Nabijon Kuvondikov, segundo secretario, de la Embajada de la República de Uzbekistán, junto a la profesora Chele Esteve y la alumna Sara Moradiellos, de Universidad Nebrija.

Silk Road Universities Network, un nuevo reto para los investigadores de Nebrija

El objetivo de esta investigación es crear una red de universidades inspirada en el concepto de los caravasares, piezas claves en el desarrollo y consolidación en las antiguas rutas de comercio a través de Asía, el norte de África y la Europa sur oriental.

El pasado año finalizó el proyecto Born along the Silk Road, financiado en parte por el International Institute for Central Asian Studies (IICAS) a través del programa UNESCO Silk Road Programme, y por los propios investigadores. Esta investigación fue liderada por la Universidad Nebrija a través de su investigadora principal, Chele Esteve, y del equipo investigador formado por los profesores Rafael Barea, Ana Romero, Jordi Viñolas, Joseba K. Azkaray y la alumna de Diseño, Sara Moradiellos. Además, también formaron parte del proyecto Manuel Martínez Torán, de la Universitat Politècnica de València, y Ricardo Moreno, de la Escuela de Arte y Superior de Valencia.

Durante el proyecto se han recopilado e investigado durante dos años objetos cotidianos relacionados con la maternidad y la infancia; desde cunas, chupetes, sonajeros, juguetes o amuletos hasta los diferentes tejidos característicos de cada país, los cuales han perdurado a través del tiempo y, sin duda, recibieron una fuerte influencia de la Ruta de la Seda. Además, se han grabado nanas características de cada uno de estos países. En este enlace se puede escuchar la correspondiente a Valencia.

Revisando los temas históricos y culturales relacionados en inicio con los países de centro Asia, Uzbekistán y China, hasta llegar a España, se ha evidenciado la fuerte influencia que tuvo la Ruta de la Seda como lugar de intercambio social y cultural. Objetos, procesos y materiales viajaron a través de las diferentes rutas y hoy podemos  analizar los vestigios finales que continúan utilizando etnias, grupos sociales o gremios de artesanía en diferentes países.

El 14 de marzo tuvo lugar en Madrid una reunión con Nabijon Kuvondikov, segundo secretario de la Embajada de la República de Uzbekistán, para establecer los primeros pasos de colaboración de un nuevo proyecto Silk Road Universities Network. El objetivo de esta nueva investigación es crear una red de universidades inspirada en el concepto de los caravasares. Los caravasares fueron piezas claves en el desarrollo y consolidación en las rutas de comercio, a través de Asia, el norte de África y la Europa sur oriental. A lo largo de la Ruta de la Seda, permitieron el intercambio de personas, bienes e información entre un crisol de culturas. Si en el pasado el término caravanserai, del persa khan (خان), hacía referencia a la posada al costado del camino donde los viajeros (caravaners) podían descansar y recuperarse del viaje del día, en el siglo XXI esta idea podría emplazar el templo del conocimiento: las Universidades. De este modo, la Universidad se convierte en un caravasar del conocimiento, en un lugar de reunión en el que la actividad comercial se transforma en actividad académica.

Así, investigadores, profesores y alumnos se trasladan de un caravasar del conocimiento a otro. Se establecen redes con nodos que generaran nubes de conocimiento. Este intercambio cultural apuesta por acercar a pueblos y naciones, creando lazos culturales a lo largo de la Ruta de la Seda. Es importante mantener y crear nuevos vínculos contemporáneos para mantener vivo el espíritu de la Ruta de la Seda.

De ahí que el principal objetivo del proyecto es desarrollar estos caravasares modernos, continuando con la tradicional idea de punto de encuentro de caravanas y creando una red de universidades que actúen como agente diseminador de conocimiento con seminarios, conferencias, talleres y exposiciones.

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