“Esperad lo mejor y estad preparados para lo peor”

Elisardo de la Cruz García (Publicidad y Relaciones públicas, 1999), antiguo alumno de la primera promoción homologada de la Universidad Nebrija, nos habla de la creación de su empresa: Empatía. Además recuerda su paso por la Universidad y a algunos de sus profesores.

– ¿Cómo surge la idea de crear Empatía? ¿Cuáles fueron sus inicios?

Los inicios fueron originales. Tras trabajar en varias empresas del sector, entré en Contrapunto y allí aprendí una manera de hacer publicidad y de vivirla. Pero la morriña me llevó de vuelta a mi tierra, donde trabajé en dos agencias gallegas antes decidir montar Empatía junto con dos socios más, uno inversor y otro trabajador.

Necesitaba financiación y no se me ocurrió otra cosa que – es la primera vez que lo digo en una entrevista, así que puedes entenderlo como una exclusiva – apuntarme a un concurso de la tele, sí, como suena. Gracias a lo que gané, no necesité pedir nada a nadie. Digamos que la financiación puede surgir del modo más inesperado.

Lo mantuve todo lo secreto que pude, incluso me cambié de look rapándome la melena, porque no quería parecer el típico que gana un concurso y monta algo porque no sabe qué hacer con el dinero… Era un empresario que ganaba un concurso, no un concursante que montaba una empresa. Tras esta afortunada anécdota, pasé, junto con mi socio trabajador/amigo/complemento por el tiempo de sembrar, no a puerta fría, pero sí a teléfono frío, buscando oportunidades, hasta que fueron surgiendo. No cobrar durante el primer año, capitalizar el paro y remar, con ilusión y paciencia.

– Explícanos, ¿cuáles son los proyectos y metas a las que quieres que llegue vuestra empresa?

No le pongo metas, de esta forma nunca pararé de conseguirlas.

– Empatía ha cumplido recientemente 10 años, en ese tiempo ¿os habéis encontrado con algún obstáculo? Si es así, ¿cómo lo habéis solucionado?

La publicidad – no sé si ya llamarlo marketing, pues cada vez somos más marketing y la publicidad es una parte del mismo – es una continua carrera de obstáculos, está en continuo cambio, nosotros vamos detrás. Los problemas los resolvemos viendo lo que hacen los demás, no ha llegado el día en que seamos pioneros, pero el día que lo tengamos claro lo apostaremos todo. Mientras tanto nos adaptamos a los cambios estando más “bien” que “muy” informados. Sobra información, pero hay que saber cuál es la correcta. Y para ello, la experiencia y la humildad, son un…bueno, mejor dicho dos grados.

– ¿Cómo recuerdas tus años en la Universidad Nebrija? ¿Te ha ayudado de alguna forma en tu desarrollo profesional?

Los años universitarios fueron en los que mejor me lo pasé en mi vida – al menos tal y como permanecen en mi memoria – pero creo que fue más una cuestión vital que universitaria. No fui ni mucho menos un estudiante ejemplar y si podía estudiar para un 5 no me esforzaba en el 6. No soy un ejemplo como estudiante. Creo que sólo saqué un notable en un trabajo sobre “El arte de amar” de Erich Fromm – libro que recomiendo a cualquier amante…de lo que sea – y lo demás suficientes y bienes, como mucho.

Respecto a la segunda pregunta claro, mucho. Si bien fuimos un poco “conejillos de indias” al ser la primera promoción homologada, la orientación era muy práctica, muy de “hacer” y eso nos ayudó a entrar con mejor pie en el mercado. Por otro lado está el crecimiento personal y en convivencia. Aún recuerdo que la primera cafetería era tan pequeña y éramos tantos, que en los descansos me ponía detrás de la barra a echarle una mano a la señora que la llevaba, pues no daba abasto.

-¿Algún profesor que te haya marcado de alguna forma o que influyera en tus futuros proyectos?

Todos me marcaron en mayor o menor medida. Covelo nos metió el gusanillo, nos enseñó el lenguaje y el tono, Marta Perlado me orientó hacia mi primer trabajo, que nunca hubiese conseguido sin su apoyo, Concha Wert nos enseñó la publicidad en mayúsculas y Juana Rubio nos enseñó a escuchar y a escucharnos, aparte de empezar a colocarnos las estructuras mentales en su sitio. Luego, al convivir con periodismo, tuvimos la suerte de compartir tiempo con profesionales de la talla de Ricardo Fraguas, que aun hoy me sigue enseñando y al que sigo admirando o Luis Tomás Melgar, enciclopedia andante de la televisión en España.

– ¿Qué les dirías a aquellos Alumnos/Alumni que quieran embarcarse en un nuevo proyecto?

Esperad lo mejor, apuntad alto y estad preparados para lo peor. Hay que saber caer para aprender a levantarse.

 

Desde el departamento de Alumni Nebrija queremos seguir en contacto con vosotros después de vuestros estudios en la Universidad. Si también tienes un proyecto y quieres que se lo contemos al mundo puedes escribirnos a alumni@nebrija.es

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