Ópticas para un mercado de trabajo con impactos conocidos e impredecibles

El Consulenti del Lavoro y la Universidad Nebrija, después de rubricar un convenio de colaboración, organizaron una mesa redonda que, bajo la denominación El futuro del trabajo en Europa 2.0, reunió a representantes profesionales, agentes sociales y voces del mundo académico. Juan Cayón, rector de la Universidad Nebrija, contextualizó el debate con una mirada rápida sobre un mercado de trabajo, que contempla “impactos conocidos” como la globalización, la bajada de la natalidad y la presión demográfica, pero también otros “impactos impredecibles” ante “escenarios complejos”.

Rosario de Luca, presidente de la Fundación de Estudios Consulenti del Lavoro, hizo hincapié en la necesidad de una formación continua del trabajador que case con los nuevos criterios del empleo, impulsados por la inteligencia artificial, pero “que necesita el factor humano”.

Los diez aspectos y acciones clave del futuro del trabajo los enumeró “con un brochazo amplio” Pedro Fernández Alén, secretario general de CEPYME (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa): gobernar los cambios; cambiar la política económica para un mayor crecimiento sostenible; estudiar el futuro de la ocupación – alejado de la forma presencial-; contemplar en las ofertas de trabajo vectores como la inmigración, la productividad, el envejecimiento y el nivel educativo; atender las demandas de trabajo a las transformaciones socioeconómicas y tecnológicas; continuar el diálogo entre los agentes sociales; contar con las nuevas relaciones laborales y con la calidad y una mayor flexibilización del empleo; dar importancia a la gobernanza, con leyes modernas y convenios internacionales; ver las tendencias económicas y las repercusiones en la cohesión social –“el sistema fiscal está basado en la renta del trabajo; quizás haya que buscar otra variable”-; y la adaptación de la Seguridad Social al futuro del empleo.

Menos fronteras

Mientras que Marina Calderone, presidenta del Consejo Nacional de la Orden del Consulenti del Lavoro, insistía en la innovación como uno de los factores primordiales del momento actual del empleo en Europa, Ricardo Gabaldón, presidente del Consejo General de Graduados Sociales de España, destacó el “decisivo” papel de la inteligencia artificial y la continua formación en un futuro del trabajo “que comienza ahora mismo”. Gabaldón manifestó que no solo el concepto del “trabajador permanente” en una misma empresa está cambiando, sino que también ha de transformarse el “rígido” mercado de trabajo español. A su juicio, cada vez hay menos “fronteras” entre los trabajadores por cuenta propia y ajena.

Por último, María Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical en CCOO (Comisiones Obreras), defendió dos variables laborales que “siempre” han de tener su presencia: la “centralidad” del trabajo en las estrategias políticas y la “aspiración de condiciones dignas” por parte de los empleados. En “un momento esperanzador en el que se abre una mesa social”, Vicente apostó por una formación que responda a políticas “impulsadas desde lo público”, con la colaboración del ámbito privado y la participación de los agentes sociales.

Después del coloquio, celebrado en el campus de Madrid-Princesa, el profesor Stefano Mustica, presentó las tareas sobre el proyecto Future Job Best Trend.

Profesionales liberales

En la jornada previa a la mesa redonda, Marina Calderone habló de las profesiones liberales como una parte “esencial” del tejido social y del Producto Interior Bruto de Europa, donde cuentan con “mucha” tradición. Aunque no existe una nomenclatura “formal” de profesión en el Tratado de la Unión Europea, su artículo 57 sí cita las actividades de servicio. La presidenta del Consejo Nacional de la Orden del Consulenti del Lavoro –los graduados sociales es su equivalente en España- confesó su empeño en luchar por la consecución de una definición “unitaria y única” de la profesión liberal en el entorno de la Unión Europea. Algún paso en este sentido la ha fijado la Directiva 2005/36, relativa al reconocimiento de cualificaciones profesionales y la movilidad de los trabajadores.

Calderone, portavoz de las profesiones liberales y reglamentadas en Italia -que representan un trabajo intelectual y no una empresa-, afirmó que en su país hay 2,3 millones de trabajadores de 27 profesiones reglamentadas inscritos en los colegios profesionales. Todos, tras una reforma del año 2012 tienen que estar cubiertos por una póliza de seguro. “Así no solo garantizamos nuestra profesionalidad sino también una protección ante cualquier daño”, aseguró.

La relación de confianza y responsabilidad con el cliente, la independencia, la convivencia entre la deontología y la normativa, la formación continua más allá del título universitario, la innovación, la libertad y la mente abierta a las transformaciones son los aspectos, en su opinión, que definen a los profesionales liberales.

Calderone animó a los jóvenes a apostar por el “valor” que representan estos trabajos: “Aunque ser un profesional autónomo es elegir una vida incierta, sin certeza de un salario a fin de mes ni un horario fijo al día, tendrán la satisfacción de hacer el bien a las personas y contribuir al desarrollo de su territorio”. En esta apuesta laboral, que llega “donde no alcanza el Estado ni la lógica del mercado”, Calderone ponderó la cultura, “el ancla de salvación de nuestra sociedad”, como la esencia de los profesionales liberales.

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