La pujanza económica del español queda acreditada a las puertas del Año Nebrija

“La lengua española constituye un activo económico capaz de añadir valor”. Esta cita de José Luis García Delgado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Nebrija, extraída del libro El español, lengua internacional: proyección y economía, alimentó cada una de las opiniones de lingüistas, economistas y académicos en la presentación del volumen editado por Civitas, Universidad Nebrija y Thomson Reuters. En la puesta de largo, Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, José Luis García Delgado, que dirige la edición, y la escritora María Elvira Roca Barea, profesora de la Universidad de Luxemburgo, compartieron su amor por el idioma y la evidencia económica de su lugar en el mundo en un acto que se adelantó al comienzo del V Centenario del fallecimiento del polímata Antonio de Nebrija.

De acuerdo con los últimos datos del Instituto Cervantes, pueden comunicarse en español en el mundo más de 590 millones personas (casi 493 millones de personas tienen el español como lengua materna). Los 16 autores del libro procedentes de 9 universidades y centros de investigación punteros analizan de forma interdisciplinar la situación del español en el mundo y lo plasman en cuatro grandes bloques: migraciones, flujos y adaptaciones; internacionalización económica y cultural; deberes y oportunidades; y conmemoración del quinto centenario de la muerte de Antonio de Nebrija. Esa heterogeneidad y precisión fueron dos de las claves que puso sobre el tapete Luis García Montero en la presentación celebrada en el Campus de Madrid-Princesa de la Universidad Nebrija. “Me ha gustado el trabajo universitario de estos especialistas de prestigio, deseo que sirva para enriquecer a todos los hablantes de nuestra comunidad”, admitió.

En esta loa, el poeta granadino, que anunció que el Instituto Cervantes ya ha adquirido 150 ejemplares del libro para las bibliotecas de sus centros, estimó fundamental la perspectiva económica del español, “que no puede separarse de los valores de la cultura”. Como “no hay que confundir la autoestima con la autocomplacencia”, García Montero defendió seguir apostando por el español: “Hay que tomárselo en serio, estar vigilantes desde todos los puntos de vista para hacer un idioma que apueste por el futuro”.

Poner números

María Elvira Roca Barea agradeció a José Luis García Delgado su “esfuerzo por poner números al español” y su “empeño por hacer accesible” el libro a todo tipo de lectores. El catedrático de Nebrija, por su parte, dedicó los elogios a los coautores por elaborar un ensayo “pluriuniversitario, pluridisciplinar y plurigeneracional” que trata sobre “nuestro producto más valioso y milagroso”. Como el director del Instituto Cervantes, clamó por “el cuidado y la promoción del español, que deber ser un tema de Estado y de toda la sociedad que hemos de apoyar también presupuestariamente”.

Durante la mesa redonda moderada por María Gil, directora de Comunicación de la Universidad Nebrija, y presentada por el rector José Muñiz, Luis García Montero explicó que, en la defensa del español, “el trato humano de los valores tiene que estar al servicio del contrato, y este, ser respetuoso con el trato”.

La presencia internacional de nuestro idioma en el mundo fue otro de los temas abordados en el debate. Mientras Roca Barea apuntó a Asia, un continente donde el español “no puede perderle la cara” ni desaprovechar la puerta “grandísima” que se está abriendo, Garcia Montero se refirió a los hispanohablantes de Estados Unidos –que pueden ser considerados “la octava economía del mundo”- y a África, en pleno auge demográfico. Precisamente, el Instituto Cervantes, dentro de su presencia en el continente, ha abierto recientemente un nuevo centro en Dakar, que se une al «punto de apoyo» ubicado en la embajada de España en Abiyán (Costa de Marfil).

V Centenario

A la figura de Antonio de Nebrija, del que se cumplen en 2022 cinco siglos de su fallecimiento, se refirieron los invitados a la presentación del libro. María Elvira Roca Barea, autora del ensayo histórico Imperiofobia y leyenda negra: Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio Español, lo calificó de “personaje luminoso, interesante, fascinante e innovador, que elabora una gramática de una lengua vulgar”. La conmemoración de esta efeméride debe ser, en palabras de Luis García Montero, “un punto de referencia imprescindible para reflexionar sobre el español”.

En este sentido, José Luis García Delgado instó a todos, y en especial a la Universidad Nebrija, a “arrimar el hombro· en la divulgación de la obra y vida del humanista porque, “al fin y al cabo la legitimidad Nebrija es la de todos los españoles”.

Proyección internacional

En la introducción a El español, lengua internacional: proyección y economía, José Luis García Delgado acota en el primer párrafo el asunto central: “El español es el producto más internacional de España y de todos los países que lo tienen como lengua propia. El más internacional por la riqueza y la irradiación del patrimonio cultural con él acumulado y que con él se expresa. El más internacional por su número de hablantes y por su condición de soporte –materia prima, instrumento o estímulo- de actividades económicas cuya proyección rebasa las fronteras nacionales”.

Además, el ex rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo recuerda datos de dos estudios sobre el valor económico del español (García Delgado, Alonso y Jiménez, 2012 y 2016). Así, el español multiplica por cuatro los intercambios comerciales entre países hispanohablantes; también compartir el español multiplica por 7 los flujos bilaterales de inversión directa exterior (IDE). El conjunto de los hablantes de español, en torno al 7 % del total de la población mundial, tiene una capacidad de compra que representa aproximadamente el 10 % del PIB mundial, “todo un estímulo para las industrias culturales de productos en español”. El español aporta el 16 % del valor del PIB y del empleo en España. Las industrias culturales (edición, audiovisual y música, principalmente) suponen en torno al 3 % del PIB.

