Comp. transv.

e-Learning: Retos y competencias transversales

Desde hace más de veinte años convivimos con la enseñanza online. Las tecnologías de la información, el uso de internet y la comunicación, han influido los modelos pedagógicos en el marco del contexto de enseñanza y aprendizaje creando cambios y retos en todos los niveles de la educación, desde los más básicos hasta el entono académico-universitario.

Los primeros cursos realizados en modalidad online datan del año 1996 y fueron creados para complementar la educación a distancia. Sin embargo, el e-learning marca diferencias importantes del modelo tradicional de educación a distancia. La primera es que el proceso de enseñanza y aprendizaje se desarrolla a través de recursos tecnológicos y virtuales, por lo que el uso de internet es indispensable para acceder a los contenidos y actividades de formación. Otra de las diferencias es que la interacción y comunicación son fundamentales, esto hace necesario el papel del docente, tutor, gestor y/o facilitador, quien garantiza la calidad del diseño pedagógico y favorece la interacción durante el proceso de aprendizaje.

El e-learning demuestra que la educación está viva y que tiene la capacidad de adaptarse a las necesidades y desafíos actuales, transformando las aulas en espacios multiculturales de interacción y conocimientos, lo cual conlleva asumir retos tecnológicos, pedagógicos y mentales, salir de la zona de confort, auto-disciplina y exigencia. “Duele. Merece la pena”, tal como lo recogió la campaña de Global Campus que puedes ver aquí: https://bit.ly/2WZRBAE.

La formación online y sus agentes activos se enfrentan día a día a los siguientes retos:

  • Tecnológicos: cada año está lleno de novedades e innovación tecnológica. La velocidad en crear aplicaciones y programas genera otras tendencias que nos obligan a aprender y desaprender continuamente.

  • Pedagógicos: la interacción docente y estudiante es substancial en esta modalidad. El docente adapta su método educativo, crea espacios de comunicación y contenido atractivo para las plataformas. El estudiante gestiona su proceso de aprendizaje, a mayor implicación y participación, mayor aprendizaje y satisfacción.  
  • Mentales: quizá sea el reto más difícil de superar, aparece como dudas, miedos previos a la formación o durante el proceso.

 ¿Será que si puedo con esto? ¿Esto si va a funcionar? ¿La educación online es de calidad? ¿Cómo podré organizar mi tiempo?


Todas estas preguntas tienen sus respuestas… Dentro de uno mismo y asumiendo los retos pueden ser reveladas.

Cuando se viven los retos de forma consciente, se desarrollan competencias transversales que van más allá del contenido teórico-práctico de la misma formación. El e- learning educa para la vida, transformando a las personas y generando un cambio positivo en la sociedad.


Dabbagh y Kitsantas (2012)[i] sostienen que la formación en línea es un entorno educativo ideal para desarrollar habilidades de autorregulación; como: la gestión y organización del tiempo, auto liderazgo, toma de decisiones, regulación del esfuerzo, motivación. En resumen, el alumno se convierte en el coach de su propio proceso, poniendo a prueba sus habilidades mentales y desarrollando nuevas competencias que le permitirán desenvolverse en equipo y a nivel personal. Sin duda, el e-learning es una inversión sostenible que perdura en el tiempo.

Mayra L. Angarita

Facilitadora de Global Campus


[i] DabbaghKitsantas – The Internet and higher education, 2012 –