Universidad Nebrija

revista.la@nebrija.es | ISSN 1699-6569 | Publicación semestral

La aplicación de la disponibilidad léxica a la didáctica del léxico de LE
Kiriakí Palapanidi
Universidad Antonio de Nebrija (Madrid)
adoquins@nebrija.es
RESUMEN

En este artículo se presenta la disponibilidad léxica como una herramienta práctica cuya investigación se puede explotar didácticamente en la enseñanza del léxico en LE.

Palabras clave: léxico disponible, didáctica del léxico, adquisición del léxico en LE, Lingüística aplicada.

ABSTRACT

This article presents the lexical availability as a practical tool whose research can be exploited didactically in the teaching of vocabulary in FL.

Keywords: Lexical availability, lexical teaching, Vocabulary acquisition in FL, Applied Linguistics

 

1. Necesidad de enseñanza explícita del léxico en LE

El léxico es un factor fundamental en el aprendizaje de una lengua por ser el componente que da sentido al sistema lingüístico. Además, cabe reiterar que sin el aprendizaje del léxico de una lengua no puede haber comunicación, lo cual generalmente constituye el objetivo más importante para el aprendiente de LE. Siendo las palabras las portadoras del significado, es lógico que su aprendizaje se considere indispensable para el establecimiento de la comunicación.

Sin embargo, su adquisición es un proceso complejo por tanto identificarlo con el mero hecho de aprender el significado de una palabra que buscamos en el diccionario es un acercamiento superficial y simplista. Según Luqué Durán (2004), el lexicón mental, donde reside toda la información de la competencia léxica, está estrechamente relacionado con nuestro entorno y por eso está sujeto a un incesante cambio provocado por la adquisición interminable de nuevas experiencias e informaciones. De esta manera, la adquisición del léxico es un proceso largo e interminable, durante el cual el alumno paulatinamente va aprendiendo las diversas acepciones de una palabra o elemento léxico.

Dada la importancia del léxico, su compleja naturaleza y la especial dificultad que conlleva su adquisición en LE, se hace imprescindible su enseñanza explícita. En efecto, existe gran variedad de libros y tratados que versan sobre el tema de la enseñanza del léxico y proponen diferentes técnicas y actividades para su aplicación didáctica, entre otros: Allen (1984), Gairns y Redman (1986), Morgan y Rinvolucri (1986), Nation(1990), McCarthy (1990). Todos ellos insisten en la obligatoriedad de enseñar el vocabulario a través de una presentación organizada y sistemática, basada en las aportaciones de la semántica y psicolingüística, pues tienen en cuenta la complejidad del proceso de su adquisición.


2. La selección léxica para el aprendizaje del vocabulario de LE

Una vez aceptada la necesidad de la enseñanza explícita del vocabulario, surgen diferentes cuestiones, que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar material didáctico para el aprendizaje del vocabulario de una LE. Según Rodríguez Muñoz y Muñoz Hernández (2009), una de estas es la selección del vocabulario en el que hay que trabajar en las clases de enseñanza de LE. En la misma línea está Bartol Hernández (2010), quien subraya la necesidad de realizar una selección léxica adecuada que cubra las necesidades de cada alumno en las diferentes fases de la adquisición de la LE. El MCER, a su vez, afirma claramente que"quienes elaboran materiales de exámenes y manuales están obligados a hacer una selección léxica" (149).

Si admitimos que es imprescindible realizar una selección del vocabulario adecuado para las clases de ELE surge también la cuestión de establecer criterios en los cuales se va a basar dicho proceso. La importancia de establecer tales criterios se subraya por muchos investigadores (Bartol Hernández, 2010; Rodríguez Muñoz y Muñoz Hernández, 2009) quienes pretenden especificarlos.

Según Bartol Hernández (2006), al principio los investigadores se recurrieron al criterio de la frecuencia porque pensaban que las palabras más frecuentes eran las más útiles y las que deberían enseñarse en la clase de enseñanza de LE. Basándose en dicho criterio se formula el llamado léxico básico, que incluye las palabras más usuales o frecuentes de una comunidad.

Como afirma Sifrar Kalan (2009), el léxico básico incluye palabras que pueden aparecer en todos los tipos del discurso independientemente del tema tratado y es un sistema que se caracteriza por su estabilidad. En concreto, Saralegui y Tabernero (2008) señalan que el léxico básico abarca principalmente palabras gramaticales. Con la intención de especificarlas Benavides - Segura et. al. (2011) sostienen que a esta categoría pertenecen preposiciones, conjunciones y verbos auxiliares.

