Nuestra NEBRIJA 30 - julio 2019

4 Carta del rector En innu- me r a b l e s ocasiones he mencionado que los estudiantes de nuestra Uni- versidad no son nuestros clien- tes, sino la materia prima con la que trabajamos para, mediante su transformación en mejores profesionales, atender lo que demanda la sociedad civil en la que se integran al finalizar sus estudios con nosotros. Esto significa, también, atender a lo que demandan y necesitan las empresas e instituciones en las que encontrarán trabajo. Solo mediante su adecuada trans- formación cumpliremos con éxito nuestro objetivo. De ahí que nuestro empeño perma- nente sea mejorar la calidad de nuestra formación, de nues- tras metodologías docentes y del conocimiento que genera- mos mediante la investigación para luego transferirlo al aula. Queremos que nuestros estu- diantes se encuentren siempre asentados en la frontera de dicho conocimiento. Todos los procesos de innovación y de calidad en nuestra Universidad deberían estar encaminados a lograr estos objetivos y, hones- tamente, creo que ya lo están. Pero como en todo proceso productivo, por seguir con el símil industrial, la calidad de la materia prima es absoluta- mente fundamental para lograr el óptimo producto final. Son varias las medidas que hemos adoptado en los últimos tiem- pos para contribuir de manera notable a la mejora de la em- pleabilidad de nuestros titula- dos. Dicho esfuerzo ya se nota en los resultados, pues segui- mos a la cabeza de la emplea- bilidad en puestos destacados y privilegiados respecto del resto de universidades espa- ñolas. Nuestro exitoso empeño ha pivotado sobre tres ideas principales que, siquiera bre- vemente, apuntaré en estas pa- labras, sobre todo de cara a la clarificación de nuestro modelo de puertas afuera, pues todos los que trabajamos en Nebrija somos perfectamente cons- cientes de nuestra estrategia y todos contribuimos a plasmarla en la realidad. En primer lugar, hemos decidi- do mejorar la nota de entrada de los estudiantes a nuestra Universidad, aún a riesgo de perder la potencia económica que nos proporcionaría admitir a cualquiera que lo pida. Aún hemos de mejorar en los cri- terios y pruebas de admisión, evitar efectos no deseados de la disparidad de momentos en los que los estudiantes nos eli- gen como opción en función de sus perfiles o posibilidades, así como mejorar, aún más, la El estudiante, materia prima para nuestro trabajo Juan Cayón Peña. Rector de la Universidad Nebrija E stamos a la cabeza de la empleabilidad Aumentar la exigencia, acrecer en el rigor y evidenciar la seriedad de nuestro enfoque académico producirá con el tiempo un efecto llamada en los estudiantes más ambiciosos y que aspiran a las posiciones más competitivas del mercado laboral.

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