El deporte femenino reclama su lugar

La Universidad Nebrija organizó ayer la primera Jornada de Deporte Femenino con la colaboración del Grado Ciencias de la Actividad Física y del Deporte con el objetivo de dar visibilidad y compartir las experiencias de la carrera profesional de varias deportistas femeninas de alto nivel.

El deporte femenino ha crecido mucho en los últimos años. Un auge que ha sido fomentado, entre otros factores, por los numerosos éxitos conseguidos por las deportistas en los últimos años. Sin embargo  las diferencias de financiación, la aparición constante de algunos tópicos  como “ese deporte es de hombres” o las diferencias en visibilidad a la hora de aparecer en medios de comunicación son algunas dificultades a las que las deportistas femeninas se enfrentan diariamente para que la sociedad valore como se merece su esfuerzo.

A la jornada asistieron Jennifer Santiago y Cristina Sánchez, jugadoras de primera división del Rayo Vallecano; Marián Hernández, piragüista; Alejandra Quereda, gimnasta y ganadora de la plata en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro; Noe Caballero, halterófila; Irene Sánchez, atleta; Lucía Díaz y Nacho del Río, jugadores de Rugby y la periodista deportiva de Televisión Española Julia Luna, encargada de dinamizar las mesas redondas.

Julia Luna aseguró que “la mujer sigue estando a años luz en el deporte aunque haya habido un cambio radical” y que esto se debe en gran parte a que “en España no tenemos cultura deportiva, solo nos interesa cuando hay éxitos e ídolos, pero luego no hay un seguimiento”. Para la periodista deportiva el cambio en la actitud de la sociedad y los medios hacia las deportistas se vio con los Juegos Olímpicos de Londres en los que España consiguió “más medallas femeninas que masculinas”.

Las futbolistas Jennifer Santiago y Cristina Sánchez, junto  a David Recuenco, director del grado y fisioterapeuta de las jugadoras del Rayo Vallecano, explicaron la necesidad de conocer las diferencias físicas en los cuerpos y en la forma de jugar entre el fútbol femenino y masculino para saber qué necesidades tienen las jugadoras específicamente para poder mejorar su rendimiento, la prevención de lesiones y las formas de entrenamiento óptimas para su juego. Las futbolistas se quejaron de la falta de profesionalidad en las infraestructuras en las que ellas trabajan: “los campos en los que jugamos y entrenamos no son iguales y eso influye en los resultados y las lesiones” explicó Sánchez.

Por otro lado, la falta de apoyo económico y patrocinadores hace que las jugadoras no puedan dedicarse al fútbol a tiempo completo y compaginar los entrenamientos con otra profesión “influye negativamente en el rendimiento de los entrenamientos”, aseguró Santiago.

Compaginar la formación y la educación cuando las deportistas son tan jóvenes como Marián Hernández o Alejandra Quereda tampoco ha resultado fácil. Las universidades españolas no contemplan ayudas ni tienen campus preparados para la formación profesional y deportiva, como ocurre en algunas universidades en Estados Unidos, por lo que la mayoría tienen que elegir entre continuar su carrera deportiva de alto nivel o continuar los estudios universitarios. Marian Hernández decidió aplazar su carrera deportiva en el piragüismo por sus estudios universitarios y dejó de competir en alto nivel “porque el piragüismo es un deporte minoritario del que no se puede vivir y las plazas femeninas para los Centro de Alto Rendimiento son muy escasas”, afirmó Hernández.

Estos Centros de Alto Rendimiento son en los que deportistas como Alejandra Quereda o Noe Caballero han adoptado como su casa durante muchos años, separándose de sus familias y amigos desde muy jóvenes para dedicar su vida al deporte.  La gimnasta Alejandra Quereda, por la juventud requerida en su disciplina deportiva, decidió continuar con la preparación de alto nivel deportivo para poder llegar a los Juegos Olímpicos y ralentizar el ritmo de los estudios universitarios: “Tienes que aceptar que tu ritmo va a ser inferior al de tus compañeros para poder sobrellevarlo”.

Para Noe Caballero “disponer de estos centros es vital para poder llegar al alto nivel de competición y compaginar los estudios necesarios para la vida una vez la carrera deportiva se acabe, porque es muy corta”.

Otro aspecto fundamental de estos centros es la gran cantidad de profesionales como entrenadores o fisioterapeutas que trabajan con los deportistas para mejorar su condición física y cuidar las lesiones porque muchos de ellos arrastran problemas físicos para no perderse ninguna competición y poder acceder a las becas que son “de las pocas ayudas económicas que tenemos”, afirman las deportistas.

Todas ellas reclaman mayor visibilidad y atención a sus disciplinas y al deporte femenino porque como aseguró Quereda: “Hemos sido campeonas del mundo dos veces seguidas y el campeonato no se ha televisado, así no podemos conseguir patrocinadores”.  Piden mayor apoyo a los deportistas independientemente de los resultados ya que trabajan muy duro en nombre de todo el país.

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