Encuentro con el colectivo Boa Mistura en la Universidad Nebrija

Javier Serrano, arquitecto por la ETSAG, especializado en Paisaje en la IUAV de Venecia, y Pablo Ferreiro, licenciado en Bellas Artes por la especialidad de Diseño Gráfico en la Aalto School of Design de Helsinki, dos de los cinco componentes del colectivo Boa Mistura, se acercaron a la Universidad el viernes 13 de mayo para charlar con los alumnos de Nebrija.

Los invitados explicaron en qué consiste el equipo multidisciplinar Boa Mistura. Su obra se desarrolla principalmente en el espacio público y su objetivo es mandar mensajes positivos e inspiraciones en diferentes lenguas y culturas. Entre otros trabajos, el colectivo ha desarrollado proyectos en Sudáfrica, Noruega, Berlín, Sao Paulo, París, Nueva Delhi y Panamá. Además, ha colaborado en proyectos sociales con la Fundación ONCE, Intermon Oxfam, Cruz Roja o la Fundación Antonio Gala.

Esta visita se enmarca dentro de las actividades de la iniciativa Alterĭtas, cuyo objetivo es orientar parte de las actividades de extensión universitaria a la reflexión sobre la alteridad y el diálogo entre culturas. Una de estas actividades tendrá lugar entre el 20 y el 24 de junio, fechas en las que se llevará a cabo una intervención urbana en el distrito de Tetuán, coordinada por Boa Mistura. Por este motivo, el equipo de Boa Mistura quiso tener una primera toma de contacto con los estudiantes, para que conocieran en qué consisten sus proyectos y cómo se desarrollan.

Según explicaron, hay un antes y un después en los lugares en donde Boa Mistura ha desarrollado un proyecto. Porque “la pintura empieza a tejer unas relaciones entre sí”, aseguró Javier Serrano. Además, Pablo Ferreiro señaló que el colectivo intenta vincular todos los proyectos con los espacios en los que se van a llevar a cabo. “Su fortaleza es la comunidad porque son los vecinos los que empiezan a construir. Buscamos esa identidad y paisaje propio”, añadió.

Los integrantes de Boa Mistura hicieron un recorrido por sus trabajos, entre los que se encontraba el viaje a Sudáfrica, que supuso, según explicaron, un punto de inflexión en el colectivo. Se trataba de diferentes murales realizados, en su mayoría, en el barrio de Woodstock, Ciudad del Cabo, en marzo de 2011.

“Intentamos que el mundo sea más agradable, pero los mensajes son reales, no estamos en el mundo de las piruletas”, matizaron.

 

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