Rafael García: “Si al Reino Unido le va mal con el Brexit, a Europa también le va a afectar negativamente”

Desde la votación favorable a la salida del Reino Unido de la Unión Europea en 2016, muchas cosas han cambiado dentro de la política europea y aún quedan muchas incógnitas por resolver. Precisamente ese fue el tema central de la conferencia impartida por el docente de la Universidad Pablo de Olavide Rafael García como parte de las actividades organizadas por el Máster Universitario de Relaciones Internacionales de Nebrija.

El profesor titular del departamento de Derecho Público de la universidad sevillana basó su ponencia en tres argumentos principales que dieron respuesta a las siguientes cuestiones: ¿Por qué parte de la población británica votó a favor del Brexit?; ¿Qué objetivos se persiguen con esta decisión?; y, por último, ¿Cómo nos puede afectar al resto de ciudadanos europeos? Eso sí, partiendo de la base de que “la decisión del Brexit pone en conflicto los intereses del Reino Unido con los de la Unión Europea, ya que el triunfo de uno de los proyectos significará el fracaso del otro”, según las palabras de Rafael García.

Respecto a la decisión de abandonar la Unión Europea, el docente señala varias causas posibles. En primer lugar, el auge de las economías emergentes asiáticas con China a la cabeza de una transformación del sistema productivo a nivel mundial. Ante este tipo de cambios, el profesor señaló que “los países europeos estábamos acostumbrados a que su resultado fuera una asignación favorable de recursos y su posición quedara reforzada, algo que en esta ocasión no ha ocurrido”.

Esto, sumado a la incertidumbre acerca del futuro en el que “los hijos van a vivir peor que sus padres”, ha creado un clima de inestabilidad que ha favorecido “el auge de los populismos que simplifican el problema de manera demagógica”. Además, el ponente señaló que este proceso ha derivado para cierta parte de la población británica en creer en estas tres premisas: “que todos los problemas del país son provocados por los inmigrantes alimentando el racismo; que estos vienen de Bruselas y, que piensen que Gran Bretaña aporta más económicamente que sus vecinos europeos”.

Todo ello ha derivado en que los que votaron a favor del Brexit creyeran que la salida del país de la Unión Europea iba a devolverle la soberanía y, con ello, librarse a su vez del lastre de sus vecinos europeos. Algo que, sin embargo, no ha ocurrido y que requeriría de un cambio de mentalidad de acuerdo a Rafael García. “Para llegar a posicionarse mejor económicamente, el Reino Unid necesitaría integrarse completamente dentro del proceso de globalización y abrirse más a los flujos internacionales. No obstante, esto es justo contra lo que ha votado el electorado pro-Brexit que quiere más fronteras, más control, ningún inmigrante…”, declara el profesor de Relaciones Institucionales.

En esta tesitura, Rafael García señala como una de las raíces del problema es que “el principal objetivo del Brexit era librarse de Bruselas, pero una vez conseguido ese objetivo no hay ninguna estrategia definida para posicionarse en el tablero”. Y ante esto, el ponente advierte de las delicadas consecuencias de este posicionamiento para Europa: “nadie debe pensar que si a un vecino como el Reino Unido le va a mal, habiendo asumido muchos riesgos, no nos va a acabar repercutiendo de manera negativa”.

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