La Semana de la Ingeniería ha recogido un encuentro con emprendedores que han puesto en marcha varias empresas y que han podido compartir sus experiencias, tanto positivas como negativas, con los alumnos de la Escuela Politécnica Superior.
José Ángel Cano viene del emprendimiento en el mundo de la tecnología de software y contó a los alumnos como, después de trabajar empleado para otras empresas, pensó que lo que más le gustaba era ayudar a otros empresarios a poner en marcha su proyecto. Por eso decidió montar su propia empresa, aunque no fuera lo que había pensado mientras cursaba sus estudios: “Cuando estudias, hay carreras que parece que te llevan irremediablemente a un tipo de trabajo, pero no tiene por qué ser así”, aseguró Cano.
Como consejo, le dijo a los asistentes que era importante tener experiencia previa desde distintos ángulos antes de comenzar la propia aventura: “Emprender sí, pero intentad adquirir diferentes visiones antes de hacerlo, porque lo de emprender con éxito y sin experiencia previa es lo que nos vende, pero no funciona para la mayoría de la gente”.
De entre las cualidades que destacó en un emprendedor destacó la capacidad de adaptación, ser multitarea, abierto de mente, decidido y ejecutor rápido y “sin horarios”.
Eusebio Moro se definió como ingeniero e inventor, puesto que toda su vida, “por mi mente curiosa”, ha ideado soluciones a los distintos problemas que se encontraba. Todos sus inventos han tenido un punto en común. “me he centrado en favorecer el medio ambiente”. Y lo ha hecho con más de 24 patentes. Su clave: “nunca dejar de darle vueltas a la cabeza con ideas nuevas”. A pesar de haber tenido que cerrar algunos de sus proyectos, no se rinde nunca y ha aprendido de todas sus experiencias para mejorar en los siguientes proyectos.
José Rodríguez Ruibal, antiguo alumno de Ingeniería Informática se inició en el mundo del emprendimiento a pesar de tener una oportunidad laboral muy sólida en el extranjero. Su consejo fue tener las ideas muy claras a la hora de emprender y “pensar mucho con quién lo montáis porque hay que trabajar mucho”, aseguró el antiguo alumno.
“Hay que pensar una empresa pensando en el problema que se quiere solucionar, no en el dinero que vas a ganar” explicó como clave para ir prosperando y además aconsejó ser muy conscientes de cuándo un proyecto está acabado y es necesario pasar página: “Hay que estar dispuesto a cerrar cuando no haya más que rascar y no agarrarse a un clavo ardiendo”.
