Francisco Rosell

Francisco Rosell confirma la apuesta de `El Mundo´ por los contenidos de pago

Tras unos intentos previos, El Mundo ha iniciado “la batalla” por el cobro de contenidos en España. La información “rigurosa” y la necesidad de contar con periodistas que dediquen tiempo a elaborarlas son los dos ejes donde se asienta este “tercer reto” -después de su nacimiento hace treinta años y la irrupción de internet- que afronta el rotativo. Su director, Francisco Rosell, argumentó esta estrategia durante el Ciclo Periodistas Nebrija, organizado por la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija. “Va a ser una tarea muy complicada y una carrera de fondo porque en España se desprecia la labor intelectual”, aseveró.

En un momento “de gran confusión”, producida por “una suplantación de los medios de comunicación por las redes sociales, en el que la moneda falsa desplaza a la verdadera”, Rosell apeló a la responsabilidad de los primeros como uno de los garantes de la democracia: “Las redes sociales son medios de conversación pública pero no medios de comunicación. Cuando uno compra un ejemplar de cualquier cabecera, sabe quién está detrás. En las redes sociales, los intermediarios no se reconocen, actúan con máscaras”. A su juicio, los periódicos tienen que luchar contra los “hechos alternativos” que confunden los hechos con las opiniones.

Ante esta “absoluta” transformación, el director de El Mundo instó a los periodistas a “preservar el alma” del periodismo porque “es mucho lo que hay en juego”. Unos medios de comunicación “sólidos y creíbles, fundamentales para la democracia y la libertad”, unidos al “entusiasmo” del oficio de contar lo que sucede, es la combinación ideal, según él, contra el “grandísimo nivel de desinformación” que ha calado en la actualidad. Rosell también consideró que a esta realidad contribuye la televisión, que en España “ha ido eliminando progresivamente” los informativos de su programación o los ha integrado como “aledaños del espectáculo”. Contra este “proceso de perversión” en la pequeña pantalla, que a veces reduce los contenidos de los telediarios a los sucesos, el tiempo y los deportes, el director de El Mundo aconsejó leer periódicos para desarrollar un sentido crítico en medio de una sociedad “vociferante”.

Interpelado por Eduardo Castillo, profesor de Periodismo y responsable de los talleres de radio del Club MediaLab de la Universidad Nebrija, y atento a la audiencia joven, Francisco Rosell recomendó a los futuros periodistas formarse, tener “empeño y tenacidad” a la hora de perseguir la noticia y hacer preguntas “incómodas e impertinentes en el sentido de ir al fondo de las cosas”. Con ese empuje, definió el periodismo como “un oficio de muchísima exigencia” y como “la forma más apasionante de vivir la libertad”.

Sobre las tres primeras décadas de El Mundo, su director alabó su ADN de periodismo de investigación y su capacidad de “pedalear contracorriente” como en su nueva apuesta por los contenidos de pago. Una opinión que ensanchó Eduardo Castillo al recordar dos de las citas más significativas de Rosell en el reciente discurso oficial de conmemoración de los treinta años: “El principio básico del periodismo consiste en decirle al poder aquello que no quiere oír o revelar aquello que está interesado en hurtar al conocimiento de la opinión pública” y “Las noticias falsas son tan antiguas como el periodismo. Y, aunque muchos ciudadanos se sienten muy seguros de poder distinguirlas de las noticias verdaderas, no solemos usar la razón para obtener la verdad, sino para ganar discusiones”.

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