Liderazgo espiritual y relatos poéticos componen los libros de los alumni Carrillo y Anchía

Nebrija Alumni organizó en el último día de marzo un encuentro literario con dos egresados de la Universidad. Venciendo husos horarios y espacios físicos, Carlota López presentó las dos novedades de Alexander Anchía y Rodolfo Carrillo, que cursaron el Máster en Empresas y Mercados Turísticos y el Máster en Dirección de Empresas con especialización en Creación de Empresas y Dirección de Empresas Familiares, respectivamente.

Intersección, de Alexander Anchía, recoge veintidós relatos escritos entre el año 2000 y 2010 que, a través de técnicas narrativas como el monólogo interior o la fábula, vierten poesía en prosa. En palabras de su autor, “en este enjambre de espacios” también caben textos que se disfrazan de talleres literarios, que recogen cierto realismo mágico de lo cotidiano o que ilustran una España inmersa en la crisis financiera de 2008. En este último, titulado ¿Quién tiene el numero siguiente?, Anchía, “como un médium que reúne diferentes partes del alma”, se nutre de su experiencia en la Universidad Nebrija.

Rodolfo Carrillo canaliza en Be-ing Leadership un modelo a caballo entre lo espiritual y lo empresarial. “Desde una mirada hacia dentro, expandimos nuestro liderazgo; todos influimos, incluso nuestra mera presencia tiene ya un impacto”. Consultor desde 2005, Carrillo, que no se considera un escritor sino “un facilitador de procesos de trasformación”, explica en su libro principios que facilitan “una espiral de expansión en la vida” como el propósito, el reconocimiento de nuestra independencia, la asunción de responsabilidad, la compasión y el amor hacia nosotros y hacia los demás, y “una mente de principiante”. Todo ello, sin olvidar estos siete elementos: el cuerpo físico, las emociones, las creencias, el intelecto, la mente, el ego y el papel del observador.

Antes de leer fragmentos de sus obras, ambos autores develaron algún secreto de su propio quehacer literario. Si Alexander Anchía siempre tiene a mano un bloc de notas para apuntar lo que se le viene a la cabeza antes de dormir, Rodolfo Carrillo escribe todos los días, desde los 18 años, pequeños párrafos o poesías que luego vuelca en sus redes sociales.

 

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