Desde pequeño, el músico Gustavo Díaz-Jerez mostró su pasión por la ciencia y por el arte. Con el paso del tiempo, unió ambas sensibilidades en sus composiciones. “Como un escultor”, mezcló modelos matemáticos, creatividad computacional e inteligencia artificial para generar “nuevas herramientas que amplían el horizonte del arte”. Del desarrollo de algoritmos que emulan el comportamiento creativo de un músico trató Díaz Jerez en su conferencia enmarcada en el innovador TEDXUnebrija, en la Universidad Nebrija.
Para obtener materia prima para sus obras desarrolló FractMus, un programa informático dedicado a la música algorítmica y generativa, y entre 2009 y 2012 participó en el desarrollo del ordenador Iamus, que genera música sin intervención humana. De esta guisa, sacó en 2012 un CD con piezas de cámara y de orquesta de gran formato. También ha coqueteado con Magenta, plataforma de Google de código abierto enfocada a las artes que emplea el machine learning. Gustavo Díaz-Jerez, profesor de piano del Conservatorio Superior de Música del País Vasco “Musikene” y director artístico en el proyecto Melomics del GEB (Grupo de Estudios en Biomimética, de la Universidad de Málaga), explicó cómo ese deep learning (aprendizaje profundo) –algoritmos basados en redes neuronales- “aprende de un conjunto de datos y elabora un nuevo material”. De hecho, el compositor canario introdujo sus obras para piano, sus Metaludios, un catálogo de 2 horas y media, para que, “después de entrenar al algoritmo”, este genere cientos de fragmentos de entre tres y cuatro minutos. Uno de los tres con los que finamente decidió quedarse lo estrenó en el TEDxUnebrija. “Escucho estos fragmentos y noto reminiscencias de mis otros Metaludios, la inteligencia artificial es capaz de generar material musical que me imita; técnicamente no los he compuesto yo, pero hay un eco mío”, dijo.
Admitiendo los fractales, “una rama de las matemáticas que describe con gran precisión algunos fenómenos naturales, para generar un discurso musical”, Díaz-Jerez manifestó que debemos superar “el miedo y los prejuicios” de la inteligencia artificial y apostar por la ayuda que nos brinda como herramienta y fuente de inspiración. “A lo mejor, estamos ante un nuevo tipo de arte en el que no se puede prever que va a suceder a continuación; al haber sorpresas, me mantiene en movimiento como compositor”, añadió durante su participación en el TEDxUNebrija.
