“En la vida también hay que acordarse de lo que han hecho por ti”. Fernando González Simarro, alumni de la Universidad Nebrija, socio fundador y director general de ITG Auditores, lo tiene muy claro. Con la intención de agradecer a quienes le han ayudado en su camino profesional, ha decidido apadrinar tres becas para dos máster de la Universidad Nebrija. “Vengo de una familia que no tenía medios. Gracias a una beca pude matricularme en un MBA y gracias al apoyo de la Universidad entré en el mercado laboral con mi primer trabajo. Hay que agradecer a quien te ha ayudado en el camino y esta donación es la mejor forma de hacerlo”.
En el acto de la firma, Fernando González Simarro estuvo acompañado por su mujer, Mercedes Criado Regidor. En representación de la Universidad Nebrija asistieron Fernando Tomé, vicerrector de Estudiantes, Empleabilidad e Internacionalización, y Gregorio Martínez, director de Relaciones Institucionales de la Universidad además de director de la Fundación Nebrija.
Ambos quisieron agradecer su contribución y su compromiso con la Universidad ofreciéndole formar parte del patronato, propuesta que González Simarro aceptó complacido.
Recuerdos de la Universidad
Aunque ha pasado mucho tiempo desde aquel 1996, el año en el que nuestro primer mecenas se graduó del MBA, Fernando Tomé quiso saber qué recuerdos le quedan de aquellos años de estudiante. “Estudié en el Campus de la Dehesa de la Villa. Tengo un gran recuerdo de aquellos tiempos. Éramos 15 en clase, lo cierto es que, por diferentes motivos, nos graduamos solo 10. Me acuerdo, por ejemplo, de Margarita Delgado, actual subgobernadora del Banco de España y entonces profesora de Finanzas. Fue todo un lujo poder alternar los estudios del MBA con el cumplimiento del Servicio Militar en Carabanchel”, subrayó.
Emocionado, Gregorio Martínez agradeció este primer gesto de un alumni de Nebrija. “Resulta muy difícil explicar con palabras lo que sentimos en este momento al ver que un antiguo alumno reacciona con esta generosidad. Espero que sea algo bueno también para ti. Que te reporte ganancias personales, sobre todo, en tu desarrollo personal. Por supuesto vamos a utilizarlo para contarlo”, recalcó.
Unas becas de carácter circular
González hizo mucho hincapié en la esencia circular de estas becas. “Me gustaría que las personas que se puedan beneficiar de estas ayudas, si un día llegan a triunfar, no se olviden y hagan lo mismo”. Y su mujer, Mercedes Criado, puso el acento en otra cosa importante. “Esto también es un ejemplo para los niños”. Padres de cuatro hijos de 16, 15, 13 y 10 años, ambos tienen claro que acciones como ésta se convierten en el camino correcto para transmitir la importancia del compromiso, el esfuerzo y el rigor, las máximas que definen la figura del humanista que da nombre a la Universidad.
Antes de la rúbrica, Gregorio Martínez le preguntó si había pensado un nombre para las becas. “El nombre de la empresa. Porque será la fuente que generará las futuras becas”, respondió.
Tras un intercambio de regalos, los tres protagonistas procedieron a inmortalizar las nuevas Becas Alumni ITG Auditores. El encuentro finalizó con un recorrido por el campus Madrid-Princesa. “Es la primera vez que vengo aquí. La Universidad ha cambiado mucho desde aquel 1996”, confesó González. Guiado por Gregorio Martínez, el grupo caminó por un edificio histórico que, en su día, albergó el Archivo Histórico Militar y el Instituto de Historia y Cultura Militar. Como anécdota, cabe destacar que este inmueble puede presumir de ser el primer espacio donde el ejército español sustituyó los caballos por vehículos a motor.
Mis felicitaciones de corazón para Fernando, a quién conozco profesionalmente desde hace más de 15 años. Debo decir que es un extraordinario profesional, serio, trabajador y honrado. En lo personal tengo que decir que me honra su amistad y que he conocido pocas personas tan bondadosas y cercanas como él. Por eso, de él no me sorprende esta hermosa iniciativa.