Cinco mujeres líderes en sus respectivos campos se reunieron en el salón de actos del campus de Madrid-Princesa con motivo del Día Internacional de la Mujer, convertido en un espacio en el que compartieron sus experiencias profesionales y su visión del feminismo con estudiantes y miembros de la comunidad universitaria.
Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, y licenciada en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, María Luisa Domínguez, ex presidenta y directora de Adif, aconsejó a las estudiantes a que “sigan formándose siempre” y les animó a elegir carreras técnicas, “porque son apasionantes ya que transformamos la vida de la gente, en mi caso con la movilidad”.
Para Domínguez, la parte más injusta de trabajar en un entorno como la ingeniería, mayoritariamente masculino, “es la sensación de que juegas por ti y por todas tus compañeras. Y tenemos derecho a hacerlo mal, pero si me equivoco, la sensación de que no le vuelvan a dar una oportunidad a otra mujer es mucha responsabilidad. Aunque si a la vez sirve para dar oportunidades a otras mujeres, bienvenido sea”, dijo Domínguez.
El mundo de la moda fue abordado por Celia Bernardo, directora creativa de Celia B, firma que viste a celebridades nacionales e internacionales como Olivia Palermo, Zooey Deschanel, Lena Dunham, Paula Echevarría o Candela Peña; a influencers como Marta Lozano o Lucía Bárcena, y cuyas piezas han formado parte del vestuario de conocidas series como ‘Sex Education’. Tras estudiar Publicidad y Relaciones Públicas decidió emprender camino en la moda, una industria en la que las mujeres “no tenemos el poder, ni controlamos el capital, ni tenemos el reconocimiento”.
Por su parte, Julia Sánchez Abeal, CEO de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, habló de su pasión por la educación como herramienta transformadora y de su experiencia en liderar una institución que acoge a 170 estudiantes de 40 nacionalidades, muchos de ellos de entornos vulnerables.
En el área de la ciencia, Isabel Espejo, investigadora postdoctoral del CNIO, compartió su fascinante recorrido en el mundo de la biotecnología y la genética, evidenciando la relevancia del feminismo en campos científicos y la importancia de la visibilidad femenina en la ciencia.
Cristina Villalonga, vicerrectora de Educación Digital y Tecnología de la Universidad Nebrija, hizo un llamamiento a que hombres y mujeres “creemos un futuro en el que la igualdad fluya como un río constante en todos los ámbitos de la vida”.
LUCHA POR LA IGUALDAD Y ABUSO DE PODER
El acto, moderado por María Gil, directora de Comunicación de la Universidad Nebrija, no solo sirvió como una plataforma para compartir las trayectorias de estas mujeres referentes, sino también como un foro para discutir temas como el acoso, el abuso de poder y el feminismo. Gil remarcó el privilegio de las mujeres en occidente para exponer y debatir sobre los obstáculos y frenos para lograr una igualdad plena con los hombres. “En países como Arabia Saudí, Marruecos, Mali, Pakistán o Egipto las mujeres que se alzan por sus derechos corren enormes riesgos. Por eso, porque nosotras sí que podemos reclamar la igualdad de todos los ciudadanos, me parece una responsabilidad que debemos ejercer para contribuir a que el mundo en el que vivimos sea más justo, mejor”, apuntó.
Lola Salvador, novelista y escritora, Premio Nacional de Cinematografía y autora de guiones de cine tan históricos como como El crimen de Cuenca o Las bicicletas son para el verano, adelantó que existe un movimiento dentro del mundo del cine para la creación de una red que implique a asociaciones profesionales, directores, escritores, los Ministerios de Cultura e igualdad, “para poner en común unas prácticas éticas” frente a situaciones de acoso y abuso de poder, y se preguntó “qué hace falta” para que las estudiantes denuncien estas situaciones; y qué pasa en la sociedad española, que no prende el “me too”.
Feminismo
Salvador confesó tener un problema con el feminismo. “porque si yo fuera un chico pensaría igual”, dijo. “El problema es hasta qué punto ciertos movimientos y ciertas asociaciones se convierten en pequeños guetos. Vamos a hablar de personas”, manifestó.
Bernardo por su parte se confesó feminista, al considerarlo un movimiento fundamental para crear una sociedad más democrática y más justa, y para que las mujeres tengan más oportunidades. Recordando el caso de “la manada”, opinó que este tipo de abusos no se denuncian “por lo que viene después”, y llamó a construir mecanismos primero para que no sucedan esos hechos y, si suceden, para que no se les cuestione y haya un mecanismo que ayude a las víctimas.
Domínguez también se confesó feminista, entendiendo el movimiento como la igualdad. “Ya son muchos años que la mujer está incorporada al mundo laboral que sigue siendo un terreno masculino y eso hace que tengamos que hacer un esfuerzo suplementario, lo que provoca que algunas se rindan. Si hacemos un terreno de juego neutro entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, pero sobre todo en el laboral, lo conseguiremos”.
Igualmente feminista se confesó Sánchez Abeal y opinó que el movimiento persigue “acelerar la igualdad en la transformación”. Recordó detalles como que en el ámbito personal las mujeres tienen de media una hora y media menos de ocio que los hombres o dedican tres horas más al día al cuidado del hogar. “No es algo que solo afecte al ámbito profesional, está en todos los ámbitos de la sociedad. Y mientras ese punto de partida no sea diferente, no estaremos en una situación de igualdad”. A su juicio, si las mujeres no confiesan situaciones de abuso es porque “sigue existiendo miedo, por las consecuencias, por pensar que te va a ir peor si denuncias o porque no te vayan a creer”.
Isabel Espejo, por su lado, también se presentó como feminista y destacó que, a diario, se encuentra con situaciones en las que las mujeres renuncian a preguntar en público, en charlas, seminarios o reuniones. “No hacemos preguntas porque tenemos miedo a que nos juzguen, a equivocarnos y no denunciamos probablemente por las mismas cosas”.
El cierre estuvo marcado por una actuación conmovedora de Margarita Estela García, estudiante de la Universidad Nebrija, que interpretó la canción. “Sin miedo”.
Junto al acto central, el Día Internacional de la Mujer en la Universidad Nebrija también contó con la participación de los estudiantes del Grado en Artes Escénicas, que protagonizaron una emocionante performance; de los alumnos del Grado en Diseño de Moda, con una pequeña exposición sobre moda y mujeres sufragistas.
Como es tradición, la jornada concluyó con el lanzamiento de sombreros al aire en homenaje a las “sinsombrero” de la Generación del 27.