Dos libros demuestran la falta de consenso mundial en la adopción de medidas contra la covid-19

El catedrático e investigador Carlos Espaliú ha editado junto a Luo Li, Ben Stanford y Steve Foster, profesores de la Universidad de Conventry, dos libros sobre la covid-19 en los que han participado miembros de SEGERICO (Grupo de Investigación Nebrija sobre Seguridad, Gestión de Riesgos y Conflictos) y otros profesores de la Universidad Nebrija. Los volúmenes, publicados el 29 y el 30 de diciembre de 2021, analizan la actual situación sanitaria desde las perspectivas de los negocios y de la seguridad y los Derechos Humanos. “Llama la atención la clara falta de consenso en la comunidad internacional, que ha dejado traslucir las diferentes medidas que han adoptado los Estados, rompiendo la idea común de que los problemas globales requieren soluciones globales”, resume Espaliú.

De esta manera, el primer libro, titulado Global Pandemic, Technology and Business abarca una gran variedad de asuntos legales en los campos de la protección de datos, la economía y la creación de empresas durante la pandemia. La incertidumbre generada por la crisis sanitaria pone en riesgo los fundamentos de los sistemas legales. “Creemos que necesitamos leyes con una visión amplia que contemplen el equilibrio, la sostenibilidad y la flexibilidad. Esto incluye situaciones extremas y otros acontecimientos imprevisibles. Tenemos que ser más valientes y abiertos, considerar el panorama general y tomar la iniciativa en pos de los objetivos y los beneficios a largo plazo a la hora de diseñar el marco y las normas legales”, argumenta Carlos Espaliú.

Una actitud “más tolerante y positiva” hacia las tecnologías de vanguardia y la estrategia de las tres C (comunicación, coordinación y cooperación) también están en el centro del debate. “La pandemia ha demostrado que ningún país puede escapar de todas las incertidumbres y situaciones extremas. Las leyes deberían dar ese espacio para que formemos relaciones de cooperación más fuertes entre todos los niveles, ya sea entre las diferentes partes interesadas en un contexto legal, o entre los diferentes países”, comenta el investigador principal de SEGERICO.

Saturación judicial

En el libro, en el que participan, además, la investigadora de este grupo de investigación de Nebrija Geraldine Bethencourt, junto a Andrés Arenas y Jessica Bayón, profesores de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nebrija, incide en parámetros que van más allá de los datos sanitarios.  La pandemia ha dado lugar a un mayor número de conflictos entre los individuos tanto físicos como jurídicos. Sin embargo, del año 2019 al año 2020 decrecieron un 12 %, provocado por la suspensión de la actividad de los tribunales durante el confinamiento. Ante el aumento de la congestión de las instituciones judiciales, urge que las partes en un litigio busquen en la mediación, fuera del sistema judicial del Estado, el camino para resolver los conflictos.

La “nueva normalidad” hará que el comercio electrónico aumente un 20 %, pero hemos aprendido a eliminar gastos discrecionales entre un 50 % y 60 %. Estos hábitos serán ya una tendencia en los días venideros. El turismo ha sido el sector más damnificado, donde se perdieron en el año 2020 62 millones de puestos de trabajo. El sector hotelero en EE UU perdió 1,5 billones de dólares desde febrero de 2020. El sector farmacéutico ha sido de los pocos que ha creado puestos de trabajo de forma continuada entre febrero de 2020 y abril de 2021. El sector bancario perdió empleo, pero ha acelerado la transición hacia la digitalización de sus servicios. En la educación 290,5 millones de estudiantes se vieron perjudicados, lo que produjo una mayor desigualdad social debida al hecho de que las familias más humildes no tuvieron acceso a la tecnología suficiente para poder recibir clases online. En ocio y servicios, muchas pymes, ante el cierre de su actividad, sufrieron bancarrota. Por ejemplo, la industria cinematográfica registró el cese de 70 000 cines en China, 2500 en EEUU y 9000 en la UE, que se traducen en pérdidas de cinco billones de dólares que podrían aumentar hasta 15 o 17 billones en todo el mundo. Por otro lado, el sector de la alimentación fue de los mejores parados. Muchas de sus empresas como Nestlé, La Española o Juver, incluso subieron el sueldo a sus empleados.

Trabajar en remoto

Más efectos de la pandemia son, según los expertos, que el 55% de los consumidores seguirán con consumo online, que el 83% de los trabajadores podrán seguir trabajando en remoto, que empresas cuyas fabricas estaban en China y vieron su cadena de suministro alterado comenzarán a situarse en otros países por miedo a otras crisis, y que se prevé que el intervencionismo de los gobiernos en el mercado y la economía siga siendo un hecho en detrimento del libre mercado y de la liberalización del comercio.

En el segundo libro, Global Pandemic, Security and Human Rights, participaron los miembros de SEGERICO Carlos Espaliú, Juan Cayón, Luis García Segura y Susana de Sousa Ferreira, así como el profesor Zeno Leoni, de la King’s College London University y asociado al grupo SEGERICO. El volumen aborda asuntos legales en Derechos Humanos y seguridad en los Estados durante la crisis sanitaria. El libro examina cómo ha sido desafiada la capacidad de los Estados para salvaguardar los derechos fundamentales durante la crisis de seguridad durante la pandemia y focaliza su análisis sobre aspectos legales como la cuestión sobre la constitucionalidad de las medidas que se han implementado en diferentes Estados, las violaciones a los Derechos Humanos y diferentes aspectos de seguridad.

Sin dejar de lado las referencias internacionales, el caso de España protagoniza un capítulo específico. Los profesores Carlos Espaliú y Juan Cayón han analizado la inconstitucionalidad de las medidas tomadas mediante los Reales Decretos por los que se impusieron los estados de alarma en España antes de que el Tribunal Constitucional así los declarase. De este modo, examinan si puede haber o no violación de los artículos 16 (derecho a la libertad de religión), 18 (derecho a la privacidad), 19 (derecho a la libertad de movimiento) y 21 (derecho a la libre reunión y manifestación), “que son derechos fundamentales que se encuentran en la Constitución Española y no pueden ser suspendido por un estado de alarma”. Mientras la profesora Gracia Abad ahonda en este tema y en las medidas aplicadas en Italia, Hungría y Francia, las investigadoras Susana de Sousa Ferreira y Teresa Rodrigues estudian la situación de los migrantes como un grupo especialmente sensible a la reducción de derechos durante la pandemia. Por ejemplo, Portugal, habiendo recibido durante el año 2020 un 7 % más de inmigrantes, se vio obligado a flexibilizar las leyes y los trámites para regularizar a estas personas para que pudieran tener acceso a sanidad.

El profesor Luis García Segura, al igual que en el primer volumen, dedica su investigación a la protección de datos, pero tomando la perspectiva de los Derechos Humanos. De acuerdo con el profesor, la Estrategia Europea para los Datos (EED) permitirá la creación de empleo, reforzando el derecho al trabajo, y garantizará más el derecho a la educación. La democracia se verá igualmente reforzada por la separación que se establecerá con las empresas americanas, que tienen el monopolio de los servicios en la nube.

Los comentarios están cerrados.