El II Nebrija Alumni Program pone el acento en la búsqueda de empleo en el presente

El Club Alumni Nebrija, la comunidad de antiguos alumnos de la Universidad Nebrija, puso en marcha en los meses de mayo y junio su segunda edición de Nebrija Alumni Program, el ciclo de conferencias y consejos de expertos para descubrir el mercado laboral a aquellos que se postulan ante su primer empleo o los que tratan de cambiar de puesto de trabajo.

Con el lema El empleo y tú: It’s a match!, el equipo de Nebrija Alumni, de la que es responsable Aldara Pereira, cerró unas “intensa y amenas” jornadas que se pudieron disfrutar a través de Instagram Live y Blackboard y que combinaron contenidos exclusivos para los egresados de Nebrija con sesiones abiertas.

Nebrija Alumni Program, dividida en cuatro fases -identifica tu talento, búsqueda de oportunidades, la entrevista y la gestión de las emociones y training-, concitó a los siguientes profesionales: Nicolás Rodríguez, CEO de Dathos Science; Javier Corral, consultor de Marca Personal y LinkedIn; Cristina Aparicio, psicóloga, formadora y experta en Empleabilidad y Marca Personal; Maribel García, conectora de Employer Branding y Marca Personal; Blanca Martín y Michela Bronzato (Carreras Profesionales de la Universidad Nebrija); Sonia Mediavilla, psicóloga y experta en Empleabilidad y selección de Personal; y Jara Pérez, psicóloga y psicoterapeuta en Therapy Web.

Para compartir algunas reflexiones, planteamos unas preguntas a dos de los expertos que intervinieron en las jornadas: Nicolás Rodríguez y Maribel García.

¿Por qué resulta imprescindible para un candidato formarse ante la entrevista de trabajo o para postularse ante un empleo determinado? ¿Algún consejo general?

Nicolás Rodríguez: En mi opinión, y a la vista de la situación actual del mercado laboral, junto con la ventana de oportunidades que se ofrecerán durante los próximos años (Fondos UE, digitalización, tecnología, innovación y otras) resulta necesario prepararse a fondo no solo para el después (una vez obtenido el puesto de trabajo en el que una persona se postula como candidato) también resulta necesario estar preparado en la fase previa, en aquella en la que se requiere tener teoría y práctica a la hora de afrontar cualquier entrevista de trabajo demostrando valía, cualidad y capacidad. Por ello, mi consejo es analizar el pasado mediante una buena formación con la que estar preparado para el presente (entrevista de trabajo) y futuro (desarrollo laboral) basándome en “cuanto más sabemos, mejor decidimos”.

Maribel García: Para ir preparado a una entrevista de trabajo, necesitamos cubrir dos áreas clave: nosotros y el que está enfrente. Estamos acostumbrados a oír eso de que hay que prepararse bien una entrevista, y es cierto, pero hay que entender qué significa preparar. No se trata de aprenderse aquellas respuestas que creemos que el otro quiere escuchar. De las dos áreas clave hay que trabajar, por un lado, el autoconocimiento; es decir, entender bien quiénes somos, qué hace que sintamos o pensemos así, comprender qué nos conecta y por qué esa entrevista no es una más. Y esto, se debe ligar con el segundo paso para trabajar la segunda área clave, que son los otros: investigar a la empresa, para poder defender de mejor manera nuestra candidatura.

Un consejo: tienes que poder mostrar los tres niveles de tu candidatura: competencias técnicas + soft skills + conexión. El primer nivel ha de hacer referencia a todo aquello que sabes hacer, para lo que te has formado, todo lo que no todo el mundo sabe hacer, pero que para eso estás tú ahí. En este nivel, muchos coincidiréis. En el segundo nivel, debes poder identificar y transmitir tus soft skills, aquellas habilidades que no van asociadas a tu rol profesional, sino a tu persona, y por eso, aportarás mucho más valor. Aquí ya te habrás diferenciado de muchos. Pero la clave es el tercer nivel, poder argumentar por qué tú y no otro: sabes cómo son ellos, qué valoran, cuál es su propósito, sus valores o lo que sea que haya sido lo que te ha hecho conectar con ellos. Y ahí estarás estrechando el embudo, para que tú estés mucho más delante que el resto.

Nicolás, usted se refirió a la humanización de los datos y el empleo, ¿es precisamente la humanidad tanto en el entrevistado como en el entrevistador la gran ausente en muchos de los procesos de selección?

Nicolás Rodríguez: Sin duda, y añadiendo que cuando hablo de la Humanización de los Datos me refiero a todo el proceso que forma parte del mercado laboral, el antes el durante y el después, incluso planteando un cambio estructural en la forma de ver los objetivos en los Recursos Humanos de cualquier empresa. No somos robots, todos hemos estado alguna vez en las dos partes de cualquier situación que viven, disfrutan o sufren los humanos siendo en el caso del trabajo “una mesa”, esa mesa en la que alguna vez fuimos entrevistados y otra, entrevistadores. Y no se trata solo de empatizar, se trata de ser humanos, Personas hablando con Personas que tienen una vida e historia detrás, lo que nos permite ser y estar de forma diferente a las máquinas. Solo pensando diferente podremos llegar a ser diferentes y eso empieza y termina en todo proceso material incluso en esos intangibles que a veces llamamos “Alma”, en este caso, en el mercado laboral y la formación de cara al mismo: si construimos mejores personas desde el inicio, en todo el proceso educativo y formativo, dejaremos mejores personas a nuestro planeta, pues de nada valdría dejarles un planeta mejor si no conseguimos que quienes lo pueblan en el futuro lleguen a ser mejores personas. Personas buenas, con Alma. Y eso es lo que intento hacer ver con los datos y no es otra cosa que intentar que el mundo vea que no somos números en un almacén de información: Humanizar los Datos.

Maribel, ¿cree que los jóvenes son ya conscientes de la importancia de su marca personal? ¿Cómo pueden trabajarla para que el “empleo les encuentre”?

Maribel García: Veo una buena tendencia hacia el interés de la marca personal, para entender de qué manera se puede ganar visibilidad y empleabilidad por parte de los jóvenes. Eso es bueno, porque es evidente que lo que nos enseñaron a nosotros, no funciona. Trabajar la marca personal implica entender sus dos factores clave: diferenciarse y aportar valor. Pero la clave está en sumarlos. Porque ser diferente, pero no aportar valor, no sirve de nada y aportar valor, pero no diferenciarse, ayuda poco a que te vean. Por lo tanto, deben entender que la pasividad es enemiga de la marca personal. Hay que aprender a ver el mundo como un lugar donde todos debemos interactuar para cuidar nuestras relaciones y de esa forma potenciar la huella que dejamos en los demás. Ahí está el verdadero sentido de todo, y es a raíz de esos vínculos, cuando aparecen las oportunidades que queremos. Decidir cuál es el foco, el objetivo, identificar nuestra audiencia clave, aquellos a los que queremos atraer y generar estrategias para mostrarnos y aportar valor. La marca personal debe responder a dos preguntas: ¿a quién vas a ayudar? y ¿de qué manera vas a ayudarle aportando valor?

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