Diez mujeres ingenieras ya están en camino de ejercer su liderazgo en sus empresas

El Programa de Desarrollo para la Dirección: Mujer Ingeniera y Directiva, promovido por la Universidad Nebrija y patrocinado por la Fundación Talgo, tocó a su fin después de seis meses de esfuerzo y 284 horas de sesiones presenciales y virtuales. Las diez participantes de empresas como Navantia, Grupo Antolín, Red Eléctrica Española, Teléfonica y Talgo recibieron los diplomas de mano de Borja González del Regueral, director de Nebrija Business School, en un acto emotivo y de reivindicación de la presencia femenina en los altos cargos de las empresas.

Al comienzo de la clausura, Ana Álvarez Castro, directora de Executive Education y Formación Continua de la Universidad Nebrija, mostró su confianza en que este curso “intensivo” haya potenciado el desarrollo profesional y personal de las matriculadas y haya ejercido de “trampolín” en sus aspiraciones directivas. Después de agradecer “el compromiso, la generosidad y la empatía” de María Luisa Poncela -madrina de la promoción-, Teresa Bustos, Mercedes Izarra (Talgo) y Tamara Codon (Navantia), Álvarez Castro recordó que la formación “es la mejor herramienta para la transformación, por eso –en alusión a las asistentes- la Nebrija Business School está aquí para apoyaros”.

Aunque en 2022 España alcanzó el mayor porcentaje de mujeres en la alta dirección de empresas con un 36 %, tres puntos porcentuales mayor que el ejercicio anterior, “este dato no es suficiente sobre todo entre las mujeres ingenieras cuya base y cúspide todavía son pequeñas”.

Felicidad y esfuerzo

José Muñiz, rector de la Universidad Nebrija, incidió en la importancia de seguir aprendiendo toda la vida porque “un conocimiento técnico tiene de vigencia dos o tres años; si uno se para, en cuatro o cinco años está fuera del circuito”. La felicidad en lo que una emprende, la confianza en una misma, el esfuerzo –“garantía de la diferencia”-, la adaptación a los nuevos entornos digitales y el optimismo al emprender fueron otros de los consejos que el rector extendió a las participantes. Muñiz también precisó que las mujeres tienen “algo muy a favor” en un nuevo modelo de “meritocracia de las ideas” frente al modelo “mecanicista de empresas antiguas en las que todo el mundo sabe quién manda”.

A continuación, Marisa Poncela, madrina del Programa y miembro del Consejo de Administración como consejera independiente de Talgo, animó a las presentes a convertirse en “agentes del cambio” y a “naturalizar la igualdad” en un momento en el que existe una “gran presión” por la sostenibilidad, que implica, entre otras medidas, la instauración de planes de igualdad en las empresas.

Después de mostrar fotografías de audiencias con el rey de España en las que “hay mucha corbata y poca falda”, Poncela instó a todas a trabajar y divertirse, a ser ambiciosas en los retos que acometan y a aprender de gobernanza en las empresas. Este Programa de la Universidad Nebrija, para ella, ha sido crucial para avanzar no solo en habilidades técnicas sino también en otras destrezas como la empatía o el liderazgo. “Bienvenidas al mundo laboral de profesionales de alto nivel”, las alentó.

“Paso hacia la igualdad”

Angelina Cajade Frías, directora de Objetivos, Estrategia y Programas Europeos de Sistemas en Navantia, habló en representación de todas las participantes del Programa: “Este curso ha sido una muy buena experiencia, espero que en algún momento no sea necesario organizar un curso exclusivo para la mujer, pero en este momento es un paso hacia la igualdad”.

Precisamente, Gabriel Novela, director Gerente de la Fundación Talgo, consideró el Programa de la Universidad Nebrija un ejemplo en la “concienciación de la igualdad” y en la colaboración entre universidad, empresa y escuela de negocio. “Ojalá os promocionéis internamente y que seáis felices en dónde, con quién y para quién trabajáis”, comentó.

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