os alumnos tendrán que demostrar en el circuito de M otor L and , en A ragón , que han puesto en marcha un prototipo viable y competitivo en la carrera

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