A su juicio, el español “ha superado tres pruebas no fáciles, y las tres con nota sobresaliente”: el paso del tiempo, las barreras de la geografía y el desafío de la unidad”, García Delgado sintetiza las características esenciales de la lengua desde un punto de vista económico: “Es un bien que no se agota con su uso, que vale más cuanto más se consume, que no es apropiable en exclusividad, que no tiene coste alguno de producción y con coste de acceso único (una vez conocido, puede usarse cuantas veces se quiera sin necesidad de incurrir en nuevos costes)”.

Estatus y calidad digital

Definiendo como fórmula magistral la combinación de crecimiento económico competitivo, cohesión social y calidad institucional, el catedrático ce Nebrija enumeró los “ineludibles” retos que “debe encarar el español como lengua de comunicación internacional “con los subsiguientes réditos económicos”: tener estatus -“reconocimiento de su condición de lengua de comunicación internacional en foros y organismos multilaterales”-, ser una lengua “efectiva” de comunicación científica; tener presencia y calidad en la era digital y el ámbito de la inteligencia artificial; evitar la pérdida de competencias lingüísticas en español de los emigrantes hispanos a Estados Unidos; y hacer compatible el impulso del español como lengua de comunicación internacional con el cultivo de otras lenguas nativas.

José Luis García Delgado también destaca que el español encabeza la relación de las lenguas que se cursan como extranjeras en el conjunto de las universidades de Estados Unidos, con casi 900.000 matrículas, cuatro veces más que la demanda de francés y nueve veces más que la de alemán. “Si el español consiguiera asentarse como segunda lengua de los Estados Unidos, tendría también prácticamente asegurado ser la segunda lengua internacional durante todo el tiempo que se prolongue la preponderancia económica y la hegemonía política y militar de esa gran potencia. Geopolítica, economía y demolingüistica tienden siempre a entrelazarse”, escribe.

Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española, autor del prólogo, tilda el libro de “impresionante propuesta intelectual porque involucra cuestiones decisivas para el porvenir de nuestra cultura, la difusión del pensamiento y la ciencia en español, y el progreso del español como lengua de comunicación global”.

Por su parte, Manuel Villa-Cellino, presidente del Consejo Rector de la Universidad Nebrija, escribe en sus páginas preliminares que la lengua española “tiene un futuro prometedor al contar con una ortografía común, una gramática consensuada y un diccionario panhispánico forjado entre todos los hablantes y sus academias de la lengua en estrecha colaboración. A las naciones que la compartimos nos da el privilegio y la responsabilidad de difundirla, de hablarla y de comprometernos con su aprendizaje vigoroso en las áreas científicas y tecnológicas”.

Migración y empleo

Santiago Budría, investigador principal del grupo ECEMIN (Universidad Nebrija), y Carlos Martínez de Ibarreta, profesor titular del Departamento de Métodos Cuantitativos de la Universidad Pontificia de Madrid, son los autores del capítulo El español como elemento integrador en el mercado laboral. En él, aseguran que el premio salarial asociado al buen manejo del español es “significativo” y del orden del 25 %: “La evidencia muestra una clara asociación entre la empleabilidad del inmigrante y su conocimiento del español; así, la probabilidad de acceder a un empleo se incrementa en un 15 % cuando el inmigrante tiene un buen conocimiento del español, siendo el efecto sensiblemente mayor (22 %) entre las mujeres”. No obstante, este último porcentaje “puede conducir a engaño” porque el conocimiento del español es, para las mujeres, “un salvoconducto para la consecución de trabajos temporales, mientras que para los hombres facilita el acceso no sólo al empleo, sino también a un empleo más estable”. En general -manifiestan Budría y Martínez de Ibarreta- “más allá de su valor cultural y de otro tipo, el español tiene un enorme valor económico para quien emigra a nuestro país”.

Héctor Álvarez Mella, investigador del Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad de Heidelberg, pondera en el volumen la industria del libro en español (la tercera del mundo) y el peso de nuestro idioma en plataformas como Netflix, donde las series en español son las más numerosas tras las rodadas en inglés (77 en total). El investigador también recoge un dato sorprendente de la UNESCO: el español es la lengua en la que más películas se han producido en los últimos años, el 16 % del total entre 2015 y 2017, por delante de las rodadas en inglés. Su impacto, eso sí, es menor. El cine iberoamericano tiene una cuota de pantalla de solo del 11 % en su mercado interno.

Los expertos que integran El español, lengua internacional: proyección y economía son los siguientes: José Antonio Alonso (Universidad Complutense), Héctor Álvarez Mella (Universidad de Heidelberg), Ángel Badillo (Real Instituto Elcano), Antonio-Miguel Bernal (Universidad de Sevilla), Charlotte Blattner (Universidad de Heidelberg), Santiago Budría (Universidad Nebrija), David Fernández Vítores (Universidad de Alcalá), José Luis García Delgado (Universidad Nebrija), Rodolfo Gutiérrez (Universidad de Oviedo), Juan Carlos Jiménez (Universidad de Alcalá), Emilio Lamo de Espinosa (Universidad Complutense), Ángel López García-Molins (Universidad de Valencia), Óscar Loureda (Universidad de Heidelberg), Carlos Martínez de Ibarreta (Universidad Pontificia de Comillas), Aránzazu Narbona (Universidad de Alcalá) y Javier Rupérez (embajador de España).

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