“Alonso Zamora Vicente fue una figura clave del siglo XX en el estudio de la lengua española”

La Fundación Antonio de Nebrija, con el apoyo del Ministerio de Educación Cultura y Deporte y la colaboración de la Universidad Nebrija, de la Real Academia Española y de la Universidad Complutense, celebra esta semana las jornadas homenaje “Alonso Zamora Vicente. 100 años de su nacimiento”. Charlamos con Pilar Vélez Melón, directora de la Fundación Antonio de Nebrija y coordinadora de estas jornadas.

¿Qué ha supuesto el trabajo del filólogo y escritor Alonso Zamora Vicente para la lengua española?

¡Pregunta difícil para una matemática! Así que voy a responder por boca de otros, citando primero a un científico y luego a un filólogo.

Isaac Newton en una carta dirigida a Robert Hooke escribió: “Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes”. Alonso Zamora Vicente podemos decir que es uno de esos gigantes sobre los que se sientan generaciones de estudiosos de la lengua española.

Resumir en pocas líneas una trayectoria científica y vial tan rica y diversa como la de Zamora Vicente no es tarea fácil. Las siguientes palabras extraídas de la Laudatio que Jesús Sánchez Lobato, catedrático de Literatura española de la Universidad Complutense, le dedico en el homenaje de 1999 en la Universidad Nebrija nos pueden dar una idea de su inmensa labor:

“Ha sido y es maestro de generaciones universitarias, ha impulsado con denuedo la cultura hispánica, ha rastreado nuestra mejor veta popular en los clásicos, nos ha legado estudios magistrales sobre Lope, la picaresca, Cervantes, Valle-Inclán, Camilo José Cela …; ha dicho casi todo lo que hay que decir sobre la lengua española en sus estudios de Dialectología y en su labor académica; ha recreado literalmente, magistralmente, la sociedad española toda, sin grandes héroes, por medio de personajes normales -él es uno más-; ha recreado el personaje anónimo para así adentrarnos en nuestra intrahistoria de España, en la vida de nuestros últimos sesenta años; ha permanecido atento a toda manifestación cultural; ha sido y es ejemplo moral y ético en una sociedad que no ha sabido (o no ha querido) alimentarse de su educación regeneracionista; ha sido y es maestro atento, trabajador, infatigable…”

¿Y para la Universidad Nebrija?

Alonso Zamora Vicente estuvo vinculado a Nebrija como miembro de la Fundación Antonio de Nebrija, presidió su patronato hasta 2005 y fue su presidente de honor hasta que falleció en 2006. Desde la Fundación colaboró activamente en el proyecto y en la creación de la Universidad Nebrija.

En más de una ocasión le oí hablar sobre el impulso, la ilusión y la fuerza con que Belén Moreno de los Ríos y Manuel Villa-Cellino pusieron en marcha el proyecto de la Universidad Nebrija. Era el mejor cronista de los avatares vividos en  “las frecuentes visitas a los despachos ministeriales, recitando la legislación sobre universidades privadas”.

Galardones, premios y homenajes reflejan la importancia de la figura de Alonso Zamora Vicente en el mundo de la lengua, pero, ¿cómo era a nivel personal, cómo lo definiría?  

No tuve la fortuna de conocerlo en profundidad, solo coincidí con él ocasionalmente en los actos que organizábamos en Nebrija y a los que le encantaba asistir. Aquellas ocasiones, más los meses que llevo organizando este homenaje, me han permitido intuir la figura de un intelectual del siglo XX, comprometido con la lengua y la cultura española, pero sobre todo muy humano, cercano y desbordante de generosidad. De mis conversaciones con algunos de sus discípulos, que han colaborado en la organización de este homenaje, me he quedado con la imagen de un gran maestro.

“Cualquier aventura más o menos ilusoria que se nos ocurra, todo, absolutamente todo puede lograrse. Todo podemos convertirlo en circunstancia nuestra, con su peso, sus esquinazos, su intransferible cielo. Por difícil que parezca basta sólo con querer lograrlo y, una mañana cualquiera, dar el primer paso”. Zamora Vicente ofreció esta declaración en el acto de Santo Tomás de Aquino celebrado en la Universidad Nebrija en 1999, una buena carta de presentación…

Aquel Santo Tomás de Aquino de 1999 la Universidad Nebrija le rindió  homenaje, recuerdo que fue emotivo, sencillo, cercano. La comunidad Nebrija acogió en el Campus de La Berzosa a sus familiares y a sus discípulos y compañeros  en el caminar por las sendas de la lengua española.