Sin embargo, según Bartol Hernández (2006), un grupo de lingüístas franceses (Gougenheim, Michéa, Rivenc y Sauvageot) en su intento de establecer el léxico elemental para la enseñanza del francés como LE llegaron a la conclusión de que el criterio de la frecuencia de las palabras era insuficiente. Su investigación les mostró que de la lista de las palabras más frecuentes faltaban palabras comunes y necesarias para la comunicación cotidiana. La ausencia de dichas palabras se ha podido explicar por el hecho de que se utilizan en situaciones concretas y su uso se condiciona por el tema tratado.

Y en la misma línea, Bartol Hernández (2010) afirma que la frecuencia de las palabras no puede ser el único criterio en el cual se va a basar la selección léxica para la enseñanza de LE. Las limitaciones del uso exclusivo del criterio de la frecuencia de la palabra se subraya también por Carcedo González (1998), quien sostiene que palabras muy normales y conocidas presentan muy baja frecuencia porque se producen sólo cuando se da un estímulo concreto al hablante.

De esta manera, surge el concepto de la disponibilidad léxica, como un criterio en el cual se basa la formulación del léxico disponible de una lengua. Según López Chávez (1994), el léxico disponible se compone por las palabras más comunes de una lengua que no son muy frecuentes porque aparecen en casos determinados cuando el tema específico requiere su uso. En concreto, en el léxico disponible se engloban principalmente sustantivos, algunos verbos y adjetivos.


3. La metodología de los estudios de la disponibilidad léxica [1]

Como señala Sifrar Kalan (2009), los datos de los estudios de la disponibilidad léxica se han aplicado tanto a la enseñanza de la LM como de la LE. Adicionalmente, los resultados de estos estudios se han podido aprovechar para analizar las producciones lingüísticas de hablantes de comunidades bilingües o de comunidades donde hay contacto de lenguas.

En este sentido, el artículo de Verdeses - Mirabal en este volumen es un buen ejemplo de estos trabajos. El autor examina la disponibilidad léxica de una comunidad hispanohablante de Redwood City, California que está en contacto con el inglés. Sin embargo, como señala Verdeses - Mirabal, sus resultados también pueden aplicarse a la enseñanza de la LM y de la LE.

En cuanto al español, según Bartol Hernández (2006), se ha incrementado el interés en los estudios de disponibilidad léxica después de la década de los noventa. De esta manera, surge el Proyecto Panhispánico del léxico disponible, que se dirige por López Morales. Su objetivo es publicar el léxico disponible común en todo el mundo hispanohablante y de cada uno de los países que formulan la comunidad hispanohablante.

Como afirma Bartol Hernández (2006) y como muestra la revisión de la bibliografía (Samper, 1998; López Morales, 1999; Galloso, 2003; Hernández Muñoz, 2004), la metodología que se emplea para la recogida de los datos en tales trabajos presenta algunas carcterísticas comunes. Se utilizan 16 centros de interés que sirven como estímulos para activar el lexicón mental de los participantes y producir palabras disponibles, que utilizan sólo cuando las situaciones lo exigen. Además, los participantes de estos estudios son alumnos del último año del bachillerato, dan por escrito sus respuestas en dos minutos y se examinan factores sociales (sexo, nivel sociociltural, titularidad y ubicación del centro de estudio). Finalmente, se realiza la homogeneización de las respuestas y se emplea el mismo programa informático para calcular el índice de disponibilidad de cada palabra.[2]

Verdeses - Mirabal en el presente artículo sigue esta metodología, dado que usa los 16 centros de interés (el cuerpo humano, la ropa, las partes de la casa, los muebles de la casa, comidas y bebidas, objetos colocados en la mesa para la comida, la cocina y sus utensilios, la escuela: muebles y materiales, calefacción, iluminación y medios de airear un recinto, la ciudad, el campo, medios de transporte, trabajos del campo y el jardín, los animales, juegos y distracciones, profesiones y oficios) utilizados en los trabajos del Proyecto Panhispánico para diagnosticar la disponibilidad léxica de sus participantes.


Además, sus informantes son alumnos hispanos del último año de la enseñanza general, y tienen que escribir sus respuestas en dos minutos como en los otros estudios del Proyecto Panhispánico. Asimismo,Verdeses - Mirabal sigue el proceso de la unificación y homogeneización de sus datos y por último, procede al análisis estadístico de sus datos empleando los programas Dispolex y SPSS Statistics 17, que calculan la disponibilidad léxica como ya se ha mencionado.

