Silvia Vengas

Silvia Venegas imparte una charla sobre el género documental con temática social

Con motivo de la Semana del Cortometraje de Madrid, los alumnos del Grado en Comunicación Audiovisual recibieron la visita de la directora ganadora de dos Goyas, Silvia Vengas.

Venegas se ha especializado en documental y cortometrajes con una temática social. Es miembro de la Academia Española y Europea de Cine y fundadora de la productora Making DOC.

El cortometraje que presentó a los alumnos fue Nuestra vida como niños refugiados en Europa (2018) que ganó su último Goya en la edición de 2020. Venegas explicó que la necesidad de contar estas historias nació al ver que los medios de comunicación cubrían la llegada de cientos de niños a los campos de refugiados, “pero no sabíamos qué ocurría luego con ellos, cómo vivían”. Además, se estaba denunciando la desaparición de cientos de estos menores que caían en las mafias y no se volvía a saber nada de ellos. El cortometraje sigue a los niños desde su llegada a Grecia a los campos de refugiados, hasta Suecia donde intentan formar una nueva vida con más oportunidades para perseguir su futuro.

La mecha de este corto prendió cuando, tras presentar en Mälmo (Suecia) una película de este tipo de temática en un centro de jóvenes y niños refugiados, “muchos menores afganos se acercaron a contarnos sus historias y nos impactaron con lo que habían vivido. La Europol dio estas cifras de niños que estaban desapareciendo, pero no daban explicaciones y no volvieron a hablar del tema”, se queja la directora y productora.

De todo su periplo para sacar este cortometraje adelante, Venegas destacó la dificultad de gestionar los permisos en los distintos países ya que al tratarse de menores “fue bastante complicado. Por un lado, están las ONGs que quieren proteger a los menores, y por otro están los países que dirigen esos campos de refugiados y que nos denegaban los permisos para entrar. Finalmente conseguimos hacer las entrevistas gracias a contactos personales y profesionales que ya teníamos”. El trabajo previo que realizó el equipo para conocer al personal de los centros, a las familias y a los menores sin las cámaras delante para ganarse su confianza fue una de las partes más importantes.

Del género del documental, Venegas aseguró que “tienes que estar abierto a la improvisación porque la realidad que quieres mostrar siempre va cambiando. Tienes un guion de las secuencias que tú quieres tener y eso es lo que te ayuda a conseguir los fondos para rodar, pero luego te encuentras con toras cosas cuando enciendes la cámara y también en el montaje. El documental es un género muy vivo”.

La idea de hacer un cortometraje también estuvo muy pensada por parte de la directora. “Este corto documental está dirigido a los niños y los jóvenes para que conozcan esta realidad. Poe eso, algunas cosas que nos contaron no podíamos ponerlas por su dureza, para que no calificaran el corto para adultos. La duración de 15 minutos es para que los profesores y centros puedan darle un uso educativo en sus clases y que así llegue a los más jóvenes”.

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