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XII Encuentro Universitario de Traducción e Interpretación Profesional

El Departamento de Lenguas Aplicadas de la Universidad Nebrija organizó la duodécima edición del encuentro universitario de traducción e interpretación que reunió a numerosos profesionales del sector y a los alumnos interesados en conocer las posibles salidas profesionales que se pueden plantear en un futuro.

Una de ellas fue la que presentó Alberto González, de Imatrad, quien les habló de la figura del gestor de proyectos de traducción técnica. González hizo, primero, un repaso por el proceso que implica la traducción de un texto técnico empezando por la recepción y “análisis del texto para elegir el equipo de traducción acorde a ese texto”. Para el experto, el formato en el que se recibe el documento es muy importante, debe ser “editable y convertible para que se haga compatible con los programas de traducción”. Tras realizar la traducción, el revisor volverá a repasar el texto en busca de cualquier error antes de enviarlo al cliente.

Además, antes de enviarlo, se debe hacer en el formato original en el que el cliente lo envió, si no ha pedido otro distinto.

También hay que saber gestionar los plazos en los que el cliente pide una traducción ya que muchas veces son muy limitados y si el texto es muy largo hay que dividirlo y entregarlo a distintos traductores. Sin embargo, González no recomienda esto porque “genera diferencias de estilo y terminología, a pesar de que el revisor luego pueda corregirlas”.

“El punto común de todos estos pasos es la figura del gestor de proyectos”, explicó González, “quien, además de las competencias de traducción, tiene que tener otras competencias de gestión de la relación con el cliente”, añadió.

Una de la recomendaciones del experto para los futuros traductores fue “realizar un diccionario propio de terminologías por sectores para recurrir siempre a las mismas traducciones” ya que la traducción técnica es muy específica en su terminología según el campo del que se esté hablando en el texto.

Otro de los campos de la traducción que se trataron en el encuentro fue la traducción audiovisual a manos del traductor José Ramón Trujillo. Trujillo afirmó que “ahora con la globalización, aunque hay predominancia de la cultura anglosajona, el mercado es más amplio, hay nuevos productos e instituciones y más competencia”. La mayor parte del mercado se concentra en medianas y grandes empresas que emplean la traducción automática y la audiovisual, según dijo Trujillo.

Con la globalización también se ha hecho necesario “adaptar los productos para que sean adecuados para varias culturas y ámbitos lingüísticos”, añadió el traductor.

Uno de los problemas a los que se enfrentan los productores audiovisuales es la falta de continuidad en los encargos a lo largo de una serie. “Muchas veces te encargas de traducir solo un par de capítulos de una temporada y después te dan dos de la siguiente, eso hace que sea imposible seguir el mismo estilo de traducción y haya más errores”, explicó Trujillo.

Trujillo destacó de la traducción audiovisual la dificultad de la oralidad fingida que consiste en “cambiar de la clave escrita al oral, interpretar el guion y adaptarlo a la imagen del personaje, hacer que el texto traducido sea conversacional”.

Ana Heredero, antigua alumna de Lenguas Modernas, quiso abrir a los alumnos asistentes la mirada a la gran diversidad de salidas profesionales que pueden tener, para que no se queden sólo con las primeras ideas y se frustren cuando no lleguen todas las oportunidades que esperaban. Heredero insistió en que uno de los principales problemas es que “nuestros estudios tienen muchos prejuicios y a veces nosotros mismos no sabemos para qué servimos”. La antigua alumna dijo además que “se debe ser activo y aprovechar todas las oportunidades y recomendaciones que nos den”.

Para triunfar en el mercado laboral, Heredero recomendó “la capacidad de adaptación que os diferenciará en el mercado.

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