La mente vulnerable

“El cerebro humano es una máquina especializada en desentrañar mentes y las emociones de los otros”

La Semana de la Ciencia de la Comunidad de Madrid tuvo su espacio en la Universidad Nebrija, acogida por la Facultad de Lenguas y Educación, con varias conferencias que unieron la lengua, nuestra forma de entender el mundo y de comunicarnos con el funcionamiento de nuestra mente y los procesos neurolingüísticos.

La primera de las conferencias estuvo en manos del profesor y neurocientífico cognitivo Manuel Martín-Loeches y abordó la influencia que las variables sociales ejercen en nuestra mente.

La consciencia frente a la inconsciencia

Martín-Loeches explicó la diferencia entre los procesos que nuestra mente hace consciente e inconscientemente: “La consciencia es algo que tiene poca utilidad, gran parte de los procesos que realiza el cerebro son inconsciente y lo que nos lleva a la conciencia son un montón de procesos que van tarde, es decir, la conciencia va con retraso. Tardamos unos 500ms en ser conscientes de las decisiones que tomamos. Nuestro cerebro izquierdo consciente interpreta y justifica nuestra conducta, pero la gran mayoría de casos las verdaderas razones se desconocen”.

El neurocientífico afirmó que “el sistema inconsciente es mucho más rápido y automático y suele acertar con bastante frecuencia en sus decisiones”.

Cerebro espejo

“El cerebro humano es una máquina especializada en desentrañar mentes y las emociones de los otros”, según explicó Martín-Loeches.

“Todo el cerebro es espejo y uno de los mecanismos para que nuestro cerebro entienda lo que hagan los demás es recrearlo en nuestro cerebro. Eso también permite rapidez en la comprensión y anticipación a lo que los otros van a hacer”.

El poder de las palabras

Las palabras que escogemos para comunicarnos influyen en gran manera en la forma en la que recibimos ese mensaje al ser procesado por nuestro cerebro. El profesor hizo hincapié en la idea de que “el lenguaje surgió para poder incluir en las mentes de los demás, se puede mentir incluso a uno mismo”.

Según el psicólogo comparativo y lingüista Michael Tomasello, “del lenguaje y de la cognición nace del carácter extremadamente cooperador de nuestra especie. Este carácter cooperador surge de la capacidad de sincronizar nuestras mentes con las de otros, esto no lo pueden hacer los chimpancés”.

De la misma manera los halagos y los insultos llaman poderosamente la atención. “Los halagos adelantan el pensamiento, los insultos lo retrasan”, explicó Martín-Loeches. “Las palabras que tienen carga emocional tienen valencias positivas o negativas, las negativas se procesan con más dificultad que las positivas, se necesitan más recursos que para procesar las positivas”.

La capacidad de la mente es infinita y todavía queda mucho recorrido en su estudio para llegar a comprenderlo en su totalidad. Psicólogos y lingüistas seguirán trabajando en este camino para conocer todos sus mecanismos.

 

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