La Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad Nebrija ha organizado una Jornada de Neurociencia y Orientación Educativa con la intención de compartir con sus alumnos el trabajo realizado desde los servicios de orientación, en los distintos niveles educativos. Durante todo un día, especialistas, orientadores, incluso, los responsables del éxito educativo del Colegio Fuenllana compartieron sus experiencias con los participantes. Todos juntos mostraron cómo es el proceso de una intervención multidisciplinar del alumnado. Una intervención que abarca desde el contexto escolar hasta el familiar.
Sara Valiente Rodríguez, doctora en psicología por la Universidad Complutense, psicóloga cognitiva y neuropsicóloga Infantil, protagonizó la primera ponencia de la jornada. Experta en evaluación e intervención neuropsicológica, Valiente compartió con los participantes los pasos necesarios para llegar a un diagnóstico correcto. Pasos que no deben quedarse en una primera lectura puesto que “puede llevar a error”.
Para realizar un diagnóstico correcto, recomendó aplicar más de una prueba, y leer los resultados “no en conjunto, sino por partes”. Valiente, que se ocupa de las evaluaciones neuropsicológicas del Hospital Ruber y atiende a población infanto-juvenil en su propio despacho profesional, compartió su experiencia en atención temprana, neuropsicología infantil y clínica. Mediante casos que, a priori, podían tener un diagnóstico claro, les demostró “la importancia de las evaluaciones completas, puesto que no todo es lo que parece”.
La importancia de las evaluaciones completas en la orientación
Así, mostró a los asistentes el caso de un niño de 10 años “el pequeño de cuatro hermanos, que vivió en el extranjero. Hoy estudia en un colegio británico, ha sido operado de los párpados, juega al tenis como deporte de competición y posee muy poca relación con los iguales. Sus padres lo llevaron pensando que tendría algunas dificultades como dislexia”.
Tras aplicarle todos los test, en un primer vistazo, la doctora se encontró que tenía un cociente intelectual normal y una velocidad de procesamiento normal. “Sus funciones ejecutivas eran bajas, así como el razonamiento visto perceptivo. Tiene muy mala letra como habéis visto, muchos errores ortográficos, es impulsivo, explota a nivel conductual y muy baja tolerancia a la frustración”.
Valiente empezó a tratarlo como una agnosia visoperceptiva, que era lo que peor salía en las pruebas. “No suelo poner diagnósticos hasta que no lo tengo claro. Así empecé a trabajar desde la agnosia visoperceptiva y empezó a mejorar. No todo es TDAH o dislexia. Hay muchísimas cosas más. No nos podemos quedar en la superficie. Cuando empezó a mejorar, también trabajamos el refuerzo positivo. Esto siempre funciona. Entre el deporte de competición y el bilingüismo que es muy importante saber en qué momento se mete un segundo idioma, el niño estaba frustrado hasta niveles estratosféricos. Al bajar la exigencia, su comportamiento también ha mejorado”, explicó.
Valiente compartió también el caso de un adolescente de 17 años, alumno de 1º de Bachiller que estudia, pero no le cunde. Tras compartir los resultados de los test, desveló su primera conclusión. Era un niño que tenía una velocidad de procesamiento lenta, pero una memoria fotográfica portentosa. “Para estudiar transformaba los apuntes en dibujos. Este chico no se presentó a la EBAU, hizo un módulo y hoy está en la universidad. Sigue haciendo esquemas con dibujos”, recalcó.
De las medidas ordinarias a las extraordinarias
La segunda ponencia de la jornada estuvo a cargo de Estefanía González Herrera, maestra especialista en Educación Especial y en Audición y Lenguaje. La directora del Equipo de Atención Temprana de Alcorcón basó su charla sobre La orientación psicopedagógica desde los equipos de atención temprana: integración de la neurociencia, la psicología evolutiva y la educación.
Experta en valoración y evaluación psicopedagógica y orientación e intervención educativa, durante su ponencia resumió los pasos que se deben dar desde el aula al descubrir o intuir que las cosas no van bien con un alumno. Según ella, “las tutoras cada vez sabemos más y no hace falta que venga un psicólogo o un orientador a que nos diga nada”.
Así las cosas, ante cualquier tipo de problema de aprendizaje se detecte en el aula, recordó a los asistentes que “la tutora [o el tutor] tiene la posibilidad de adoptar unas medidas extraordinarias como el tipo de letra, dar más tiempo, la forma de preguntar etcétera”. En el caso que las medidas ordinarias adoptadas no funcionen, González Herrera recomendó pasar a las extraordinarias.
“Para ello, hay que pedir permiso a la familia” y en caso de que el escenario sea muy complicado, les recomendó incluso “emitir un informe a servicios sociales para que actúen de oficio”. Enumeró los pasos necesarios para aplicar estas medidas extraordinarias y recomendó la elaboración de material adaptado.
Finalizó su conferencia compartiendo con los asistentes una colección de material adaptado hecho por su equipo. Material adaptado, sobre todo, respecto al mobiliario para niños con problemas de motricidad.
Colegio Fuenllana, un caso de exito
La Jornada de Neurociencia y Orientación Educativa se cerró con la clase magistral de María del Carmen Rodríguez Bázquez, licenciada en psicopedagogía y orientadora de Educación Primaria en el Colegio Fuenllana. El centro escolar madrileño puede presumir de haber conseguido el premio al mejor centro educativo por su trayectoria en PISA 2014-2020. De hecho, los titulares de prensa destacaron que “el colegio Fuenllana supera a Finlandia en el informe Pisa para colegios”.
Los datos fueron determinantes. Según el informe Pisa realizado en 2021 el Colegio Fuenllana repitió como mejor centro educativo español. En el último informe Pisa, en el que Finlandia, Corea, Singapur y Japón obtuvieron las mejores puntuaciones. El Fuenllana alcanzó 542 puntos, mientras que la media española fue de 496.
Se trata de un colegio con educación segregada (es femenino) que presume de tener un proyecto continuo “de Infantil hasta Bachillerato cuyo lema es educación 360º que crea un fuerte vínculo en la relación profesor-alumna puesto que cada alumna cuenta con un tutor personal, que no tienen por qué ser su docente, que se convierte en una guía intermediaria entre la familia y el colegio”. El Fuenllana basa su educación en un Programa de Desarrollo de la Inteligencia Emocional y Creativa apoyado en la teoría de las Inteligencias múltiples de Gardner.
