Yaiza Ramos, alumna de 3º de Artes Escénicas, estrena la obra ”Plastilina” el lunes 11 de marzo a las 16.00 horas en la Sala Óscar del Campus de La Berzosa.
¿De dónde nace este proyecto?
Este proyecto ya llevaba un tiempo rondando en mi cabeza. Todo empezó una fría tarde en una heladería de Madrid con mi amigo Richard, en medio de un debate político-social entendí que debía hacer Plastilina.
Plastilina nace de la suma de muchas cosas: de la necesidad de conocer lo que ocurre durante el desarrollo de una obra, de querer hacer un teatro social y de probarme a mi misma como directora.
¿Por qué elegiste una obra como Plastilina, en la que la violencia está muy presente?
Considero que el teatro tiene que despertar al espectador, decirle qué ocurre en el mundo y que éste pueda reflexionar sobre ello. Plastilina es una obra con la que me topé por casualidad y me di cuenta que tenía mucho de mí, de mi sociedad. Como directora, quiero interrogar al momento presente, a un tiempo de pérdida de valores, a una era de intoxicación de tecnología…
Me pregunto si nos hemos olvidado de los límites o de si, definitivamente, ya no existen. Me gustaría que quien viera Plastilina pensara que Marc, Álex o Pablo no son tan lejanos ni tan ficticios. No son simples personajes. Me gustaría que pensaran que cualquier joven de hoy puede convertirse en ellos.
¿Qué tal la experiencia de dirigir a tus compañeros?
Ha sido un trabajo dificil, sobre todo, porque ésta es la primera vez que me atrevo a dirigir y partía desde cero. Mis compañeros nunca habían sido dirigidos por otro compañero y es posible que les haya parecido extraño, en un principio.
¿Qué ha sido lo más difícil? ¿Y lo más satisfactorio?
Sinceramente, lo más dificil ha sido organizarse. Poner de acuerdo a siete personas, cuadrar horarios, reservar aulas… También, he encontrado dificultades en la dirección y muchas veces me preguntaba cómo debía guiar a mis actores y qué debía hacer para conseguir mostrar lo que yo quería.
Por otra parte, lo más satisfactorio ha sido aprender a dirigir, saber cómo comportarme, organizarme… Y por supuesto, lo más satisfactorio ha sido emocionarme cada vez que las escenas se iban puliendo. Me he convertido en directora- espectadora y gracias al trabajo de mis compañeros, siempre se me remueve algo por dentro.
Para llevar adelante este proyecto has contado con la colaboración de profesores de la Universidad…
Este proyecto es el vivo reflejo de un trabajo en equipo. Recuerdo las palabras de una profesora mía hace un par de años: ¡En teatro no trabajamos solos!
¡Claro que no! le contestaría hoy sin ninguna duda. Y una gran parte de los agradecimeintos de esta obra van dirigidos al profesorado de la Universidad: a Inma González, profesora de escenografía, por tener la fatídica idea de decirme frente a mi proyecto escenografico del pasado año basado en Plastilina: ”Esto lo puedes llevar a cabo, lo podrías representar”. Y mira dónde hemos acabado… También a Juan Arturo Rubio, por confiar en el proyecto ciegamente, a Antonio Sierra, por ser tan comprensivo y tener tanta paciencia conmigo.
Y, por supuesto, a mi profesora y tutora, Athenea Mata, por su ayuda incondicional en la dirección. Para mí, un gran ejemplo a seguir por ser tan profesional y una gran persona.
Además de dirigir, también eres intérprete, ¿qué te resulta más cómodo?
Después de estar dirigiendo durante todos estos meses me ha entrado el mono de actuar. Sin embargo, no puedo evitar ser el ojo observador de todo, tener esa visión global… Me encanta dirigir. Creo que me siento más cómoda con ello porque todavía no he desarrollado al cien por cien a mi actriz, pero con el tiempo todo se verá…
¿Para cuándo una obra escrita por Yaiza Ramos?
Pronto. Tengo muchas ganas de escribir y ya hay alguna idea… Confesaré que tengo una apuesta con un amigo mío en la que cada uno debe escribir una obra para antes del día de San Juan. La cosa promete y si sale bien es posible que volváis a tener noticias mías…