Las palabras que citas pertenecen a la intervención de D. Alonso y son un consejo que nos dirigió a los jóvenes profesores que le escuchábamos aquel 28 de febrero de 1999.

La Fundación ha organizado dos jornadas que tendrán lugar los días 21 y 22 de septiembre. ¿En qué van a consistir y quiénes participarán en las sesiones?

La idea ha sido reunir a filólogos, discípulos, amigos, estudiosos de la obra de Zamora Vicente y todo aquel interesado en la lengua y la cultura española, con un programa diverso, como diversa fue la obra de D. Alonso.

Las jornadas “Alonso Zamora Vicente. 100 años de su nacimiento” se desarrollan en tres sesiones que tendrán lugar en tres instituciones madrileñas a las que dedicó su tiempo y su saber: la Universidad Nebrija, la Universidad Complutense y la Real Academia Española.

La Universidad Nebrija acogerá la inauguración de las jornadas por Carlos Andradas, rector de la Universidad Complutense y Juan Cayón, rector de la Universidad Nebrija; a continuación Manuel Villa-Cellino, presidente del Consejo Rector de la Universidad Nebrija, inaugurará el aula Alonso Zamora Vicente del campus de Madrid-Princesa. Seguidamente, tendrán lugar dos paneles sobre la obra de Zamora Vicente como filólogo, escritor, editor, dialectólogo o embajador de la lengua española en el extranjero, en los que intervendrán reconocidos filólogos de diferentes universidades españolas que fueron sus discípulos o colaboraron con él.

La Facultad de Filología de la Universidad Complutense acogerá una actividad teatral y didáctica consistente en lecturas dramatizadas de textos de Alonso Zamora Vicente, preparadas y dirigidas por su nieta, Ana Zamora, y a cargo de la compañía Nao d’Amores.

La última sesión se desarrollará en la Real Academia Española. Su director, Darío Villanueva, dará la bienvenida y hablará sobre Zamora Vicente, el académico que le precedió en el sillón D. Contaremos también con los académicos José Antonio Pascual y Ignacio Bosque y con los catedráticos Jorge Urrutia y Juan Mayor, que nos harán una semblanza de Zamora Vicente.

Además de estos actos, diferentes instituciones han querido homenajear a la figura de Alonso Zamora Vicente, como la Exposición bibliográfica en la Biblioteca Nacional de España, en enero de este año o la jornada homenaje “Alonso Zamora Vicente. 100 años de su nacimiento”, en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense, en el pasado mes de abril. Actos a los que se suman las actividades realizadas desde la propia Universidad Nebrija…

D. Alonso fue una figura clave del siglo XX en el estudio de la lengua española, por lo que no es de extrañar que la Biblioteca Nacional de España dedicara una exposición bibliográfica a su obra a principio de año. Igualmente la Facultad de Filología de la Universidad Complutense, de la fuera catedrático desde 1968, le dedicara un homenaje la tercera semana de abril, semana del libro.

Y queda pendiente otro homenaje que le dedicarán varias instituciones extremeñas, un “Itinerario literario por Extremadura, una tierra con la que Alonso tuvo grandes lazos, entre ellas la Universidad de Extremadura y la Fundación Biblioteca Zamora Vicente de Cáceres donde se conserva su legado.

Tampoco nos podemos olvidar del Certamen Literario de Relato Breve Alonso Zamora Vicente, que ya ha celebrado doce ediciones y que nació con el objetivo de fomentar la producción literaria y el interés por la lectura.

El certamen de relato fue una  iniciativa del departamento de Lenguas Aplicadas, el servicio de Biblioteca y el servicio de publicaciones de la Universidad Nebrija que D. Alonso acogió con entusiasmo.

Recuerdo su presencia, ya muy anciano, en la entrega de premios de la primera edición que se celebró en la Sala de conferencias del Campus de La Berzosa. Sin duda, una persona singular que dejó huella allí por donde pasó. Por ello, animo al lector a sumarse a los actos de este homenaje los días 21 y 22.

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