Políticas públicas de discriminación positiva, la clave para acabar con la brecha salarial de género

Políticas públicas de discriminación positiva, la clave para acabar con la brecha salarial de género

La brecha salarial no es un tópico. Los datos apuntan a que esa diferencia (del 11,9 % en España, según datos de la Comisión Europea) es una realidad. “La varita mágica la tienen las administraciones públicas, para establecer políticas de discriminación positiva”, advirtió hoy María José Bastero de la Vívora, durante su participación en la mesa redonda Directiva y mujer: nuestra experiencia a tu servicio, celebrada en el campus de Madrid – Princesa de la Universidad Nebrija.

Directiva con más de dos décadas de experiencia en la dirección de proyectos con base tecnológica Bastero de la Vívora consideró que los nuevos planes de igualdad que acaban de entrar en vigor y las políticas públicas a nivel europeo y nacional son la clave para favorecer la incorporación de mujeres a puestos de dirección, “así como exigir la publicación de salarios, para evitar discriminaciones”.

De la brecha salarial a las cuotas

La situación general y el día a día de las mujeres directivas en España centraron el contenido del encuentro, moderado por Elena Álvarez, directora del Máster de Dirección de Proyectos de la Universidad Nebrija.

Arantza Jorquera Villa, directora regional comercial y de producto en Zurich Santander Insurance América, consideró por su parte que los sueldos son un asunto que debe negociarse a nivel individual. Ante la brecha salarial, estimó que “las mujeres tenemos mucha culpa y a veces las políticas sociales también”. A su juicio, “no debería haber esa protección social tan brutal porque hace que las mujeres se queden obsoletas en su desempeño, promoción y su franja salarial”.

El establecimiento de las cuotas de género también centró parte del debate. “Yo antes pensaba que no son necesarias y que las mujeres tienen que alcanzar el puesto a través sus propios méritos.

Pero para que exista un sistema de meritocracia se tiene que poder competir en igualdad de condiciones y eso es algo que hoy no existe. Aún tenemos sesgos inconscientes que hacen que mujeres y hombres cuando compiten para un asiento en un consejo de administración no estén en igualdad de condiciones y la meritocracia no se puede dar en su máxima extensión. Por eso hacen falta cuotas”, subrayó Bastero de la Vívora.

Jorquera, que fue alumna de la segunda promoción de ADE en la Universidad Nebrija, se mostró partidaria de las cuotas pero en igualdad de condiciones. “En el pasado eran necesarias porque había que abrir la brecha. Pero con el tiempo, no. Si quiero la igualdad la quiero como tal, no quiero tener más nadie”.

Techo de cristal

En España hay un 36 % de mujeres directivas, frente al 33 % de la media europea. En 2021, ocupaban el 31,74 % en los consejos de dirección de las empresas del Ibex, frente al 16 % de 2013.  “Hay que ser consciente de que el techo de cristal es real y existe. Ser consciente de que existe ya es un paso de gigante”, dijo Elena Álvarez.

La irrupción del Covid ha supuesto en un retroceso en cuanto al mercado laboral femenino. La pandemia ha supuesto que haya 5,1 millones más de mujeres desempleadas en los países de la OCDE. “De nuevo son las mujeres las que se han quedado sin trabajo para atender a la familia. Si es algo voluntario, es genial. Pero en muchas no lo es”, agregó la profesora.

Formación

En cualquier caso, la situación de la mujer en el mundo de los negocios ha cambiado enormemente en los últimos 10 o 15 años, destacaron las directivas. A diferencia del pasado, a la mujer no se le exige una mayor formación o que posea un mejor currículo que un hombre para acceder a puestos de dirección. Pero sí hace falta la formación continua y en las llamadas habilidades blandas. “No por ser buen técnico vas a ser un buen gestor. El compone técnico no te da siempre las habilidades para crecer profesionalmente y dirigir y tomar decisiones”, advirtió Jorquera.

De hecho, para ser directivo se da por sentada la formación. “En las entrevistas de trabajo, se nota muchísimo si ha desarrollado ese tipo de habilidades blandas. Porque al fina, en el día a día vas a estar trabajando con personas y eso es el 90 % de la dificultad de estos puestos”, señaló Lucía Novo Gómez, directora general de Tórculo Comunicación Gráfica.

Conciliación

Ante un público formado mayoritariamente por alumnos, las directivas descartaron el mito de que no se puede tener familia si se desempeña un puesto de responsabilidad directiva. “Ser madre no te va a impedir crecer a nivel laboral”, apuntó Novo, en diferencia a lo que sucedía años atrás.

Aunque admitieron que las mujeres directivas tienden a “masculinizarse” en aspectos como el habla o la vestimenta, para mimetizarse en un mundo de hombres. Aconsejaron sin embargo que eso no suponga nunca perder la esencia personal que debe marcar el hacer de cualquier directivo. Por último, aconsejaron a los alumnos que, en lo posible, viajen, trabajen en otros países y conozcan otras culturas, para aprender a mantener la mente abierta.

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