`Tierra, Madre doliente´, de Eduardo de Elío Oliveros, en Hoyo de Manzanares

Eduardo de Elío Oliveros, alumno de 4°de Bellas Artes de la Universidad Nebrija, expone Tierra, Madre doliente en la Casa de la Cultura de Hoyo de Manzanares hasta el 25 de marzo.

“En un contexto como el actual, donde la naturaleza es cada vez más desplazada a la periferia de lo humano, me siento tentado a situarla en mi obra creadora, en un lugar prominente. Como una fuente desde donde salto, me recreo y recreo y siempre vuelvo a su esencia, cuestiono los tradicionales límites de lo figurativo y lo abstracto, a través de imágenes que asumen diversos niveles de referencialidad. Así, doy luz a mi aportación, esencialmente pictórica, abordando, además, la creación de dispositivos tridimensionales e instalaciones ambientales. En este sentido se me reconoce involucrado en una investigación que destaca por diversos modos multicolores y multiformes, en los que puede ser apreciada la naturaleza y las múltiples maneras de relacionarnos con ella”, aduce Eduardo de Elío Oliveros.

Según sus palabras, el proyecto expositivo es un homenaje a la mujer, “vinculándola a la Madre Naturaleza a través de una comparativa entre la sociedad y el medio natural, en la que ambas han sido desplazadas a un segundo plano a lo largo de la historia”. La muestra parte de un poema, compuesto por el propio autor a modo de oración y que trata el concepto del resurgimiento de la naturaleza perdida. El escrito ha sido ilustrado de forma libre por alumnos del Colegio CEIP Vicente Aleixandre. “La iniciativa de hacer partícipes a los niños surge de la idea de colaboración como medio para transmitir el pensamiento que se plantea en la obra, en este caso un problema socio-natural, y aprender de la inocencia de los más pequeños”, señala en el programa de la exposición.

Su poema es el siguiente:

Tierra, madre doliente, que de tus entrañas surge el milagro de la vida.
Creadora de mundos y maravillas, que por ellos vagan tus hijos los inconformistas.
Defensora y refugio de las almas, a las que incondicionalmente proteges y amas.
Tierra, madre doliente, que de tus lágrimas brote la esencia de tu naturaleza latente.

Recientemente, Eduardo de Elío Oliveros se ha proclamado ganador del Premio a la Ilustración de la Universidad Nebrija Utopías posibles con su obra Una tarde de sol en Madrid.

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