A pesar de que el artículo de Verdeses - Mirabal es un ejemplo típico de los trabajos de la disponibilidad léxica, presenta algunos elementos novedosos, que se podrían considerar la aportación de este trabajo a la metodología de este tipo de investigación.

En concreto, Verdeses - Mirabal no examina sólo el efecto de las variables sociales tradicionales (sexo, lengua habitual, nivel sociocultural y generación de inmigrantes) a la disponibilidad léxica de sus participantes sino que toma en cuenta dos variables novedosas, el lugar de nacimiento y el nivel de español. Sus resultados le dan la razón, dado que se ha encontrado una variación tanto cuantitativa como cualitativa en la producción léxica de los participantes de diferente nivel de español y de diferente lugar de nacimiento.

En cuanto al nivel de español de los informantes, se ha podido observar que hay un desarrollo en los promedios de las respuestas a medida que avanza el nivel lingüístico en español. Asimismo, en los niveles avanzados, se han podido observar cualitativamente diferentes respuestas, dado que la producción léxica de los informantes de estos niveles se caracteriza por "mayor concreción semántica" y "mayor afinidad" (Verdeses - Mirabal, p. 27).

Respecto al factor lugar de nacimiento de los participantes, los resultados encontrados han indicado que los promedios de respuestas de los participantes nacidos en Estados Unidos se oscilan en niveles más bajos que los de los informantes que nacieron en países hispanohablantes en todos los centros de interés. Adicionalmente, como en el caso del nivel de español, se ha mostrado que el factor lugar de nacimiento ha afectado las respuestas de los encuestados de una manera cualitativa. En concreto, los nacidos en países hispanohablantes presentan mayor concreción semántica en sus producciones léxicas que los nacidos en Estados Unidos.

Además, lo más importante es que los resultados de su análisis estadístico han mostrado que ambas variables presentan una correlación significativa con las variables dependientes, es decir los 16 centros de interés del estudio de la disponibilidad léxica. Lo cual indica que estos dos factores novedosos, que examina Verdeses - Mirabal, deberían tomarse en cuenta en una futura investigación en la producción del léxico disponible de la comunidad estudiada.

A parte de los factores novedosos que se examinan en el presente artículo, es interesante subrayar otro elemento original en la metodología de este estudio. Como ya se ha mencionado, el análisis estadístico de los datos de un trabajo de disponibilidad léxica se realiza mediante el empleo de Dispolex. Efectivamente, Verdeses - Mirabal utiliza dicho programa para obtener los índices de disponibilidad léxica, la frecuencia de aparición de los vocablos, los promedios de respuestas por participante, el índice de cohesión, el orden de los rasgos de los valores.

Sin embargo, su análisis estadístico se completa con el uso de otro programa estadístico, el SPSS Statistics 17, con el objetivo de llegar, como él mismo afirma " a conclusiones de mayor fiabilidad" (Verdeses - Mirabal, p. 7). De hecho, el análisis estadístico adicional que realiza (parámetros de tendencia central, medidas de dispersión, significación de la diferencia entre medias, análisis factorial simple, análisis de regresión lineal múltiple, coeficiente de correlación múltiple y análisis factorial de los componentes principales) muestra la significación estadística de los resultados de su trabajo. De esta manera, se puede averiguar cuáles de los resultados obtenidos se pueden extrapolar a toda la población de alumnos hispanos del último grado de la enseñanza general de California.

Como el objetivo de la investigación es su aplicación práctica a la enseñanza de la LM y de la LE, es obvio que se requieren resultados generalizables. Así, Verdeses - Mirabal ha cumplido su objetivo, porque mediante su análisis estadístico ha conseguido llegar a saber cuáles de sus conclusiones son fiables y no se deben al azar. De esta manera, se puede afirmar que la elaboración de análisis estadístico adicional a parte de Dispolex da un valor complementario a una investigación de disponibilidad léxica.


4. Aportaciones de la disponibilidad léxica a la enseñanza del léxico en LE

Como se ha observado, el concepto de la disponibilidad léxica ha surgido como un criterio alternativo para la selección de las palabras adeuadas que deben enseñarse a los aprendientes de LE y los trabajos que la examinan son estudios léxico - estadísticos y ofrecen datos empíricos para las palabras más disponibles en cada tema determinado. De esta manera, se puede afirmar que el valor de estos datos es incuestionable dado que, como afirma Bartol Hernández (2010), reducen la arbitrariedad en la selección del léxico que debe conocer un aprendiz de LE.

