El surruralismo de José Luis Cuerda: cuatro películas para un género

Un recorrido por algunas de las obras clave de José Luis Cuerda

Hace más de treinta años, el director de cine José Luis Cuerda (Albacete, 1947), Premio Feroz de Honor 2019, empezó a construir una tetralogía de películas que supondría la creación de un género nuevo dentro del cine español, el surruralismo. Los títulos que componen el género son:

  • Total (1985): creado como mediometraje para televisión, tiene lugar en el año 2598, en Londres, un pequeño pueblo castellano, donde un pastor de ovejas narra algunos sucesos extraordinarios relacionados con el anuncio del fin del mundo.
  • Amanece, que no es poco (1989): A un recóndito pueblo de la sierra de Albacete, llega un ingeniero español con su padre. Allí convivirán con algunos peculiares personajes del pueblo y conocerán sus surrealistas actividades cotidianas.
  • Así en el cielo como en la tierra (1995): En un típico pueblo castellano situado en el cielo español, habitan Dios, Jesucristo, la Virgen María, San Pedro y otros personajes bíblicos que, ante el rumbo disparatado que está tomando el mundo, deciden organizar los preparativos para celebrar el Juicio Final.
  • Tiempo después (2018): En el año 9177, en un mundo post apocalíptico, las fuerzas vivas de un pueblo y un numeroso grupo de desempleados viven separados y enfrentados.

Estas cuatro películas tienen un estilo propio, tan reconocible como indefinible. Una mezcla de surrealismo con ruralismo, al que añadir unas gotas de costumbrismo y una pizca de “absurdismo”. Un género que el propio José Luis Cuerda ha bautizado como “surruralismo” y que, según sus palabras, surge “después del retorcimiento de la realidad que sigue siendo realidad”.

Humor y comedia en el cine de Cuerda

¿Cómo intentar entender el humor en Cuerda? El ensayista estadounidense E. B. White decía que “explicar un chiste es como diseccionar una rana. Lo entiendes mejor, pero la rana muere en el proceso”.

Una definición del humor dice: “el humor es la diferencia entre lo que es y lo que podría ser”. Es una definición certera porque pone el foco en la oposición como una de las herramientas principales de la comedia para construir gags, pudiéndose establecer contrastes de todo tipo: tono, significado, ritmo, lenguaje…

En el cine de Cuerda, “lo que es” abarca cualquiera de las situaciones cotidianas que todos podríamos presenciar cualquier día, en cualquier pueblo del contexto rural; por ejemplo, un examen en una escuela, una huerta de calabazas en un bancal o un amanecer donde el sol sale por el este.

Y “lo que podría ser” es aquello que él imagina; por ejemplo, un examen temático sobre las ingles, un bancal del que brotan hombres en lugar de calabazas o que el mismo sol se rebele y salga por el oeste en lugar del este.

¿De dónde obtiene el director albaceteño todas estas ideas? De la pura observación. La realidad supera muchas veces la ficción más delirante, como cuenta Cuerda: “Había un ciego en Masegosa, el pueblo de mi familia, al que su mujer engañaba diciéndole que estaba lloviendo, cuando no llovía, y le hacía cruzar la plaza saltando charcos imaginarios, lo que provocaba las risas de todos”.

¿Dónde florece el surruralismo?

Los elementos principales de una película son el lugar y el tiempo en los que se desarrolla la acción, los personajes que protagonizan las historias y las tramas y conflictos que los relacionan.

¿Cuáles son los escenarios donde se desarrollan las historias de la tetralogía cuerdiana?: el contexto rural, un escondido pueblo serrano, una típica aldea castellana o incluso el mismo cielo, representado en una pequeña y típica villa española.

¿Por qué? Porque en una comunidad reducida las relaciones interpersonales son más numerosas y directas, más autenticas y frontales, con menos filtros. En un pueblo, los personajes son caracteres únicos y representativos. En un pueblo, tenemos al cura, no “un” cura. Al alcalde, no “un” alcalde. La pareja de la Guardia Civil, no “una” pareja de la Guardia Civil. Incluso al cantinero, no “un” cantinero. En un pueblo todo el mundo se conoce y el carácter y peculiaridades de sus personajes se puede mostrar más nítidamente, brillando más.

La época surrural

El tiempo o la época en la que se desarrollan las historias de Cuerda no es relevante. Bien sea en el año 2598 en la película Total, 9177 en Tiempo después, la posguerra, o en un tiempo indefinido en Así en el cielo como en la tierra. Las películas del surruralismo no necesitan un marco temporal concreto.

Como dice el director manchego, hablando de Tiempo después: “la historia transcurre en el año 9177, mil años arriba, mil años abajo… qué más da…”. Este desprecio por la rigurosidad en las fechas es una seña de identidad. Lo que importan son las historias y los personajes, y estos son y serán en cualquier tiempo.

Los personajes surrurales

Las películas del surruralismo no tienen protagonistas. O, mejor dicho, no tienen unos pocos protagonistas, porque lo son todos. Son películas corales, con elencos amplios. Todos y cada uno de los personajes, como en el arca de Noé, tienen su intervención. ¿Para qué focalizar la acción en uno cuando podemos tener muchos?

Películas con repartos amplios y personajes muy variados son un valor atractivo para el público y, por tanto, un seguro de taquilla. Los repartos de Cuerda son magníficos y, en general, cualquier actor del star system español desea ser llamado para participar en sus producciones. El elenco de Amanece, que no es poco, en concreto, fue definido por Luis García Berlanga como “el mejor reparto del cine español”.

Que todos los actores deseen participar en sus películas es un privilegio envidiable que se traduce en resultados en taquilla y promoción publicitaria extra. Por parte del director, además, es una estrategia inteligente para disponer de material humano en forma de intérpretes que de otra manera sería económicamente inviable.

Surruralismo, ¿hasta cuándo?

En definitiva, el surruralismo, como género creado por Cuerda, se ha asentado en la filmografía española como una denominación de origen propia, consistente y estable. En su bagaje cuenta ya con un currículum con cuatro películas del director manchego, pero ¿hasta cuándo perdurará?

¿Seguirá Cuerda alimentando este nuevo género? ¿Surgirán otros realizadores españoles que continúen su estela? ¿Importarán cineastas de otros países el modelo surruralista para adaptarlo a sus culturas propias? Veremos si el surruralismo ha llegado para quedarse…

Jaime Bauzá
Profesor de guion y habilidades comunicativas de la Universidad Nebrija

Artículo publicado en The Conversation y en Cadena Ser el 17 de enero de 2019.

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