José Luis García Delgado defiende la lengua española como soporte de actividades económicas

En una conferencia en el Club Liberal 1812 de Málaga, José Luis García Delgado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Nebrija, demostró la relevancia económica de nuestra lengua “El español es el producto más internacional de España y de todos los países que lo tienen como lengua propia. El más internacional por la riqueza y la irradiación del patrimonio cultural con él acumulado y que con él se expresa. El más internacional por el número de sus hablantes, repartidos por el ancho mundo. Y el más internacional, también, por su condición de soporte –materia prima, instrumento o estímulo— de actividades económicas cuya proyección rebasa las fronteras nacionales”.

Convertida en la segunda lengua de comunicación internacional, solo aventajada por el inglés, “su funcionalidad y valor se acrecientan en un mundo que multiplica los intercambios económicos y las transacciones financieras, y en una época que contempla el incesante despliegue de la sociedad del conocimiento”. Con motivo del quinto centenario de la muerte de Antonio de Nebrija, padre de la gramática española, que se conmemora en 2022, la Universidad Nebrija subrayó el impulso y la importancia económica “de esta lengua milenaria”.

Como recordó José Luis García Delgado, director de la obra colectiva La economía española y la pandemia, editada por Civitas – Thomson Reuters y promovida por la Universidad Nebrija, las credenciales que hoy presenta el español son “no poco privilegiadas”. Con casi 600 millones de hablantes (585, según la más reciente estimación del Instituto Cervantes), es la segunda lengua materna del mundo, tras el chino mandarín. “También, es, de hecho, la segunda lengua de comunicación internacional tras el inglés, ocupando una posición igualmente destacada en la Red, por número de usuarios y por páginas web”, reseñó.

“Compartir una lengua equivale a operar con una misma moneda”, afirmó García Delgado, quien calificó la lengua como “un activo económico capaz de añadir valor a las transacciones internacionales” porque una lengua de uso común y extendido como es el español “agiliza la negociación entre las partes contratantes, propiciando entornos de afinidad en los mercados”.

Un análisis realizado por José Luis García Delgado, José Antonio Alonso y Juan Carlos Jiménez, muestra que “el español multiplica por cuatro los intercambios comerciales entre países hispanohablantes, y que compartir el español multiplica por siete los flujos bilaterales de inversión directa exterior”. Además, el uso de esta lengua común ha ayudado a implantar empresas españolas en Latinoamérica, y facilita la labor directiva en esta internacionalización a la hora de elaborar y dirigir el organigrama de las empresas en el exterior. En resumen, “altos réditos que aporta el español como lengua en la actividad económica”.

No obstante, García Delgado apuntó algunos retos del español como aumentar su reconocimiento como lengua de trabajo en foros y organismos multilaterales e incrementar su presencia como lengua de comunicación científica y en el ámbito tecnológico y de la inteligencia artificial. “Cosechar logros ahí exige investigación y músculo industrial, pero también formación y habilidades, técnicas y contenidos, ingeniería y creatividad cultural. Una tarea crucial para hacer del español un instrumento básico del trabajo”, argumentó en la conferencia presidida por Noelia Losada, concejala de Cultura de Málaga, que elogió el papel y la fuerza del español de cara al V Centenario de la muerte de Antonio de Nebrija.

Destino “predilecto”

Gregorio Martínez, director de Relaciones Institucionales de la Universidad Nebrija y de la Fundación Antonio de Nebrija, acompañó al catedrático de Economía en el acto organizado por el Club Liberal 1812 de Málaga. “Hace poco escuché la noticia de que Málaga ya era un destino predilecto para mucha gente que puede trabajar a distancia, y no me extrañó: esta ciudad, esta provincia tiene tecnología, talento, tolerancia y también un ambiente cultural sensacional y un entorno maravilloso”, indicó.

Gregorio Martínez presentó la Universidad Nebrija como “una universidad privada, independiente y humanista” fundada en 1995 por académicos de la lengua, prestigiosos profesores universitarios y destacados profesionales. Hoy, con más de 10.000 estudiantes y 1.200 profesores, “sigue manteniendo su independencia y proponiendo un modelo educativo personalizado, basado en la exigencia y la calidad”.

Una metodología basada en la evaluación continua, la incorporación de las nuevas tecnologías, una enseñanza práctica “basada en el aprender haciendo” y en el contacto “muy temprano” con el mundo de la empresa, la nueva empleabilidad que demanda la sociedad digital, el desarrollo de competencias y habilidades, y la vocación internacional fueron otros de los rasgos que conforman el AND de la Universidad Nebrija apuntados por su director de Relaciones Institucionales.

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