La confianza y la productividad garantizan el equilibrio en el teletrabajo

“Equilibrio” fue el concepto más repetido en los argumentos e ideas de Francisco Javier Sanz, director de Relaciones Laborales & Prevención de Riesgos Laborales, en una conferencia que, organizada por el Departamento de Derecho de la Universidad Nebrija, presentó la profesora e investigadora Jessica Bayón. En su tesis, el equilibrio “es lo más importante en todos los enfoques” y, por tanto, en el derecho del trabajo a través de la acción de agentes como las empresas, los trabajadores, y sus representantes y los inspectores de trabajo. En todos estos “esfuerzos equilibrados” también desempeñan un papel esencial los juristas que, cada vez más, intentan hacer “accesible” el lenguaje jurídico.

El derecho laboral “también es una respuesta frente al reto tecnológico como los nuevos riesgos para la intimidad y el honor, los datos personales o los algoritmos” y asuntos como la conciliación, la economía digital, la industria 4.0, la “fatiga informática”, la videovigilancia o la desconexión digital, “cuya regulación es bastante abierta”. Y aparece de nuevo el equilibrio en la disciplina laboral derivada de la pandemia: el teletrabajo. Para Francisco Javier Sanz, la confianza de la empresa en el trabajador y la productividad de este configuran ese equilibrio y un sistema de control laboral “que debe basarse en la idoneidad, la necesidad y la proporcionalidad”.

Advirtiendo del cuidado de la marca personal, el abogado laboralista reseñó el modelo híbrido alimentado en España en dos vías: la combinación del trabajo presencial y en remoto en un mismo trabajador e incluso la división en una misma empresa de trabajadores presenciales y remotos con funciones claramente definidas.

Pasión y razones objetivas

Durante su ponencia Desafíos del Derecho Laboral en el año 21 del siglo XXI, Francisco Javier Sanz defendió la relevancia del derecho del trabajo y de la Seguridad Social desde una posición “subjetiva y pasional” y desde unas razones objetivas: “el derecho laboral influye directamente en la sociedad y en la vida de las personas, es obvia la diferencia entre disponer de un contrato de trabajo y un salario y no tenerlo o contar con un contrato indefinido en vez de con un contrato temporal”.

En el terreno legislativo, Sanz se mostró partidario de innovar y modificar las normas laborales para adaptarlas a los nuevos tiempos, aunque el Estatuto de los Trabajadores “no debe ponerse patas arriba porque todavía es una herramienta útil”. Además, destacó la negociación colectiva o individual como una acción “de importancia” en el derecho laboral y las conciliaciones –en 2019 se dieron en España unas 475.000 conciliaciones individuales, la mitad sobre despidos- como una medida que traduce “una voluntad para llegar a un acuerdo”.

Sobre los desafíos en el mercado de trabajo, el abogado laboralista, que citó el Real Decreto-ley 5/2021, de 12 de marzo, de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial en respuesta a la pandemia de la covid-19, instó a las administraciones a acometer planes que apoyen a las empresas y autónomos a través de ayudas directas, indirectas, subvenciones o incluso demoras en el pago de sus responsabilidades tributarias.

Aparte de disertar sobre los ERTE, Francisco Javier Sanz aludió a procedimientos de flexibilidad interna desde la dirección (creatividad, escucha activa…), desde la movilidad funcional y el tiempo de trabajo (jornadas especiales, trabajo de turnos…) o desde la negociación colectiva.

Sanz, con más de veinte años de experiencia en empresas de diversos sectores (distribución farmacéutica, logística, automoción o hipermercados), así como en despachos de abogados, cerró su intervención con un mensaje dirigido a todos en medio de la actual situación de crisis sanitaria: recibir el consejo de los más veteranos. Al final se reafirmó en su optimismo con una cita del cineasta Clint Eastwood: “No creo en el pesimismo. Si las cosas no salieron como esperabas, sigue adelante. Si crees que va a llover, lloverá”.

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