Mujeres de la Generación del 27

“Es importante recuperar la obra de las autoras del 27 para que existan referentes”

Dentro de las Jornadas “Mujeres para quitarse el sombrero” se hizo un especial hincapié en aquellas que han servido como musas e inspiración para las charlas y mesas organizadas: las mujeres de la Generación del 27.

Por eso uno de los coloquios reunió a Laura de la Parra, directora del grado de Lenguas Modernas y poeta, con Gema Palacios, investigadora predoctoral FPU en el departamento de Historia y Teoría del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid y también poeta. Ambas forman parte de una asociación sin ánimo de lucro, Genealogías, que une a poetas con el objetivo de recuperar el espíritu de los encuentro de culturales entre escritores y poetas del pasado siglo. Genealogías se fundó en 2015 y reúne ya a setenta poetas de toda España que están intentando recuperar obras de autoras que son esenciales, pero que han desaparecido y a las que no se les dio el reconocimiento que merecía.

Ambas unen la vida poética y académica y se preguntan cómo pueden difundir la escritura de las mujeres. Gema Palacios afirmó que para ella “son el mismo aspecto. Mi vocación es la enseñanza y yo empecé a investigar sobre estas mujeres porque yo escribía y necesitaba sus biografías para comprender a estas artistas”.

Recuperar estas obras y la vida que llevaron sus autoras es necesario para crear referentes: “Es importante hablar y nombrar una realidad, para que esta pase a formar parte de nuestro mundo. Hay que hablar de las autoras del 27 para existan referentes”, explicó Palacios.

Según la investigadora, “la crítica feminista está recuperando estas figuras y, sobre todo, los motivos políticos, históricos o sociológicos que les hicieron tan difícil sobre salir y realizar su arte. Esta carrera de obstáculos también les dificultó desarrollarse plena y libremente”.

Las normas sociales que regían la vida de las mujeres condicionaban a estas artistas, no solo por los temas que estaba bien visto que trataran en sus composiciones, sino por los espacios a los que podían acceder o no, como por ejemplo las tertulias intelectuales de hombres: “Escapaban de sus familias conservadoras para acercarse a los círculos más vanguardistas para darse cuenta que el discurso no era menos sexista que el de sus familias, no las trataban como iguales, como mucho eran las musas”.

Ambas autoras aseguraron que la situación hacia las mujeres poetas está cambiando, “pero esperamos que en los catálogos aparezcan más mujeres y no solo en editoriales o sellos especializados en obras de mujeres”.

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