Una jornada sobre ELE ofrece una brújula laboral para los profesores noveles

Los alumnos interesados en el español como lengua extranjera para ejercer como profesores afrontan su futuro laboral con las garantías que ofrece una lengua pujante; sin embargo, hay cierta desorientación a la hora de incorporarse al mercado de trabajo. Para que los estudiantes de los posgrados de formación de profesores de español como lengua extranjera (ELE) conozcan todas las posibilidades laborales, el Departamento de Lenguas Aplicadas de la Universidad Nebrija organizó el 23 de septiembre una jornada con expertos del sector público y privado, sin olvidar a los representantes académicos.

Susana Martín Leralta, decana de la Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad Nebrija, en las palabras de bienvenida, subrayó el objetivo de un encuentro “que pretende dar respuesta, ideas y experiencias en un mundo ELE en efervescencia”. Acto seguido, Bega García Viúdez, directora del Máster en Lingüística Aplicada a la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera, presentó la primera mesa redonda en la que intervinieron Álvaro García Santa-Cecilia, subdirector académico del Instituto Cervantes; Joana Lloret y Olimpia Zulima Muñoz (Unidad de Acción Educativa Exterior del Ministerio de Educación y Formación Profesional) y Sonsoles Vázquez Shelly, jefa de Servicio de Lectorados MAEC-AECID del Departamento de Cooperación Universitaria y Científica de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Los cuatro expusieron los requisitos y los pormenores en el acceso a diferentes puestos de sus instituciones. El AECID, “con el objeto de enseñar español y llevar a cabo actividades culturales en universidades extranjeras” plantea una convocatoria pública anual. El Ministerio de Educación y Formación Profesional ofrece al respecto tres convocatorias: auxiliares de conversación españoles, secciones bilingües en el este de Europa y profesorado visitante. El Instituto Cervantes lanza una modalidad de convocatoria pública de acceso libre, aunque presenta dos modalidades de profesores: de plantilla y colaboradores (de prestación de servicios).

“Alegrías y disgustos”

Los expertos de estas instituciones quisieron lanzar mensajes de aliento para todos aquellos que terminan sus estudios en ELE. Mientras que Álvaro García Santa-Cecilia consideró que “el español avanza significativamente en los sistemas educativos en Europa, y eso nos permite ser optimistas de cara al futuro de los profesores de español”, Joana Lloret subrayó que esta profesión es “apasionante y da muchas alegrías, aunque también algunos disgustos y mucho trabajo”.

Las experiencias de primera mano en torno a estos programas la ofrecieron las profesoras Begoña Martín y Cristina Herrero, profesoras de la Universidad Nebrija. A través de dinámicas alejadas de las conferencias al uso, demostraron su interés en el lenguaje y en el viaje como forma de conocimiento y explicaron sus vivencias como auxiliar de conversación y como lectora.

Accem, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar las condiciones de vida de las personas en situación de vulnerabilidad, también concurrió a la jornada ELE. Patricia Gallego, responsable del Servicio Aprendizaje del Idioma, recalcó que los profesores de español para refugiados de la asociación trabajan codo con codo con abogados o psicólogos. Talleres de alfabetización digital, de igualdad de oportunidades, de prevención de violencia de género y cursos de inmersión cultural, de conocimiento de la Constitución o de expresión escrita son algunas de las formaciones que emprende Accem.

Para finalizar las sesiones de la mañana, Pilar Alcover, directora del Centro de Estudios Hispánicos de la Universidad Nebrija, reflexionó sobre la inmersión de los estudiantes extranjeros, que “puede ser tremendamente efectiva”. A las horas de clase, los profesores de español, de acuerdo con su tesis, deben sumar, en sus propuestas, “ese laboratorio viviente” que representa el mundo exterior. “Lo que uno aprende divirtiéndose no se olvida jamás, eso hay que incluirlo en nuestras prácticas. Tenemos que intentar agilizar el aprendizaje de los alumnos, que el profesor sea un puente entre el idioma y la cultura”, reseñó.

El regidor entre bambalinas

El diálogo, “el día a día del editor con todos los implicados”, fue el modelo que eligieron las editoras Emilia Conejo y Ana Martínez Lara (Difusión) para su charla. Ser editor implica, para ellas, formación teórica, experiencia docente, criterio lingüístico (escuchar la lengua en uso), meticulosidad (atención al detalle), capacidad de coordinación y organización, inteligencia visual y espacial, humildad, creatividad, formación técnica, conocimiento de las tradiciones de aprendizaje y madurez, asertividad, paciencia, diálogo constante y capacidad para hacer críticas constructivas. “El editor es como un regidor que está entre bambalinas para que todo salga bien”, afirmó Emilia Conejo.

Las profesionales de Difusión disertaron sobre la creación y edición de materiales y sobre la relación entre autores y editores. Los procesos desde que se idea un manual hasta que llega a los estudiantes y el perfil de profesores de ELE como creadores de contenidos pedagógicos conformaron dos de los temas en los que más incidieron.

En la jornada, Jon Andoni Duñabeitia, director del Centro de Investigación Nebrija en Cognición, relacionó la lingüística aplicada a la enseñanza de ELE. Las relaciones interactivas con otras personas y con los procesos cognitivos son básicas en la investigación en el mundo ELE. Una perspectiva amplia y el uso de técnicas diversas componen el día a día de este tipo de investigación. “Una palabra que alguien aprende en español en lengua extranjera tiene un impacto sobre las palabras que conoce en su lengua nativa”, observó. Este nodo, en su opinión, puede entrar en conflicto en el “lexicón mental”, en ese conocimiento que un hablante tiene sobre el vocabulario de una lengua. La investigación intenta comprobar cómo afecta esto al aprendizaje.

¿Hay empleo en investigación en ELE? Jon Andoni Duñabeitia lo tiene claro: en las editoriales (en la creación de materiales), en las instituciones certificadoras-acreditadoras (diseño de pruebas, análisis de resultados), en las universidades, en los centros de investigación, en las entidades públicas y en las empresas.

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