El grupo de primer curso del Grado de Diseño de Interiores visitó, junto a su profesora Covadonga Ríos, la Fundación Fernando Higueras para conocer desde dentro la obra de este conocido arquitecto.
La Fundación Fernando Higueras está en un edificio enterrado proyectado en 1972 por el propio arquitecto para ser su vivienda en el jardín trasero de la que fuera su casa familiar. Es conocida como “Rascainfiernos”.Fue vivienda durante más 30 años, después fue su estudio de arquitectura y ahora es la sede de la fundación que lleva su nombre y que preside Lola Botia. Es un espacio subterraneo de 9x9x7m, más un prisma de 2x2x7m, sin tabiques ni ventanas, limitado por cuatro muros de hormigón que unen las dos plantas, iluminadas por una entrada de luz cenital grande y una menor sobre la escalera.
Como en toda obra de Higueras, el detalle está cuidado y pensado desde el conjunto del proyecto. Excepto la cocina, todo el mobiliario de la casa está diseñado por el arquitecto. Grandes planeras y mesas más bajas de lo habitual que permiten abarcar con el brazo toda su superficie para poder dibujar cómodamente arquitectura. Algunos muebles fueron reutilizados de su anterior estudio de Avenida de América y otros pensados exclusivamente para la vivienda. Es el caso de la estantería del salón, formada por una serie de perfiles en L que forran las paredes como una pieza continua o las cajoneras de la planta superior, que cumplen la doble función de almacenamiento y de separación con el hueco central, evitando así el uso de barandillas que romperían la continuidad visual del espacio.
Tuvimos la suerte de contar con Alberto Humanes como guía y con Miguel Palacios y Rafael del Portillo como fotógrafos. Agradezco su generosidad y lo bien que nos trataron. Siempre es un placer visitar un espacio tan especial y singular.
