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Visita al laboratorio de la ciencia que revolucionará la forma de dar clase en el aula

Cerebros y electrodos fueron los protagonistas de la visita al laboratorio de Ciencia Cognitiva de la Universidad Nebrija en su campus de Dehesa de la Villa. La actividad, encuadrada en la Semana de la Facultad de Lenguas y Educación y en la XIX Semana de la Ciencia y la Innovación de la Comunidad de Madrid, suscitó interés entre los estudiantes y los ciudadanos que se acercaron a comprobar con sus propios ojos el esfuerzo de la ciencia por establecer estrategias que ayuden al aprendizaje en el aula.

Los responsables y alumnos del Máster Universitario en Cognición y Emoción en Contextos Educativos de la Universidad Nebrija, apoyados por el Grupo de Investigación Nebrija Cognición, Educación y Diferencias Individuales, organizaron un recorrido interactivo por tres estancias. En la primera, los estudiantes María Rincón, Rafael San Román, y Sergio Rodríguez explicaron, con ayuda de cerebros de cordero, la estructura de este órgano, “un equipo completo a pesar de que cada parte se enfoca a una función específica”. El lóbulo frontal, donde reside la toma de decisiones, el hipocampo, que registra al momento lo que memorizamos, e incluso la flexibilidad del cerebro, que hace que amortigüe un posible golpe en la cabeza, fueron algunos de los asuntos más tratados.

En la segunda estancia, Claudia Poch, investigadora de la Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad Nebrija, y las estudiantes Natalia Yugo y Leire Beltrán de Guevara desvelaron las técnicas del encefalograma (EEG), que registra la actividad eléctrica de las neuronas “atravesando las capas del encéfalo y del cráneo”. Con ayuda de un eje portátil, un voltímetro –aparato que mide la diferencia de potencial eléctrico entre un punto y otro-, colocado en la cabeza de una alumna, los visitantes comprobaron en un monitor cómo aparecen las ondas alfa cuando se mantienen los ojos cerrados.

Eye Tracker

Sara Uceda, directora del Máster Universitario en Cognición y Emoción en Contextos Educativos de la Universidad Nebrija, y sus alumnas Sandy Contreras, Clara Planchuelo y Alba Rodriguez esperaron a los grupos en la última de las salas del laboratorio. Junto a ellas, el Eye Tracker, una máquina que sigue nuestro movimiento ocular y desvela la dilatación del ojo. Con un experimento programado con una universitaria, las cuatro pudieron demostrar el interés de esta técnica para el aprendizaje cognitivo, pero también para el neuromarketing. A través de la lectura de una frase, el Eye Tracker sabía en qué palabra o solución se detenía más tiempo el ojo de la joven que se había prestado voluntaria para el ensayo.

Laura López y Ángela García, estudiantes de 4º de Educación Infantil, comprobaron cómo aplicar algo nuevo en el futuro desempeño de su profesión y cómo “ayudar a los niños con problemas de aprendizaje”. Después de esta visita, ambas derrochaban ilusión para cambiar el enfoque “tradicional” de la educación actual: “Hay que innovar el método de impartir la clase porque ahora el sistema no se centra en cada niño”.

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