Javier Ramos Guallart: “Todo suma y aunque tú no lo veas, tu cerebro sí”

“El mayor consejo que os puedo dar es que no hagáis planes pequeños”. Esa frase la pronunció el reputado arquitecto Javier Ramos Guallart durante su conferencia sobre la gestión del patrimonio cultural. Quizás además de un inspirador consejo a nuestros alumnos, también era una de las fórmulas que le ha servido para llegar a la cima de su vida profesional.

Licenciado por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, lleva más de 36 años dedicado a la arquitectura. Entre el gran número de cargos que ha desempeñado en su vida profesional destacan el de arquitecto territorial del Patrimonio Cultural en León en el Servicio de Cultura de la Junta de Castilla y León (1984-1994) o el de Secretario General de Vivienda en el Ministerio de Vivienda (2004-2010), entre muchos otros. Además, se ha encargado de grandes proyectos como la Restauración de la Ciudad Histórica de Santiago y, actualmente, dirige la Real Fábrica de Cristales de la Granja de San Ildefonso – Centro Nacional del Vidrio.

Durante la ponencia con nuestros alumnos y futuros arquitectos, explicó los entresijos y dificultades que conllevó la restauración de la ciudad histórica de Santiago de Compostela. Una obra que duró diez años (1994-2004) y en la que Javier Ramos Guallart fue pieza fundamental señalada por el propio arquitecto como uno de “los mayores éxitos de la historia que se ha logrado en la capital de Galicia”.

No obstante, no todo fue un camino de rosas, ya que también tuvieron que convencer a las familias afincadas en esa zona de que el proyecto iba a ser beneficiosa para ellos. “Cuando los edificios de una ciudad envejecen afecta a muchos ámbitos de la sociedad. No solo la zona pierde atractivo, sino que también se pierden cosas tan esenciales como el comercio o aparece la inseguridad entre sus habitantes”, afirma el arquitecto.

La ausencia de modernización es un problema que también ha afectado a la Fábrica de Cristales de la Granja de Segovia en el que Javier Ramos Guallart aparece como la cara visible de su revitalización desde 2019. “Nuestro objetivo es que la fábrica tenga vida, que no paren de pasar cosas ahí dentro”, afirma. Un objetivo en el que se integra la renovación de las propias instalaciones de la fábrica, un enfoque nuevo de comunicación y marketing o el acogimiento de eventos de todo el mundo, entre muchas otras medidas.

No es, sin embargo, una experiencia nueva para Javier Ramos Guallart ya que entre 2013 y 2016 organizó diferentes cursos internacionales de intervención en el patrimonio, desde la Escuela de Patrimonio Cultural, dentro de la propia fábrica. Bajo el lema “aquí hay mucho por hacer”, 150 profesionales de distintas disciplinas del arte conocieron de primera mano los entresijos del edificio y “sacaron un montón de ideas” para aprovechar la estructura y así, evitar su cierre. Se prevé que el plan de revitalización esté a pleno rendimiento para 2022 ya que como dijo el arquitecto español “todo suma y aunque tú no lo veas, tu cerebro sí”.

 

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