La “nueva normalidad” de la EBAU 2020

La evaluación de bachillerato que da acceso a los estudios universitarios se puede encontrar con distintos nombres en función de la comunidad autónoma, la lengua cooficial elegida o el acrónimo que se utilice. En el presente artículo usaremos “EBAU”. La pandemia ocasionada por la COVID-19 ha modificado las fechas en las que se realiza, los lugares e incluso la forma de prepararla. Voy a exponer las claves para preparar y superar con éxito la prueba de acceso a la universidad -a pesar de las circunstancias actuales-.

Ante este reto, tendremos una sensación de nerviosismo, es el estrés. No hay que tenerle miedo, ya que es una respuesta adaptativa a la exigencia del examen y, por tanto, generadora de posibilidades y éxitos.

La EBAU del año 2020, gracias al acceso a la tecnología, se puede seguir preparando, reforzando y practicando. A través de videoconferencias y redes sociales, no tenemos que renunciar a trabajar y estudiar en grupo; no debemos aislarnos.

La organización y planificación se presenta como una de las variables clave. Crear nuevas rutinas adaptadas a las circunstancias mejorará la productividad y llegar al examen con las materias bien aprendidas.

Por su parte, las decisiones y acciones encaminadas al autocuidado pondrán al alumno en una situación adecuada para afrontar las jornadas y tiempos de los exámenes y mejorar su rendimiento. Cuidar la alimentación, no saltarse comidas y ocuparse de obtener una proporción adecuada de nutrientes proporcionará a nuestro cuerpo y cerebro la energía necesaria para realizar las tareas.

Además, el sueño reparador, no menos de 7 horas diarias, permite a nuestro cerebro acceder a la fase REM. Al dormir profundamente estimulamos nuestra capacidad para generar ideas abstractas, interpretar estímulos sensoriales, asociar ideas, interpretar y dar respuestas novedosas, y consolidar la memoria y el aprendizaje.

Asimismo, ejercitarse fortalece las conexiones neuronales, la capacidad de aprendizaje y genera endorfinas asociadas a sentimientos de euforia, bienestar, felicidad y buen humor. El ejercicio vigoroso y corto las libera. Puede ayudar a mejorar la autoestima, la autoimagen, las habilidades sociales, la calidad de vida, y disminuir el estrés y la ansiedad.

No debemos dejar de cuidar la autoestima, la autovaloración y el autoconcepto, fomentando los pensamientos positivos con mensajes que nos ayuden a recordar nuestra valía y capacitación. Hay que creer en nosotros mismos y nuestro trabajo.

Por otro lado, se debe preparar anticipadamente el material y todas aquellas herramientas que necesitaremos en los exámenes; no olvidemos que en estas circunstancias será difícil prestarlo, pedirlo prestado o compartirlo. Hay que incluir mascarillas, agua, pañuelos desechables y llevar ropa adecuada, cómoda y por capas para poder adaptarse a la temperatura del ambiente. Se debe llegar acostumbrado a usar mascarilla durante tiempos prolongados para que no incomode durante las pruebas. Es recomendable, también, conocer el lugar donde se realizará el examen con anticipación y llegar con tiempo suficiente; esto proporcionará tranquilidad.

Es necesario contestar a los exámenes teniendo en cuenta el valor de cada pregunta y el dominio del tema que tengamos. No hay que preocuparse si un examen no sale tan bien como esperábamos, habrá oportunidad de mejorar la nota en otras materias.

Por último, hay que ocuparse de estar en “el aquí y el ahora”; ni el pasado ni el futuro deben tener cabida a la hora de hacer el examen, hay que concentrarse en el trabajo, los conocimientos adquiridos y en defenderlos.

Si se pone en práctica todo lo dicho anteriormente, la EBAU, será sin duda una experiencia inolvidable, un reto con el que los alumnos podrán conseguir superar sus expectativas y dar el primer paso para llegar a ser el profesional que sueñan ser.

Blanca M. Pastor Alonso, responsable del Gabinete de Orientación Psicopedagógica de la Universidad Nebrija

Artículo publicado en El Economista el 15 de junio de 2020

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