Se acredita el Programa de Doctorado en Tecnologías Industriales e Informáticas por parte de la Agencia de Calidad de la Comunidad de Madrid con resultados muy favorables

La Fundación para el Conocimiento Madrimasd ha emitido un informe favorable de todos los criterios y dimensiones evaluados en el Programa de Doctorado en Tecnologías Industriales e Informáticas. En todos los criterios, se ha obtenido una calificación de “B” que quiere decir que el estándar para este criterio se logra completamente.

En cuanto al equipo de investigación, el informe refiere que “los tutores y directores tienen un sólido currículo”, “se cumple sobradamente el requisito del mínimo del 60% con experiencia investigadora vigente acreditada” (“la gran mayoría de profesores disponen de sexenio vivo o méritos equivalentes”). Además, “se ha evidenciado en las audiencias que demuestran una alta implicación en el Programa y en el seguimiento del doctorando (reuniones semanales, cercanía, accesibilidad, adaptación al formato online, etc.) Se trata de un único equipo que tiene más de un proyecto activo en convocatoria competitiva y que ha conseguido, en relación con el tamaño del equipo, una destacable cantidad de proyectos de investigación, nacionales e internacionales, obtenidos en convocatorias competitivas”.

En cuanto al criterio de la gestión del título, el informe destaca que “en la visita se pone de manifiesto la satisfacción de los grupos implicados con este aspecto. Destacan la pertinencia de las actividades transversales (comunes a todos los Programas de Doctorado) y la flexibilidad de las actividades específicas que consiguen dar respuesta a las necesidades formativas concretas de cada doctorando. Es un sistema activo, ágil y que se actualiza cada año.”

Otro criterio que destaca el informe es el que se refiere a la financiación del programa: “una parte muy considerable de los doctorandos están financiados para realizar la tesis. Por tanto, se considera que la financiación del programa es muy conveniente para el desarrollo del Programa de Doctorado.”

En relación con el criterio de resultados, el informe subraya que “en la audiencia con doctorandos y egresados se ha puesto de manifiesto una alta satisfacción con los resultados de su aprendizaje, y han valorado especialmente las habilidades de investigación adquiridas, así como su capacidad de autonomía en la toma de decisiones en la realización de la tesis.” También valoran positivamente las publicaciones de los doctorandos.

El director de la Escuela de Doctorado, Juan Arturo Rubio cree que “este informe tan bueno no es algo casual. Está sustentado por un trabajo que a veces no es visible que llevamos realizando desde la Escuela con el apoyo del Vicerrector de Investigación desde hace unos años”.  Según Juan Arturo Rubio, son varias las dimensiones que se trabajan para que los programas tengan una calidad y solvencia académica: “En primer lugar tenemos un sistema de garantía de calidad muy congruente con la realidad de nuestra universidad. Cada programa pasa la prueba del algodón cada año con una batería de más de sesenta indicadores que analizan las posibles debilidades del programa y se proponen planes de mejoras continuos. Hay otros factores también determinantes como la calidad académica del profesorado de los investigadores adscritos al programa de ingeniería y su oficio en la supervisión de las tesis. Esto lo cuidamos mucho en la escuela. También se trata de un trabajo muy colaborativo y estrecho que hacemos el vicerrector, Alvaro Bustinduy y la dirección de la Escuela. También el apoyo del PAS de la Escuela, que valoro especialmente y la UTC. Todo suma”

Por su parte, el director del programa, Alfonso Sánchez-Macián, comenta que “este resultado se fundamenta en varios aspectos. En primer lugar, el programa cuenta con un equipo investigador potente, con colaboraciones nacionales e internacionales y proyectos competitivos. Por otro lado, existe una importante inversión por parte del Vicerrectorado de Investigación para atraer talento y dar soporte a los procesos de investigación y formación doctoral, dentro de una estrategia diferenciadora de la Universidad. Finalmente, junto a la Escuela de Doctorado se ha definido un itinerario formativo que completa las competencias de los doctorandos y permite buscar sinergias con otros programas”.

Asimismo, el director de la Escuela apunta que la Escuela de Doctorado son uno de los escaparates principales de la Universidad y que el prestigio académico de los programas de doctorado irradia hacia los másteres y los grados: “Hemos trabajado artesanalmente esta Escuela desde el inicio, los equipos rectorales nos han apoyado siempre. Así se construye la reputación de una Escuela de Doctorado y, por tanto, la de la propia Universidad Nebrija, con equipos de investigación potentes en cuanto a calidad investigadora y no a la cantidad. A eso hay que sumar un trabajo constante en la gestión de la calidad, de un proyecto formativo transversal de la escuela con altísima satisfacción por parte de los doctorandos. No hay secretos. Aquí se trabaja mucho y con una estrategia muy definida que compartimos entre la dirección y los coordinadores de los programas. Ahora bien, cada programa es un mundo distinto que necesita de unos matices y recursos diferentes a la del resto. Con estos mimbres hacemos cada cesto, a eso me con lo de que se trata de un trabajo artesanal”.

Los resultados de la acreditación del programa de ingeniería deben marcar la línea del resto de los programas: “Al año que viene nos toca acreditar el de Lingüística, que es un programa muy simbólico en esta Universidad y vamos a intentar mejorar incluso los valores de la acreditación que hemos obtenido con el de Ingeniería”.

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