“En una desaparición, las primeras horas son cruciales”

“En España, cada treinta minutos se pone una denuncia por persona desaparecida”. Con este dato comenzaba la charla Javier López Campos, comandante de la Guardia Civil y jefe de servicio del Centro Nacional de Desaparecidos, con quien los alumnos del Máster en Seguridad y Defensa tuvieron un encuentro.

En la charla, López explico a los alumnos cómo funciona este Centro de reciente creación, las labores que realizan desde él y algunas claves de las investigaciones de la desaparición de personas en nuestro país.

El comandante de la Guardia Civil continuó afirmado que “ahora mismo hay 4000 denuncias activas por desaparecidos, esto quiere decir que no se ha localizado a la persona aún. A esto le sumamos 3000 cadáveres sin identificar que también registra el Centro Nacional de Desaparecidos”. Lo que es más importante para el jefe de servicio de este centro es “que detrás de estas cifras hay familias y personas que están sufriendo”.

López explicó en la charla que anteriormente a este centro “no existía un sistema de control correcto de estas desapariciones”. Una comisión parlamentaria en 2013 reconoció esta problemática y decidió hacerle frente definiendo lo que era una persona desaparecida y estableciendo un protocolo de actuación a nivel nacional ante estas situaciones. Además, se creó una base de datos de personas desaparecidas.

Entre las funciones que realiza el Centro Nacional de Desaparecidos, López destacó desde la recepción y coordinación de las denuncias con las fuerzas de seguridad, peticiones de colaboración ciudadana, creación de campañas de sensibilización, seguimiento de los casos, aportación de datos técnicos a las investigaciones y a la Secretaría del Estado. También atienden a los familiares de las víctimas, “tarea para la que hace falta una gran calidad humana”, puntualizó López.

El jefe de servicio del Centro explicó la clasificación de personas desaparecidas establecida en el protocolo en función de la intencionalidad de la desaparición: voluntarias (fugados), involuntarias (sin causa aparente) y forzosas (dentro del ámbito delictivo).

En términos de actuación, López aseguró que “es un mito lo de que hay que esperar 24 horas para denunciar las desapariciones porque las primeras horas son cruciales, pero sí se recomienda hacer una primera búsqueda en el entorno más cercano”. Además, para realizar la denuncia es importante recopilar información y una imagen del desaparecido y comprobar el último contacto establecido con familiares y amigos.

El comandante de la Guardia Civil explicó que hay dos tipos de alertas. La alerta Amber, que se activa en casos de desapariciones de menores de 18 años en situación forzosa o delictiva; y la alerta mayor desaparecido, que es para casos de mayores de 18 años de un grupo vulnerable por tener problemas cognitivos, una discapacidad y con un riesgo inminente para su vida.

La coordinación con las fuerzas de seguridad es indispensable para que estas alertas tengan un funcionamiento correcto, se inicien las investigaciones y se encuentre a la persona lo antes posible: “La mayoría de las personas suelen aparecen en los primeros cuatro días”, concluyó López.

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