El proceso de acreditación como docentes en el campo de las Artes

La acreditación como docentes en el campo de las Bellas Artes es un nuevo proceso al que los académicos tienen que incorporarse, pero que, a diferencia de otros campos universitarios, no es tan sencillo por la naturaleza de la investigación y obras creativas de las Bellas Artes.

Para aclarar las características de este proceso la profesora Inmaculada López Vílchez, profesora titular en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada y miembro de la comisión de Verificación de Artes y Humanidades, expuso en una ponencia los pasos y singularidades que supone la acreditación para guiar a los profesores de la Universidad Nebrija.

“Las reglas del juego han cambiado y ahora hay que revisar todo el trabajo que realiza un académico” explicó Inmaculada López. El problema es que estas nuevas “reglas” no se ajustan bien a las necesidades de las Artes: “se nos está evaluando con parámetros más científicos que propios de las humanidades” afirmó la profesora.

Una de las cosas que no quedan bien recogidas en el sistema de acreditación es que hay una gran cantidad de variantes de las disciplinas en Bellas Artes que no quedan reflejadas: “Como la rama de Bellas Artes está en evolución, los parámetros también deben estarlo” opina López porque la atomización de méritos en la evaluación de docentes hace que “se pierdan muchos trabajos que no encajan en las casillas”.

Un punto positivo, según los expertos, es la importancia que se otorga a la transferencia de conocimiento, que según la profesora de la Universidad de Granada, “está orientado a que la universidad entre en contacto con el tejido empresarial”.

Todavía queda trabajo por hacer en este proceso de acreditación porque cómo medir actividades como “la calidad de una exposición o un comisariado para hacerlo equiparable a un artículo” aún se está decidiendo.

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