En concreto, los estudios que examinan la disponibilidad léxica de hablantes nativos pueden ser una herramienta objetiva e imprescindible para los profesionales de la enseñanza de LE. Como apunta Benítez Pérez (2009), el léxico enseñado a los aprendices de LE debe ser un reflejo fiel del léxico utilizado por la comunidad nativa. Por eso, parece necesario que trabajos que examinan la disponibilidad léxica de hablantes nativos guíen el proceso de la selección de las palabras que deben incluirse en las clases de enseñanza de LE.

Adicionalmente, según Sifrar Kalan (2009), dentro del marco de los proyectos de la disponibilidad léxica con objetivo de aplicarse a la enseñanza de LE, hay también otra vertiente. En dicha vertiente, los investigadores aplican la metodología de los estudios de disponibilidad léxica a los aprendientes de LE, es decir, sus informantes son los mismos los alumnos. Los resultados de estos estudios ofrecen una panorámica sobre la disponibilidad léxica en la LE de los aprendientes de la lengua en cuestión.

Este tipo de estudios se puede explotar para la enseñanza del vocabulario en LE de muchas maneras distintas. Por un lado, dichos estudios permiten la comparación de la disponibilidad léxica de los nativos con la de los aprendientes de la LE (Carcedo González, 2000) lo cual puede arrojar luz a las posibles lagunas en la competencia léxica de los aprendices de LE detectando los centros de interés que no se han desarrollado.

Otra aportación del estudio de la disponibilidad léxica de aprendientes de LE se refiere por López González (2010), quien pretende observar la evolución de la competencia léxica de aprendientes polacos de español examinando su disponibilidad léxica en español en diferentes fases de la adquisición de la lengua. Como sostiene la investigadora, el estudio de la disponibilidad léxica de un grupo de aprendientes de LE puede convertirse en un medio de evaluación de la competencia léxica de este grupo. Asimismo, tal estudio puede servir de ayuda para averiguar el efecto y la eficiencia del método pedagógico que se utiliza en la clase. Es obvio que dicha información es de gran utilidad para los enseñantes de LE y facilita su trabajo ya que les muestra el nivel léxico de sus alumnos y los puntos débiles de la metodología que usan.

Adicionalmente, según Bartol Hernández (2010), el estudio de la disponibilidad léxica de aprendientes de LE contribuye a la mejor comprensión de la manera según la cual está organizada su lexicón mental. En efecto, como se puede observar en el trabajo de Ferreira y Echeverría (2010), las respuestas de la prueba de la disponibilidad léxica pueden mostrar las relaciones semánticas entre las palabras producidas. Dicha información tienen implicaciones pedagógicas de gran importancia para los profesionales de la enseñanza de LE ya que, según los autores, facilita el diseño de una metodología didáctica que contribuya al desarrollo de una competencia léxica en LE más cercana a la de los nativos.

Finalmente, Bartol Hernández (2010) añade que los datos de un estudio de disponibilidad léxica no sólo aportan información sobre la organización del lexicón mental, sino también pueden ser un guía en el que se podría basarse el aprendizaje del léxico en LE. En este sentido, Verdeses - Mirabal sostiene que su estudio puede aplicarse prácticamente a la enseñanza del español como LE dado que sus datos recogidos es un material de gran utilidad, que debe tenerse en cuenta a la hora de planificar la enseñanza del léxico en la siguiente fase educativa de sus informantes.

 

Referencias bibliográficas

Allen, V.F. (1984). Techniques in teaching vocabulary. Oxford: Oxford University Press.

Bartol Hernámdez, J. (2006). La disponibilidad léxica. RSEL. vol. 36, p. 379 - 396.

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Sifrar Kalan, M. (2009). Disponibilidad léxica en español como lengua extranjera: el cotejo de las investigaciones en Eslovenia, Salamanca y Finlandia. Verba Hispánica. vol. 17, p. 165 - 182.

ANEXO

[1] Más detalles sobre los estudios de la disponibilidad léxica se pueden encontrar en Bartol Hernández, J. (2006). La disponibilidad léxica. RSEL, vol. 36, p. 379 - 396.

[2] Según la página web de López Morales (http://www.dispolex.com), el índice de la disponibilidad léxica se obtiene mediante una compleja formula matemática que se inventó por López Chávez y Carlos Strassburger (1987, 1991, 2000).