En ‘Un Cervantes en las tablas’’ Josu Montero nos habla de Eduardo Mendoza, Premio Cervantes 2016, y su vocación por el teatro, con ocasión de la publicación de su Teatro reunido por Seix Barral. Fueron sus incursiones en teatro de aficionados y posteriormente adaptaciones de textos lo que le llevó a sumergirse en el mundo de la escena y escribir por encargo su primera pieza en 1990. En total escribió tres obras teatrales que pretendían ser un reconocimiento al teatro de su infancia: el drama histórico, el melodrama y la comedia. Resulta paradójico que el transgresor Mendoza recurriera al verso en dos de ellas, algo tan anacrónico en el teatro reciente, y una auténtica sorpresa para los lectores que desconocían al dramaturgo.
Encontrarás este artículo en la revista Artez: La revista de las Artes Escénicas, número 223, julio/agosto 2018, disponible en la Biblioteca del campus de Madrid-Princesa- y su localización en el Catálogo-OPAC ~ Web Portal de la Red de Bibliotecas.