Generación Z

Autora: Celia Miguel Marcelo

 

 

Me llamo Celia y pertenezco a la Generación Z, es decir, a la primera generación nacida en la era digital y que, por ende, ha recogido el relevo de los, en ocasiones tan criticados, millennials. Nativos digitales, tendemos a desconfiar del sistema educativo tradicional del que todavía hemos sido partícipes, pues se sustenta en métodos de evaluación que miden la capacidad memorística del alumnado. En cambio, la facilidad con la que podemos acceder a cualquier información y, en definitiva, la inmediatez que nos caracteriza propicia que dicho sistema se quede obsoleto, motivo por el cual debe reinventarse.

A lo largo de mi vida estudiantil, he sido testigo de la introducción muy paulatina de las nuevas tecnologías en las aulas. No obstante, la mentalidad del profesorado permanecía impasible: pese a que la era digital ya era un hecho, multitud de colegios e institutos permanecían aferrados a los clásicos métodos de enseñanza. Sin embargo, al entrar en la Universidad Nebrija percibí una notoria transformación en cuanto a un sistema educativo que, genuinamente, asumí con absoluta naturalidad, pues el modo de impartir clase se adecuaba al siglo XXI.

Es obvio que la irrupción de las nuevas tecnologías en la Universidad ha cambiado los paradigmas del aprendizaje debido a que, en este caso, sí que existe una conciencia tecnológica entre el profesorado. Verbigracia, la pizarra digital no constituiría un mero elemento ornamental del aula, como pudiera suceder en secundaria, sino que pasaría a formar parte activa de cada clase. Asimismo, me he percatado de numerosos detalles más que determinan la diferencia entre el sistema educativo tradicional propio del instituto y el sistema educativo adaptado a los nuevos tiempos del que estoy disfrutando en la Universidad. En primer lugar, llama la atención la diferencia del material escolar necesario para cada institución: mientras que antes cargaba con una mochila repleta de libros, cuadernos y bolígrafos, ahora me basta con llevar un ordenador en el que tomar todos mis apuntes, buscar información, hacer los trabajos… Cabe destacar que las entregas de los proyectos se realizan a través de un “Campus Digital” en el que, además, los profesores cuelgan anuncios con información de interés. Asimismo, mediante esta plataforma podemos participar en distintos foros que fomentan la comunicación entre todos los miembros de la Universidad Nebrija: alumnado y profesorado, quienes además pueden contactarse a través de un correo electrónico institucional. Se crea así una pequeña comunidad con una gran interacción que evita la dispersión del alumnado. Por lo tanto, pese a lo que los detractores tecnológicos puedan objetar, es un hecho que las nuevas tecnologías constituyen un medio eficaz para construir una comunidad universitaria hacia la que sentir apego, pues este contacto directo humaniza la institución y cohesiona a todos los integrantes de la misma.

Estos tan solo son algunos de los múltiples ejemplos de transformación tecnológica que asumí al ingresar en la Universidad Nebrija, institución que ha sabido adaptarse a las necesidades de la Generación Z, una generación digital, emprendedora e inconformista, preparada para adaptarse a cualquier transformación que se produzca en la sociedad.

 

Celia Miguel Marcelo

Estudiante y colaboradora de Global Campus Nebrija