En cierta ocasión, Inés Bebea escuchó que la tecnología resuelve los problemas humanos.
“Luego llegó la pandemia y nos obligó a parar, ¿por qué no aprovecharlo y aprender sobre nuestra relación con el mundo?… pero en lugar de eso decidimos que los niños no perdieran clase… En casa se multiplicaron las tecnologías, más móviles y ordenadores, más aplicaciones en la nube… pensábamos que la tecnología era la solución al problema, pero algo no iba tan bien… cuerpos inmóviles usando móviles, ¿qué cuerpo se nos queda con estas tecnologías?, el corazón ha quedado encerrado en el pecho, el cuerpo es el vehículo que traslada nuestra cabeza de un lugar a otro … ¿qué cuerpo se nos queda con estas tecnologías? Las poses duelen sobre todo cuando se mantienen durante un largo tiempo, el cuerpo nos muestra la actitud ante la vida, la ética y la estética… ¿qué vida estamos viviendo?… Nuestros movimientos recuerdan Tiempos Modernos, de Chaplin … el humor y la distopía pretenden alertarnos, señalar aquello que no funciona…. Se quedan así los cuerpos porque estas tecnologías se quedan para enganchar, estas tecnologías utilizan un lenguaje que oculta la verdad… las tecnologías se sostienen sobre las personas y la explotación de los recursos naturales… ¿por qué se quedan así los cuerpos? Estamos aquí para plantear respuestas coherentes, un mundo cuyo progreso sea hacernos más humanos, un mundo donde la escuela eduque a los jóvenes para la vida… y donde la tecnología ocupe el lugar que le corresponde, que no enganchen con sus aportaciones… sin engaños… que tomen de la naturaleza solo lo necesario. No hay tiempo que perder, necesitamos un mundo nuevo, primero un pie y después el otro, con consciencia en el día a día… un día te llamaré por teléfono en lugar de grabar un audio, desactivaré las notificaciones del móvil para encontrarme conmigo mismo y activar el silencio, otro día borraré cosas en la nube que nunca miro y aplicaciones gratuitas de multinacionales… otro día me uniré a un taller comunitario que me ayude a reparar mi ordenador… se puede empezar hoy mismo… Necesitamos un movimiento de gente moderna que devuelva la tecnología al lugar que les corresponda, una salida humana para los problemas humanos, sostener solo las tecnologías acordes con el progreso humano…. La educación es importante, pero solo si nos ayuda a ser más profundamente humanos y la tecnología nunca debe ser un obstáculo en nuestro camino… cuando tengamos dudas, escuchemos qué nos dice nuestro cuerpo…”.
Inés Bebea, ingeniera de telecomunicaciones, máster en innovación educativa y actriz de teatro social, puso voz a la performance de Ondula, una asociación sin ánimo de lucro orientada a fomentar el pensamiento crítico en el uso de las tecnologías digitales.
Fue, en cierta ocasión, en el TEDxUnebrija.
