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Los alumnos de la Universidad Nebrija “ponen cara” a los periodistas de la Agencia EFE

En la misma línea que marca el documental que EFE ha elaborado con motivo de su 80º aniversario y en el que descubrimos la voz y la imagen de varios de sus periodistas, los alumnos de la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija pudieron “poner cara” a varios de los responsables de la agencia pública de noticias. Su presidente, Fernando Garea, y su directora de Información, Soledad Álvarez, encabezaron una delegación que concurrió a un nuevo episodio de Periodistas Nebrija, un ciclo que, coordinado por los profesores Eduardo Castillo y Marta Saavedra, potencia el encuentro y el diálogo entre los profesionales y los estudiantes de Periodismo.

Un extracto del documental que celebra la longevidad de este invitado “octogenario”, como lo calificó Marta Perlado, decana de la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija, contextualizó el debate con cifras y citas. EFE, que realmente va a soplar este mes de enero 81 velas, elabora, con una plantilla de 2.000 periodistas fijos y colaboradores, 3 millones de noticias al año para 120 países y para 900 medios de comunicación solo en América Latina. En las imágenes, periodistas que han salido del anonimato clásico del redactor de agencia y que buscan la información en países como República Democrática del Congo, China o Libia dejan frases cargadas de experiencia y pasión: “Da igual los medios que tengas, si no escuchas, si no tienes un contacto humano, la noticia carece de alma”, “El periodista de agencia es antivanidoso” o “Las agencias de prensa son como la minería del periodismo: extraemos las piedras preciosas para que otros periodistas hagan collares”.

En esta línea, Garea calificó el estilo de EFE de “sobrio, neutro y aséptico, como corresponde a una agencia pública”. La credibilidad fue otro de los rasgos que más repitió en su discurso. “Todavía se escucha en muchas redacciones aquello de eso es así porque lo ha dicho EFE”, comentó. Garea también aludió a la pluralidad y al respeto de EFE por los derechos humanos, que se plasma en el lenguaje como, por ejemplo, en el uso de “crisis climática” en vez de “cambio climático” o de la palabra “migrante” en lugar de “inmigrante y emigrante”, evitando expresiones como “salto de la valla”.

Verificar la realidad

Ante los retos del periodismo actual, el presidente de EFE precisó que hay que adaptarse, “no solamente al formato multimedia”, sino también a un mayor análisis de la realidad y a nuevos contenidos, sin olvidar la lucha contra las noticias falsas. En este sentido, la agencia pública cuenta ya con el servicio EFE Verifica, que analiza el discurso político y los contenidos virales en las redes sociales “para comprobar si se ajustan a los hechos o los datos disponibles”.

Por su parte, Soledad Álvarez incidió en “el espíritu joven y la mirada fresca” de una agencia de ochenta años que “se limita a los hechos contrastando fuentes”. La directora de Información admitió que EFE se encuentra en un proceso de “reestructuración con cambios en los formatos y acceso a nuevas plataformas” como la tableta y los teléfonos inteligentes. De hecho, la agencia ha puesto en marcha un plan de “periodismo móvil” para duplicar la producción en vivo de sus corresponsales y un departamento global –“360”- que integra las páginas electrónicas temáticas de EFEverde, EFEsalud y EFEminista – y secciones como Estilo, Futuro y Motor. Con estas medidas EFE “se pone las pilas para recuperar la credibilidad de los medios tradicionales, que están perdiendo el monopolio de la información por la aparición de múltiples actores”. Garea recogió el guante de su colega intentando contestar a la siguiente pregunta: “¿Estamos dando los contenidos adecuados a los jóvenes?”. El presidente de EFE contestó con dos ejemplos sobre el camino que no están transitado unos medios tradicionales que no dieron “ni una línea” sobre un encuentro de deportes electrónicos que llenó Vistalegre en el otoño pasado o que no integran en sus plantillas a un crítico de series de televisión, un nicho de cultura muy consumido por los jóvenes.

Entre el público también surgieron las voces de otros periodistas de EFE como Javier Marín, responsable de la sección de Grandes Reportajes, otra de las novedades de la agencia, que recomendó a los futuros periodistas formarse en el sector audiovisual y relacionar grandes temas con historias personales como la de Esther Iruruma, “que vive en un barrio chabolista de Nairobi y trabaja como limpiadora en una zona de clase alta”. Iruruma pasa seis horas al día en el transporte interurbano e invierte el 40% de su salario para pagarlo. “Parte de su pobreza es culpa de la ciudad”.

Valor de contenidos

Álex Cubero, responsable de Información Multimedia de EFE, aconsejó a los estudiantes difundir sus trabajos periodísticos por las redes sociales “para dar valor a sus contenidos”. De hecho, Garea recordó cómo el baile de Miquel Iceta en 2015 durante un mitin del PSC, que Cubero grabó con su móvil, se hizo viral.

Por su lado, Emilia Pérez, directora de Economía, apuesta por espacios tan definidos como un set en la Bolsa de Madrid o un debate audiovisual entre los portavoces de los diferentes partidos políticos para divulgar la información de la que es experta. Luis Sanz, director de Nacional, también se dirigió a los universitarios: “Yo quiero periodistas que lean, que vayan al cine y al teatro, que sean conscientes de la responsabilidad y la función social del periodismo”. Además, reclamó profesionales “que se paren, más ahora cuando todo va más rápido”. En su turno de intervenciones rápidas, Lourdes A. Esmorís, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de EFE, prefirió regalar su tiempo para escuchar las preguntas de los estudiantes. De ellas salieron algunas de las reflexiones aquí reflejadas y que cerraron un acto que empezó por la referencia al pasado de EFE. Un antes, personificado por el periodista y maestro de periodistas José Julio Perlado, que, tal y como narró su hija Marta, leía y organizaba en su despacho los teletipos de la agencia que luego utilizaría para sus clases en la universidad.

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