Fernando Almeda Spínola –Máster en Mercado del Arte y Gestión de Empresas Relacionadas– miembro del Club Alumni Nebrija, nos cuenta su experiencia en el programa de asesoramiento profesional y cómo el apoyo del Club Alumni Nebrija le ha ayudado a mejorar su perfil y encontrar empleo.
Me llamo Fernando Almeda Spínola y soy alumni del Máster en Mercado del Arte y Gestión de Empresas Relacionadas. Tras haber estudiado el Ciclo Superior de Interiorismo y el Grado de Historia del Arte, decidí estudiar el mejor Máster que encontré relativo al mercado del arte. La experiencia fue buenísima y gracias a él pude empezar a meter la cabeza en este mundo trabajando con anticuarios y alguna agencia de tasación, pero hay veces que, como todo en la vida, las cosas van y vienen y toca trabajar en otros campos, en mi caso, en el retail.
Tras unos años en este sector, conseguí volver a entrar en el mundo de los anticuarios con muy buenas expectativas. Aun así, las voces de un inicio de una crisis económica empezaron a hacerse eco y finalmente dejé de trabajar en ello. Quién me diría que después de esto vendría una pandemia mundial que paralizaría la economía en seco y las contrataciones.
Lejos de pararme y esperar a que todo pase como quien espera a que baje la marea, decidí apuntarme al Club Alumni Nebrija y reenfocarme, hacerme más visible.
Fue gracias a ese empujón cuando desde la asesoría del Club Alumni Nebrija me hicieron ver que el currículum que menospreciaba no tenía nada de desdeñable. Lejos de lo que pensaba de tener un currículum con vaivenes, tenía una trayectoria multidisciplinar de la que había aprendido dotes tan importantes como la escucha activa, ser resolutivo y conocimientos en tendencias, antigüedades o tratamiento de mobiliario. Desde el Club Alumni Nebrija me enseñaron que cualquier experiencia es aprendizaje y esto, cuenta, desde la experiencia laboral hasta la estudiantil incluido los idiomas aprendidos y mejorados con mi erasmus en Génova.
En un principio, es cierto que mi búsqueda fue enfocada al mundo del interiorismo, algo que quería ligar con mis conocimientos en antigüedades y mercado del arte. Pero, ¡sorpresas te da la vida! y a día de hoy, gracias a las técnicas aprendidas desde la asesoría del Club Alumni Nebrija, me contactaron desde una línea artística-editorial para coleccionistas como asesor artístico y he vuelto a trabajar de algo estrechamente relacionado con lo que estudié. Una gran sorpresa que demuestra que si sabes enfocarte, pese a las crisis económicas o la pandemia, puedes encontrar un trabajo en el que disfrutas haciendo lo que haces y poniendo en práctica lo aprendido en tus estudios.
Definitivamente, sin el Club Alumni Nebrija no habría aprendido a destacarme y a valorar mis dotes. Habría seguido pasando desapercibido y no siendo visible y, por lo tanto, probablemente seguiría buscando con pobres resultados.
Gracias Club Alumni Nebrija.
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